Sanidad respalda la ley de medicamentos ante las críticas del sector y asegura que recoge sus principales demandas
- La normativa busca modernizar el sistema de precios para aumentar la competitividad en el sector farmacéutico
- Mientras, el sector critica que la medida podría agravar el desabastecimiento y poner en riesgo la viabilidad de muchas farmacias
La reciente aprobación del anteproyecto de ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, presentada por Sanidad, ha generado fuertes críticas, especialmente por parte de la industria farmacéutica y los farmacéuticos. Estas se centran principalmente en la nueva regulación de los precios de los medicamentos fuera de patente, argumentando que la medida podría agravar el desabastecimiento y poner en riesgo la viabilidad de muchas farmacias.
Desde Sanidad, han respondido este lunes en una rueda de prensa que las principales preocupaciones deberían enfocarse en las fases iniciales del mercado, cuando el acceso a medicamentos innovadores y genéricos es más limitado. Han recordado, además, que "solo uno y medio" de los 146 artículos que conforman el proyecto de ley ha generado "controversia".
Tal y como ha señalado el secretario de Estado, Javier Padilla, "la verdadera necesidad está en las fases previas de la competencia", ya que "tenemos una penetración de genéricos y biosimilares en nuestro mercado bastante más baja que otros países de Europa". Un panorama que no solo afecta a los precios, sino también a la disponibilidad de tratamientos accesibles y económicos para los pacientes, según apuntan desde el ministerio.
El Consejo de Ministros aprobó el martes pasado el anteproyecto de ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, con el objetivo de mejorar el acceso a fármacos, actualizando el sistema de precios, impulsando los genéricos y biosimilares o capacitando a algunos profesionales a recetar determinados tratamientos.
El objetivo es modernizar la política farmacéutica de 2015 y adaptarla a los avances del sector y los nuevos desafíos postpandemia. Padilla ha defendido que "en pocas ocasiones en las últimas décadas" un equipo ministerial ha ofrecido tantos escenarios de "diálogo efectivo".
Un sistema que "incentiva la competencia"
El anteproyecto de ley busca modernizar el sistema de precios para aumentar la competitividad en el sector farmacéutico, alineándose con las políticas europeas. Según César Hernández, director general de la Cartera Común de Servicios del SNS, "no es un sistema para mantener a todos los productos en los precios más bajos, sino que incentiva la competencia". Esto fomenta una mayor dinamización del mercado y una reducción de precios que beneficia a los pacientes sin comprometer la sostenibilidad.
Como ha señalado Hernández, "el sistema es mucho más flexible que el actual", permitiendo adaptarse a cambios en los costos de producción y nuevas tecnologías. El modelo propuesto introduce precios de referencia dentro de un rango, en lugar de un único precio bajo, con el objetivo de favorecer la competencia entre fabricantes. "La baja penetración de genéricos y biosimilares en España ha elevado los precios de los medicamentos un 8-10% por encima de la media europea", ha destacado el experto.
En este sentido, la reforma pretende corregir este desajuste promoviendo la competencia una vez que los medicamentos pierden la protección de la patente, "facilitando así el acceso a tratamientos más asequibles".
La nueva normativa también incorpora innovaciones incrementales, según ha explicado Hernández, como cambios en la dosificación o el diseño de dispositivos, que mejoran la experiencia del paciente. En este sentido, ha subrayado que "este sistema permite acomodar una amplia gama de innovaciones incrementales dentro de un modelo flexible". Esto permite que la competencia se mantenga sin perjudicar la rentabilidad de las empresas, favoreciendo tanto la innovación como los genéricos en el mercado.
"El sistema favorece la entrada de la innovación incremental, permitiendo que los precios no se vean penalizados, pero manteniendo la competitividad sin poner en riesgo la rentabilidad de las compañías", ha señalado Hernández. Durante la rueda de prensa, Padilla también ha lamentado que la industria no se haya pronunciado al respecto, cuando se trata de una de las "propuestas clave del sector".
Reforzar la autonomía del paciente
Otro de los apartados donde Sanidad ha puesto énfasis es en el papel del paciente como protagonista en la elección de su tratamiento. Un aspecto crucial en el que, según han subrayado, no se busca forzar cambios en su medicación, como se temía en algunos sectores. Como ha explicado César Padilla, "el paciente puede elegir entre los medicamentos disponibles dentro de la lista seleccionada por el farmacéutico, lo que significa que no se les obligará a cambiar su tratamiento sin su consentimiento".
En este sentido, Padilla ha destacado que el sistema incorpora un enfoque flexible que permite que el paciente mantenga su medicación habitual, si así lo desea, dentro de los parámetros establecidos por la ley. La normativa establece que "si el paciente prefiere seguir con el medicamento que toma habitualmente, el farmacéutico está obligado a dispensárselo".
"Lo que se busca es proporcionar una oferta de medicamentos que sea competitiva, pero sin perder de vista la sostenibilidad del suministro y la satisfacción del paciente", ha concluido el secretario de Estado.
Debate sobre la prescripción por parte de fisioterapeutas y enfermeras
Otro de los temas que ha generado debate es el alcance de la prescripción por parte de otros profesionales de la salud, como fisioterapeutas y enfermeras. "La ley es clara sobre lo que van a poder hacer", ha asegurado Padilla, refiriéndose a las directrices que definen el marco de actuación de estos profesionales.
El objetivo de esta disposición es mejorar la accesibilidad a ciertos tratamientos sin aumentar innecesariamente la carga administrativa para los médicos. Padilla ha sido tajante y ha asegurado que esta cuestión seguirá presente en la ley. "Nunca ha habido ninguna queja nunca con los podólogos ni con los odontólogos", ha recordado.
De esta manera, según ha explicado, se "reconoce una realidad ya existente", se proporciona "mayor seguridad jurídica" y "equipara titulaciones que tienen el mismo rango". El Secretario de Estado ha descartado el posible cierre de farmacias derivado de la ley y ha pedido "abandonar el catastrofismo".
Finalmente, en cuanto a las críticas sobre el posible cierre de farmacias, se ha instado al sector a abandonar el catastrofismo. "Esto no es ‘La Ilíada’, esto es un anteproyecto de ley que básicamente lo que viene es a intentar reconocer y avanzar en muchas competencias profesionales de los farmacéuticos".
"Todo lo que tiene que ver con el rol del farmacéutico ha mejorado", ha afirmado, destacando que la ley no solo busca regular los precios, sino también proporcionar nuevas oportunidades de trabajo y fortalecer la relación con los pacientes. "Lo que se está buscando es integrar más a los farmacéuticos dentro del sistema, reconociendo su capacidad de asesorar y orientar a los pacientes sobre los tratamientos adecuados", ha concluido Padilla.
El anteproyecto de la nueva ley de Medicamentos, aprobado por el Consejo de Ministros en abril de 2025, se encuentra en fase de audiencia pública hasta el 30 de abril. Luego pasará por informes consultivos, será aprobado como proyecto de ley y remitido al Congreso para su tramitación urgente.