'El jockey', una experiencia hipnótica protagonizada por Nahuel Pérez Biscayart y Úrsula Corberó
- Hablamos con ambos actores y con el director de la película, Luis Ortega
- Representante de Argentina en los Oscar y premiada en San Sebastián, la película se estrena este 30 de mayo
Más que una película, El jockey, de Luis Ortega (El ángel, Narcos), es una experiencia hipnótica protagonizada por Nahuel Pérez Biscayart y Úrsula Corberó, que obtuvo el Premio Horizontes a la mejor película en el último Festival de San Sebastián, representó a Argentina en los Oscar, fue nominada a la mejor película iberoamericana en los Goya, y logró nueve nominaciones a los Premios Platino (ganó el de mejor actor secundario para Daniel Fanego). Una película que parece un sueño del que no podemos apartar la mirada y que llega a los cines este 30 de mayo.
El Jockey es una coproducción hispano-argentina que cuenta la historia de Remo Manfredini (Nahuel Pérez Biscayart), un jockey legendario cuyo comportamiento autodestructivo pone en riesgo su vida y la relación con su novia. El día de la carrera más importante de su vida sufre un grave accidente que lo deja entre la vida y la muerte. Pero desaparece del hospital y deambula por las calles de Buenos Aires dejándonos con la duda de si está vivo o muerto. Libre de su identidad, comienza a descubrir quién está destinado a ser en realidad.
"No sé muy bien de qué va la película -nos confiesa Luis-. O sea, la siento con el corazón y, por supuesto, con todos mis sentidos. Pero no es una película que haya pasado por la lógica. La idea nació siguiendo a un personaje por la calle en Buenos Aires, que justo coincidió con que había ido a las carreras. Entonces empecé a pensar en ese mundo de los caballos, de los dueños de los caballos. Al mismo tiempo, yo estaba por ser padre, muy atormentado con esta incertidumbre de no saber qué tipo de padre iba a ser. Y se fueron fusionando las cosas de mi propia vida con un relato que en definitiva uno tiene que encontrar para hacer una película".
En cuanto al protagonista: "Nadie sabe si está vivo, está muerto o no del todo -asegura el realizador-. Hay signos vitales que podrían responder en parte esa pregunta, pero no sé si hay una línea tan clara entre estar vivo y estar muerto. Tampoco está claro si está soñando, si las cosas le están pasando o las está imaginando... Se va transformando con las circunstancias y eso le hace un personaje muy libre a la hora de escribirlo y de actuarlo. Pero un personaje no tiene que ser solo un personaje, puede ser muchos personajes".
El humor surrealista también tiene un papel destacado en la película: "Creo que el drama está tan instalado en nuestra vida cotidiana que el humor es nuestra salvación. Es una manera de de sobrevivir a la estupidez, a todos los achaques de la vida. No hay que tomarse tan en serio las cosas. Y bueno, si existe Dios y se está divirtiendo con nosotros, tengamos la libertad que podamos. Como sabemos que todo esto se terminará, vamos a pasarla bien y a entender que esto también es una parodia. No es tan serio".
Fotograma de 'El Jockey'
"Luis es un gran creador de climas, de atmósferas"
Nahuel Pérez Biscayart (El aura, 120 pulsaciones por minuto) interpreta ese jockey que deambula por las calles perseguido por la mafia de las carreras. "Es un personaje que tiene problemas muy graves. Pero, de alguna manera, decide mirarlos de frente y emprender un viaje. Un recorrido que se convierte en una experiencia de disolución, de recomposición, de renacimiento. Es muy difícil hablar de mi personaje sin espoilear la película, porque pasa por muchos estadios diferentes, transmuta en diferentes variantes de sí mismo hasta volver a renacer en su propio hijo".
"La película tiene una dimensión existencial -añade el actor- es mucho más que una historia sobre carreras de caballos. Para mí ha sido un regalazo poder hacerla. Hay mucho trabajo detrás, mucha artesanía, mucho detalle, muchas horas por día... para lograr esa aparente libertad que respira toda la película".
"Luis -concluye el actor-, es un gran creador de climas, de atmósferas... y él tiene esa capacidad, para mí muy fuerte, de convocar unas fuerzas que pertenecen a otros mundos y lograr que todo un equipo esté detrás de lo que él quiere contar de principio a final de rodaje. Lograr eso como director para mí es un gran éxito, porque muchas veces estas energías se empiezan a dispersar. Pero el logra magnetizar a todo el equipo".
Fotograma de 'El Jockey'
"Abril es es uno de los personajes más valientes que he hecho"
En cuanto al personaje de Úrsula Corberó (La casa de papel, El cuerpo en llamas), la actriz nos comenta: "Abril me encanta, porque es muy distinto a las cosas que vengo haciendo últimamente. Es un personaje que me provoca mucha dulzura. Me da la sensación de que es un poco como la tierra, como el arraigo. Hay algo muy inspirador en ella, porque es una mujer libre y muy sensible, pero también fuerte".
