Muriel Romero presenta su primera obra "hipnótica" para la Compañía Nacional de Danza con tecnología punta
- #INCUBATIO - Circumambulatio puede verse en Los Teatros del Canal el 17 y 18 de mayo
- La Compañía Nacional de Danza celebra el cuarenta cumpleaños de Madrid en Danza
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Arquetipos míticos, la alquimia, los sueños, la mirada al interior, el trance y la danza sagrada bailan juntos en #INCUBATIO - Circumambulatio, el primer montaje de Muriel Romero que la Compañía Nacional de Danza estrena en España. El escenario elegido es el de Los Teatros del Canal, dentro de Madrid en Danza, para celebrar los cuarenta años del festival.
Una hora de montaje, doce bailarines sobre las tablas, paredes LED con miríadas de pequeños diodos emisores de luz y un despliegue tecnológico nunca visto que explora los confines de la psique.
Un viaje a Grecia desencadenó el proceso creativo que cristaliza 15 años después de la primera intuición. La coreógrafa y el músico Pablo Palacio descubrieron la técnica ancestral de la incubación, un concepto que querían investigar, transmitir y llevar a escena, y que practicaban los poetas filósofos griegos Pármenides y Pitágoras.
Sueño curativo
La directora de la CND describe en una entrevista con RTVE.es que "era un proceso en el que tú ibas a un templo o a una cueva y un iatromantis te inducía un sueño curativo, para conectar con esas imágenes ancestrales arquetípicas de las que hablaba Jung". El buscador de sentido descansaba en un área sagrada para entrar en un estado más allá de conciencia, dormía para encontrar respuestas.
El cuerpo de baile en '#INCUBATIO - Circumambulatio'. FOTO: Michael Gregonowits
Los movimientos de los intérpretes se traducen en música y luz, gracias a hologramas proyectados sobre una gasa cuasi transparente. Romero explica que "con esta tecnología de motion capture, coges tu esqueleto y tus datos, y eso puede generar luz y sonido independiente. Se produce en tiempo real en la representación, con el cuerpo y el movimiento del bailarín", pero también facilita la labor coreográfica porque se puede grabar y trabajar con esos registros.
La tecnología está al servicio del arte vivo, Romero indica que se trata de "modelos de inteligencia artificial que estamos creando, trabajando en el proyecto europeo, PREMIERE. Llevo toda la vida investigando en esta línea y luego en escena, el bailarín, a través de esta medida de cualidades de movimiento, tiene la capacidad de traspasarlo a luz, sonido e imaginería virtual de forma simultánea".
La paradoja del espectáculo es que los avances técnicos y el alarde digital están supeditados a la crítica de la falta de introspección, frente a un torrente de estímulos, Romero argumenta que nuestra psique necesita espacios aislados para conectar con nuestras imágenes interiores "pararnos a reflexionar y a mirar un poquito más dentro de nosotros".
A través de sensores en el cuerpo, el dispositivo permite a los bailarines crear música a través de sus movimientos, dar impulsos a la luz o incluso generar un avatar, que aparece como una imagen LED con ellos en el escenario. En la danza, los seres humanos interactúan con líneas o entes informáticos mientras las imágenes se desintegran en píxeles o mutan en puras secuencias de números.
Frente a una IA generativa que vampiriza la creación de millones de personas, Romero defiende una aproximación ética y defiende la necesidad de "hacer modelos de inteligencia artificial con una ética determinada, en la que yo utilizo datos de mi propio búsqueda de movimiento. No utilizo datos de otras personas para crear arte generativo".
Instalación de los sensores sobre el cuerpo de un bailarín. FOTO: Alba Muriel
El título de la obra #INCUBATIO - Circumambulatio gira en torno a dos conceptos. Más allá de la incubación convertida en hastag en forma de "señal irónica", porque frente al micromovimiento del dedo haciendo scroll en la diminuta pantalla de un móvil, Romero invita a explorar la fuerza de la danza. Y la circumambulatio remite a la danza sagrada que se realiza en círculos.
"La danza es el círculo"
La coreógrafa apunta que la circumambulatio remite a sus orígenes míticos "antes de, por ejemplo, fundar una ciudad se crea este movimiento, este círculo, para proteger ese punto intermedio". Los dos personajes principales aparecen arropados por un coro de diez bailarines que "simboliza al pueblo griego" y entre sus fuentes de inspiración cita la película de Kubrick Eyes Wide Shut en la que se "observar ese ritual", con un círculo de personajes enmascarados.
Asegura que "el mito está dentro de nosotros desde que nacemos y se va desarrollando en diferentes conceptos. La danza es el círculo. O sea, el ser humano creó el cuadrado" y destaca la importancia de imaginar y "recuperar nuestras imágenes".
Dos bailarines interpretan '#INCUBATIO Circumambulatio'. FOTO: Ximena y Sergio
Los colores de la alquimia
La puesta en escena tiene una estética muy cuidada inspirada en la alquimia y el camino de transformación de la materia que va del negro, al blanco y al rojo. Romero detalla que "hemos utilizado tres colores principales de la alquimia. El negro, nigredo, lo profundo, lo oscuro, el inconsciente. Esa sombra que vemos en los otros pero que no queremos ver en nosotros mismos. De ahí nos vamos al albedo, que es lo blanco cristiano, espiritual. Y el final es el rubredo, el rojo, la sangre, el cuerpo".
La obra funciona como un apasionante mecanismo de relojería, la coreografía escénica tiene que estar perfectamente coordinada y es muy exigente para los bailarines "no puede haber un delay (un desajuste, un retraso). Tienes que trabajar esa tecnología y software para que realmente sea acción-reacción, con un efecto mágico".
La directora de la CDN invita al público a "abrirse a vivir una experiencia tranquilo y que se vaya dejando llevar por ese sonido que te va penetrando" en un montaje que lleva a un estado emocional "hipnótico". #INCUBATIO - Circumambulatio se representa el 17 y 18 de mayo en Los Teatros del Canal.
