Isabel Allende, escritora: "Me ha costado el triple que a cualquier hombre conseguir el respeto de la industria"
- Allende publica Mi nombre es Emilia del Valle, la nueva obra que sigue a la familia Del Valle
- "Hay una ola de escritoras jóvenes maravillosas"
Madrid ha acogido este miércoles a una de las escritoras más populares de las últimas décadas: Isabel Allende. La novelista ha acudido a la Casa de América para promocionar su último libro, titulado Mi nombre es Emilia del Valle. La historia sigue, de nuevo, a la icónica familia Del Valle, protagonista de las últimas obras de Allende, en específico a Emilia del Valle, corresponsal de guerra que se revela en el mundo masculino de finales del s. XIX.
La novelista peruana hacía seis años que no venía a España, un factor que ha provocado que sus lectores la hayan recibido con los brazos abiertos: "Ha sido un reencuentro precioso. Me dan mucho cariño. Me comentan los libros que han leído. Ahora hablamos del último libro, pero también hay gente que trae los antiguos. Es muy bonito", indica.
Allende ha retomado la gira internacional y reconoce que volver a España "ha sido igual que si me hubiera ido ayer". No obstante, tuvo dudas de si continuar viajando por el mundo para promocionar sus obras: "España fue el último país al que vine antes del covid-19, después decidí que no iba a hacer más giras de libros, pero me tenté y aquí estoy".
La familia Del Valle aparece en numerosos libros y Allende, sobre esto, comenta: "Es un homenaje a la familia de mi abuela materna. Unos locos deliciosos. Con esa gente como parientes no necesito inventar nada, ellos aportan todo".
Las mujeres periodistas siempre fueron muy fuertes, más que los hombres
"No creo que Emilia sea mi alter ego: de partida, joven, alta y con piernas largas, así que olvídate, no es mi alter ego", confiesa entre risas. "Hay cosas de mi vida que le pasan a ella también: empieza como periodista, a escribir... Y la otra similitud es que ella no conoce a su padre y tiene un padrastro maravilloso, que es lo que me pasó a mí", señala.
"Empecé a trabajar como periodista en 1967. Las mujeres periodistas siempre fueron muy fuertes, más que los hombres", rememora Allende. Y continúa con un repaso biográfico: "Cuando empecé a escribir, mi agente en Barcelona, Carmen Balcells, me dijo: 'Vas a tener que hacer el doble de esfuerzo que cualquier hombre para obtener la mitad de respeto', y eso ha sido así durante toda mi vida. Ahora, después de 40 años escribiendo, ya tengo ese respeto, pero me costó no dos veces, sino tres veces más que a cualquier hombre".
Si se para sobre el momento presente, destaca que hay "una ola de maravillosas escritoras jóvenes de todos los países: argentinas, chilenas, venezolanas...". En su opinión, "están escribiendo una literatura muy de vanguardia, muy diferente, con un lenguaje extraordinario. Historias muy fuertes, algunas con una violencia que piensas: 'Bueno, esto es como terrorífico'".
Allende emparenta este fenómeno con que "la mayor parte de los lectores de ficción son mujeres. Eso hace que la industria del libro, al fin, consideren a las escritoras como algo valioso en la industria".
"Necesito silencio y soledad para escribir"
Miles de libros vendidos, conferencias, ruedas de prensas... Isabel Allende es sinónimo de éxito, pero no piensa en ello: "El reconocimiento sucede en la periferia, yo tengo una vida muy privada, muy íntima. Necesito silencio y soledad para escribir. Estoy en contacto con el éxito solamente cuando viajo y cuando estoy afuera con mi público. No vivo pensando en los millones de lectores. Generalmente, pienso en un interlocutor, una persona a quien yo le quiero contar la historia, en el tono más íntimo posible", señala. No obstante, la escritura descarta que ella haya sido una gran influencia en este movimiento: "No me atribuyo el mérito, para nada. Los tiempos cambian. No podría decir que yo abrí el camino, no".
Echando la vista atrás, Allende ha reflexionado sobre cómo funcionan estos cambios de era: "Cada cierto tiempo hay retroceso. Primero se avanza mucho, se cometen algunas equivocaciones y luego se produce un culatazo de retroceso".
¿Novela erótica? "Mi mamá se habría muerto si hubiese publicado eso"
Cuatro décadas de oficio y múltiples metas cumplidas, sin embargo, ella tenía un objetivo en mente: "El reto que tenía era escribir una novela erótica, pero mi mamá estaba viva y vivió hasta los 98 y se habría muerto si yo publico eso. Ahora no me quedan ni hormonas ni interés para escribir sobre eso".
Finalmente, Allende hace una reflexión: "La fuerza más poderosa es el amor. Como especie, no estaríamos aquí sin, por ejemplo, el amor de las madres", sentencia.