Julia Wertz presenta 'Los incorregibles' en la Feria del Libro: "El alcoholismo no es glamuroso"
- La dibujante norteamericana cuenta cómo logró superar su adicción al alcohol en Nueva York
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Este año la feria del Libro de Madrid tiene como eje temático a la ciudad de Nueva York y por eso teníamos que hablar con una de sus invitadas más destacadas: la novelista gráfica Julia Wertz (San Francisco, 1982), que ha dedicado gran parte de su obra a hablar sobre la ciudad y su historia. Publica sus cómics en medios tan prestigiosos como The New Yorker y Harper's Magazine y en España, la editorial Errata Naturae ha editado dos de sus obras más exitosas: Los incorregibles. De cómo dejé de beber en Nueva York y Barrios, bloques y basura Una historia ilustrada y poco convencional de Nueva York.
Y lo primero que le preguntamos es: ¿Qué es para ella la ciudad de Nueva York? "Para mí es el lugar en el que me siento como en casa. Aunque ahora tengo un sentimiento agridulce, porque ya no vivo allí (se tuvo que ir a la Costa Oeste por la gentrificación). Pero cuando voy a una ciudad como Madrid y a una feria como esta, donde se celebra Nueva York, me siento genial".
Actualmente, ciudades como Madrid o Barcelona se están quedando únicamente para el turismo, algo que ya pasó con Nueva York: "Yo misma he sido parte y he sufrido este proceso de gentrificación -nos confiesa-. Cuando llegué a Greenpoint, en Brooklyn, junto con otros artistas, fuimos apartando a la comunidad local de su barrio. Yo misma participé en ese proceso. Y finalmente, después de 10 años viviendo en Nueva York (2006-2016), yo misma me vi obligada a irme".
Páginas de 'Los incorregibles De cómo dejé de beber en Nueva York'
'Los incorregibles. De cómo dejé de beber en Nueva York'
En la novela gráfica Los incorregibles. De cómo dejé de beber en Nueva York (Errata Naturae), Julia Wertz confiesa de una forma sincera, conmovedora y muy divertida, como luchó para dejar de beber durante cinco años. "No se me da bien inventar historias -nos confiesa-. Y procedo de una familia con muchos problemas en la que se cuentan historias horribles de manera con mucha sinceridad. Así que para mí no fue un proceso realmente valiente hablar sobre mi lucha con el alcohol. Porque es algo a lo que yo ya estaba acostumbrada".
Todo comenzó cuando era una veinteañera y se bebía diariamente dos botellas de vino sola en casa. Un médico le dijo que, o dejaba de beber o no llegaría a los 30 años. "Realmente me lo dijeron, pero creo que exageraban, la verdad. Echando la vista atrás pienso que lo hicieron para asustarme, porque luego he conocido a mucha gente en recuperación, en rehabilitación... y también utilizaban la misma táctica con ellos".
"Pero cuando veo a mi yo joven en el cómic me apetece gritarle: "¡Para, idiota! Para. Haz lo que te dicen en rehabilitación" -nos confiesa-. Para mí es difícil mirar a ese ciclo de errores, ese ciclo de recaídas, de rehabilitación... y ver como el personaje no hace lo que le están diciendo. Cuando la solución era tan sencilla. Así que sí, es un poco doloroso mirar atrás".
Páginas de 'Los incorregibles De cómo dejé de beber en Nueva York'
"El libro tiene un mensaje positivo"
La sinceridad a la hora de contar sus problemas y el sentido del humor (tanto visual como literario) que recorre las páginas del cómic hace que el libro finalmente tenga ese mensaje positivo de que se puede dejar de beber. "Si, quería que el mensaje fuera positivo. Al hacer el libro no estaba obligada a mostrar que el personaje pudiera recuperarse, pero quise hacerlo. Hay mucha gente que tienen historias similares, repetitivas, de caída tras caída. Pero yo quería mostrar que nos podemos levantar".
En cuanto al sentido del humor que recorre toda la obra, Julia Wertz nos comenta: "La verdad es que no se me da bien tomarme la vida en serio porque me planteo cuál es el objetivo de la vida si no es compartir experiencias con los amigos. Así que bueno, por eso yo creo que por eso el cómic tiene este punto de vista optimista".
Portada de 'Los incorregibles De cómo dejé de beber en Nueva York'
Ya que hablamos de amigos, en el cómic Julia nos comenta cómo se encerraba sola en casa sin querer ver a nadie y se limitaba a beber y la importancia de los amigos para romper ese círculo vicioso. "En los años más duros del alcoholismo yo sé que tenía amigos. Lo que pasa es que me costaba conectar con ellos. Fue cuando entré en el proceso de rehabilitación cuando conocí a gente que no se asustaba ante mis experiencias, a los que podía decir realmente lo que estaba sucediendo sin que se echaran las manos a la cabeza. Ahí fue cuando entendí que podía abrirme y compartir mis problemas con mis otros amigos y crear una comunidad en la que apoyarme".
Julia destaca que: "En las grandes ciudades es donde la gente se siente más sola, porque uno anda entre miles de personas y no dices hola, no miras a los ojos. Sin embargo, ahora, por ejemplo, que vivo en una pequeña ciudad donde conozco a la gente, no decir hola sería de mala educación. Entonces a lo mejor saludas y empiezas a hablar. La gente se conoce, es diferente. Una persona que se siente sola en una gran ciudad es como que desaparece en esa gran multitud. Entonces es como un círculo vicioso. Te cuesta más salir".
