Para muchos iraquíes en pobreza extrema la vida vale un riñón
Noticia Documentos TV
- Los traficantes pueden pagar por un riñón en torno a los 17.000 dólares y venderlo hasta por 40.000
- En Irak se realizan cien trasplantes al mes, la mayoría camuflados como donaciones debido a la corrupción
*Documentos TV, nuevos programas la madrugada del miércoles al jueves a las 00:10 horas en La 2 de TVE y desde las 20:00 en RTVE Play
La crisis económica y el elevado nivel de desempleo que azotan a Irak están empujando a la población, atrapada en la pobreza más extrema, a vender sus órganos para sobrevivir. Documentos TV revela, en Irak, vidas en venta cómo los traficantes se lucran con este negocio que se nutre de las personas más desfavorecidas de la sociedad en medio de la corrupción generalizada extendida por el sistema sanitario iraquí y, según algunos pacientes, también por el gobierno.
Víctimas de la pobreza
En 2003, la coalición liderada por Estados Unidos invadió Irak y derrocó al régimen de Sadam Hussein. Comenzaba entonces una sangrienta guerra civil que trajo consigo la desestabilización del país y la expansión del Estado Islámico en Oriente Medio.
Poco más de dos décadas después, Irak está inmersa en una grave crisis económica plagada de una corrupción generalizada y con unas preocupantes tasas de desempleo.
Um Yousef vendió su riñon y ahora tiene que seguir trabajando con mala salud porque se le ha acabado el dinero © GA&A Productions
Inmersos en estas circunstancias, para muchos iraquíes vender sus órganos es una de las salidas para sobrevivir. “Me operé para vender mi riñón, eso fue hace dos años, pero mi situación ha empeorado”, confiesa Um Yousef, una joven madre de dos hijos, uno de ellos con trastorno del espectro autista.
“Me operé para vender mi riñón, eso fue hace dos años, pero mi situación ha empeorado“
Dice que con ese dinero pagó el tratamiento de su hijo, pudo mejorar algo la vida de su hija, pero ella nunca más ha tenido salud. “Se trata del nivel máximo de pobreza, nadie vendería sus órganos en cualquier otra situación”, asegura Nasrin Kakahama, directora del centro de diálisis de Solimania.
Um Yousef es una de las muchas víctimas del tráfico de órganos en Irak, un negocio, que, según la Sociedad Internacional de Nefrología, se alimenta de las necesidades vitales de 850 millones de enfermos renales crónicos que hay en todo el mundo. Según el portal de datos Statista, cada año, se realizan en el planeta 100.000 trasplantes de riñón, aproximadamente el 15% son ilegales, lo que genera unos oscuros beneficios de unos mil millones de dólares anuales.
Hussein vende un riñón
Cuando Hussein tenía siete años, su padre falleció en un accidente. En cuanto creció, tuvo que sacar adelante a su madre y a sus hermanas. Ahora, está pluriempleado, pero, quitando gastos, le queda un sueldo equivalente a unos 70 euros mensuales. Con ese dinero no es posible formar una familia así que, “dada la difícil situación en la que me encuentro, vender un riñón es la única salida”, afirma.
Hussein es uno de tantos iraquíes azotados por la pobreza que quiere vender su riñón para poner en marcha su proyecto de vida © GA&A Productions
Le explica los requisitos a seguir e intenta tranquilizar a Hussein diciéndole que “todo lo que hago es legal, tengo permisos del Departamento de Salud y de la policía”. La corrupción es tal, que algunos enfermos que necesitan diálisis casi a diario, denuncian al sistema sanitario e, incluso, al gobierno en camuflar el tráfico de órganos por donaciones.
Ahora, el poco tiempo libre que le queda lo dedica a buscar un comprador fiable. “He visto tu publicación en Facebook, dice que compras riñones, ¿cuáles son los precios por un riñón?”, le pregunta Hussein al traficante de órganos. “El precio sería de 17.000 dólares”, le responde.
“A menudo, hablo de riñones con los árabes, los vendedores, y el precio está entre 30.000 y 40.000 dólares“
Así lo expresa Abubakir Khwarahim, enfermo renal crónico, dispuesto a comprar un riñón que le permita salir de la diálisis. “El gobierno sabe que no se trata de una donación”, advierte. “A menudo, hablo de riñones con los árabes, los vendedores, y el precio está entre 30.000 y 40.000 dólares”, prosigue.
Fahrad Qadr sigue luchando por los derechos de los pacientes más pobres © GA&A Productions
“En Irak y en el Kurdistán, el tráfico está controlado por personas indecentes”, puntualiza Fahrad Qadr Muhammad, director de la Organización de Donantes de Órganos del Kurdistán. “Todo esto debería legalizarse”, sentencia, mientras insiste en que su equipo, desde 2013, solo ha realizado cuatro trasplantes de riñón donados.