Le preguntamos si esa fuerza es similar a la de otros personajes como el que interpreta en La casa de papel: "Yo creo que la fortaleza de Abril nace desde otro lugar: desde el amor, desde la pureza... Sin necesidad de florituras ni de maquillar las cosas. Es un personaje muy honesto que no está pendiente de del qué pensarán los demás de ella. Como dije en su momento en Venecia, es uno de los personajes más valientes que he hecho. No necesita ponerse una armadura ni nada, simplemente está abierta a la gente, a la vida y a las cosas que le suceden. No tiene miedo. Porque tiene una capacidad de amar envidiable; y para amar de esa manera yo creo que hay que perder el miedo".
Fotograma de 'El Jockey'
"Me gustan esos personajes en la cuerda floja"
El protagonista es un nuevo personaje al límite, de esos que tanto le gustan al director: "Me gustan esos personajes en la cuerda floja porque los demás son aburridos. Es lindo ver a gente que está bajo presión y en una situación con riesgos considerables. Eso lo vuelve más excitante. La gente que está en un lugar seguro y confortable no es muy divertida de ver en el cine".
"Pero no busco sorprender al espectador -concluye el realizador-. Lo que quiero es sorprenderme a mí mismo y que hacer la película sea una experiencia estimulante para mí. Una película es una ofrenda, pero uno la hace para sí mismo y este es el tipo de película que a mí me gustaría ver. Hay mucha gente que sabe que está perdida y otra que no lo sabe. Yo me identifico más con la gente que sabe que está perdida y que puede amigarse con esa idea de no entender de qué va la vida y seguirla con sus emociones, con sus sentimientos... sin necesidad de entender lo que está pasando. Porque es imposible entender lo que está pasando en ninguna instancia, ni cuando sos un bebé, ni cuando sos un vagabundo, ni cuando sos un jockey, una mujer presa o un drogadicto... todas esas instancias por las que pasa el personaje".
"En todas esas transformaciones del personaje uno nunca sabe lo que está pasando -añade-. Y es que la vida la maneja una fuerza desconocida para nosotros. Más o menos seguimos a nuestro corazón en el mejor de los casos, pero no sabemos. No creo que haya una comprensión. Nadie sabe por qué está vivo. ¿Y qué quiere decir todo esto? Por eso, la película intenta navegar por esa aventura de vida que no entiendo. Pero siento".
Fotograma de 'El Jockey'
"Chaplin es una gran inspiración"
Aunque El Jockey a veces nos recuerde a las películas del finlandés Aki Kaurismäki, Luis Ortega nos confiesa que: "Eso se debe a que el director de fotografía es Timo Salminen, que ha trabajado mucho con él. Pero mi principal referencia para el protagonista (que prácticamente no habla en toda la película) y el lenguaje corporal de los actores, es Chaplin".
"A mí, como actor, me encanta no hablar -añade Nahuel-. Aunque también me encanta hablar mucho. Depende del momento. Pero son energías que se pueden habitar sin que una sea más difícil que la otra. Yo creo que el cuerpo habla y me cuesta disociar ese habla de mis diálogos. La verdad es que ni siquiera pienso si el personaje habla o no. Mi manera de encarar el trabajo es siempre la misma: son energías que circulan en el cuerpo, en la mirada y en el habla de manera totalmente diferente. El cuerpo es lenguaje, el lenguaje es cuerpo y ahí está todo enmarañado. Y mejor que sea así, porque si uno como actor empieza a querer desmembrar todos esos elementos, es enloquecedor. Está bien ser un poco inconsciente y dejar que otras energías que uno no puede dominar, nos impregnen y nos hagan bailar, hablar, caminar... todo de manera más indiscernible".
Fotograma de 'El Jockey'
Por cierto, que Úrsula tiene un par de bailes en la película que pueden convertirse en icónicos. "Ha sido muy complicado rodar esas secuencias. Lo ensayamos bastante porque, aunque son improvisados, no es una coreografía, si que hablamos mucho con el coreógrafo, con Manu, sobre en qué punto está cada personaje. Ese baile sirve un poco de presentación de esta pareja tan distinta. Y había varios elementos que Luis quería que estuvieran presentes en ese baile y que tienen que ver con con la química. Esa pareja se complementa, se entiende bailando, se entiende mirándose... pero, a la vez, también vienen de dos puntos muy distintos. Ella viene de ganar la carrera y el viene de perder. Entonces, también había como algo mezclado ahí, de esa competitividad que hay entre ellos".
"También es un baile muy sexy -añade Nahuel-. El está intentando provocarla, como intentando demostrar su valía"
"Y ella, como comentaba antes, está en ese momento en que no necesidad de demostrar nada -concluye Úrsula-.
El jockey se entrena en cines este 30 de mayo.
Cartel de 'El jockey'