El rey Carlos III reafirma el compromiso de Canadá con su independencia frente a las amenazas de anexión de Trump
- Carlos ha sido el primer monarca británico en casi 70 años en presidir la apertura del Parlamento canadiense
- El monarca ha sostenido que todos los canadienses pueden "darse más de lo que cualquier potencia extranjera les puede quitar"
El rey Carlos III ha expresado su apoyo a Canadá durante una visita al país donde ha pronunciado un discurso ante el Parlamento. Su presencia en Ottawa se enmarca en un momento de tensión con Estados Unidos ante las constantes propuestas de su mandatario, Donald Trump, para anexionar e incorporar Canadá al territorio estadounidense. A este respecto, el monarca ha expresado que la nación se mantendrá "fuerte y libre".
Carlos, como jefe de Estado de Canadá, ha sido el primer monarca británico en casi 70 años en presidir la apertura del Parlamento canadiense, pese a ser esta su vigésima visita al país. En una alocución en inglés y francés —ambas lenguas son cooficiales— en la que ha reconocido que Canadá "se filtra" en su "torrente sanguíneo y directo a mi corazón", Carlos no ha hecho ninguna referencia directa a las amenazas de Trump. Pese a ello, no ha dudado en reiterar la independencia del Estado canadiense.
"Canadá se enfrenta a desafíos sin precedentes en nuestras vidas. Muchos canadienses sienten ansiedad", ha afirmado. "Sin embargo, este momento también es una oportunidad increíble. Una oportunidad de renovación. Una oportunidad para pensar en grande y actuar con mayor intensidad", ha asegurado.
A este respecto, el rey ha señalado que un país confiado puede aprovechar la oportunidad actual reconociendo "que todos los canadienses pueden darse mucho más de lo que cualquier potencia extranjera en cualquier continente les puede quitar jamás".
El rey destaca la "buena relación" entre EE.UU. y Canadá
En cuanto a la relación con su vecino norteamericano, el monarca ha subrayado que el primer ministro de Canadá, Mark Carney, y Trump han comenzado a "definir una nueva relación económica y de seguridad" entre los dos países. La relación entre Canadá y Estados Unidos, ha sostenido Carlos III, está "arraigada en el respeto mutuo y fundada en intereses comunes".
Sobre la guerra arancelaria, el rey Carlos ha incidido en cómo, al eliminar las barreras que han frenado la economía canadiense, "desataremos una nueva era de crecimiento que garantizará que no solo sobrevivamos a las guerras comerciales en curso, sino que salgamos de ellas más fuertes que nunca".
En este contexto, ha retratado a Canadá como un país con capacidad para convertirse en una superpotencia tanto en energía limpia como convencional, lo que lo hará más "competitivo a nivel mundial".
Por último, Carlos III ha señalado que el Gobierno canadiense siempre protegerá los derechos y libertades que la Carta Magna garantiza para todos sus ciudadanos. En consecuencia, ha afirmado que será un "socio confiable" para los pueblos indígenas y ha agregado que la creación de su "riqueza y prosperidad a largo plazo" es central para su compromiso. Al respecto, el monarca ha advertido al comienzo de su discurso que el Senado canadiense está reunido en el "territorio no cedido" del pueblo algonquino Anishinaabeg, y ha pedido por la reconciliación entre comunidades.