Páginas de 'Los incorregibles De cómo dejé de beber en Nueva York'
"El alcoholismo no es glamuroso"
En la historia de la literatura ha perdurado una imagen romántica de ciertos escritores que usaban el alcohol o las drogas para escribir, pero Julia confiesa en el cómic que a ella solo le servía para emborracharse y quedarse dormida. "Es cierto que todavía hay un aura romántica alrededor de los escritores alcohólicos, que se ven como algo cool -asiente Julia-. Y tengo que confesar que cuando a mí me pasaba también me ponía esa excusa. pensaba: "Soy escritora y dibujante, es parte de mi identidad". Y debo admitir que durante algún tiempo fue divertido. Pero luego te das cuenta de que el alcoholismo no es glamuroso sino que tiene una pátina muy patética".
En España solemos ser bebedores más sociales, por lo que suele sorprendernos cuando en las películas de Hollywood la gente llega a casa de trabajar y lo primero que hace es servirse un whisky. "Eso es totalmente real -nos comenta julia-. En algunas culturas el gesto de beber es algo cultural y social, se bebe en la calle, pero luego en casa no se bebe. Sucede, por ejemplo, con mi marido, que es austriaco y que bebe mucho cuando sale, pero luego en casa no tanto. Sin embargo, en Estados Unidos sí que se continúa bebiendo en casa. Y me he planteado alguna vez si existe un gen que explique esto"´.
Hay una escena muy emocionante en el cómic y es cuando Julia lleva ya tiempo sin beber y se echa a llorar viendo una película: "En ese momento me di cuenta de que llevaba años sin llorar de verdad -nos confiesa-. Y fue ahí cuando recuperé esa emoción, ese sentimiento auténtico. Era la primera vez que me sentía así en años. Y fue viendo una película".
Página de 'Los incorregibles De cómo dejé de beber en Nueva York'
'Barrios, bloques y basura...'
Cuando Julia Wertz dejó de beber se dedicó a explorar lugares desconocidos de Nueva York, algunos hasta a 25 kilómetros de su casa. Y plasmó sus descubrimientos en cómics publicados por revistas como The New Yorker. Así creció su amor por la ciudad, cuya historia y arquitectura ha plasmado en libros como Barrios, bloques y basura. Una historia ilustrada y poco convencional de Nueva York, seleccionado como Finalista del Festival d’Angoulême 2020.
"Cuando conseguí estar sobria -nos comenta Julia-, necesitaba algo que pudiera sustituir el acto de beber, porque realmente estaba aburrida. Y la exploración urbana permite que no pienses en tus problemas, porque tienes que estar muy atenta para no morir en algún accidente, para no caerte. Por eso, toda distracción que no sea la actividad de exploración urbana queda apartada de tu cabeza".
En sus viñetas nos descubre algunos lugares realmente mágicos de Nueva York, pero como las viñetas ya tienen algunos años, le preguntamos si todavía existe alguno de esos sitios que la fascinaron. "Desgraciadamente, cuando me fui de Nueva York (2016) muchos de ellos desaparecieron con la reorganización urbanística de 2017. Como necesitaban sitio para nuevas infraestructuras derribaron la mayoría de esos lugares. Aunque todavía queda algún lugar realmente mágico, como la costa de Bottle Beach en Brooklyn".
Páginas de 'Barrios, bloques y basura. Una historia ilustrada y poco convencional de Nueva York'
Un arte lleno de contrastes
Destacar el arte de Julia Wertz en ambos cómics, porque está lleno de contrastes. Mientras que sus personajes tienen un aire naif y sencillo (aunque muy expresivo), sus edificios (sobre todo en Barrios, bloques y basura), cobran vida gracias a la infinidad de detalles, como los preciosos letreros de sus fachadas. "Confieso que no me gusta dibujar a la gente -asegura la autora-, así que una vez que consigo dibujarlos, pues ya se quedan así. Sin embargo, me encanta dibujar edificios. Puedo pasarme días enteros diseñándolos. He recibido alguna queja por dedicar más tiempo a los edificios que a los personajes y creo que son válidas".
En cuanto a sus proyectos, Julia Wertz nos comenta: "Me gustaría volver a trabajar en un libro sobre Nueva York. Pero actualmente estoy terminando un libro que trata sobre el proceso de maternidad. Sobre cuando tuve a mi hijo en el año 2020 y también de un accidente serio que sucedió en la familia. Pero, aunque el libro trate de nuevo un tema serio, creo que es muy divertido".
En cuanto a si le gustaría volver a vivir en Nueva York, Julia Wertz lo tienen clarísimo: "Si no estuviera casada y tuviera un hijo, volvería a vivir a Nueva York ahora mismo. De hecho, mi próximo libro será sobre Nueva York, porque así tendré la excusa para ir dos veces al año a investigar".
Si queréis conocer a Julia Wertz, este viernes (de 19:00 a 20:00) participará junto a Sofía Balbuena (autora del libro Borracha menor), en la charla La dependencia: decantar la adicción, en La Feria del Libro de Madrid.
Portada de 'Barrios, bloques y basura. Una historia ilustrada y poco convencional de Nueva York'