Teresa Valero publica 'Contrapaso 2': "El cine es lo que hacía soñar a los españoles de los años 50"
- Los protagonistas deberán resolver un crimen relacionado con la censura en el Madrid de los años 50
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En 2011 Teresa Valero (Madrid, 1969) firmó uno de los mejores cómics españoles de lo que va de siglo: Contrapaso. los hijos de los otros (Norma), un homenaje a los periodistas de sucesos que se enfrentaron a la dictadura franquista en los años 50, cuando el robo de niños y el garrote vil convivía con los primeros pasos de la lucha por los derechos de las mujeres y los estudiantes. Ahora, cuatro años después, se supera a sí misma con Contrapaso. Mayores, con reparos (Norma), en donde la llegada del cine norteamericano a España y la arbitrariedad de la censura coincide con los primeros pelotazos urbanísticos protagonizados por la familia del dictador. Una lectura apasionante en la que es imposible no destacar las bellísimas páginas de Teresa, llenas de sorprendentes detalles.
Una historia que comienza en octubre de 1956 cuando un censor eclesiástico aparece muerto en el madrileño cine Carretas (donde la comunidad gay se reunía clandestinamente) con un rollo de película en la boca. Emilio Sanz, el viejo reportero de sucesos y militante falangista volverá a unir fuerzas con Léon Lenoir (hijo de un comunista muerto durante la Guerra Civil pero criado por un militar nacionalista y que estudió en Francia) y Paloma Ríos, dibujante de la revista Mujer de Verdad y una de las pioneras del incipiente feminismo de la época. Y todo eso transcurre en un Madrid que se había convertido en un gran plató de cine barato para las grandes producciones norteamericanas. Una ciudad que crecía por momentos con la llegada de mile de familias buscando una vida mejor (aunque acababan en chabolas), donde ocurrieron esos primeros pelotazos inmobiliarios y donde los primeros alumnos de la Escuela oficial de Cine pensaban que podrían cambiar las cosas con su arte.
De hecho, como ya pasaba en el primer volumen, la historia se inspira en hechos reales: "Quería seguir hablando sobre la censura de la época -nos explica Teresa-, y como el cine estaba tan presente en la vida de esa generación de la posguerra, me pareció ideal. Además, el NO-DO era el vehículo más grande de propaganda porque se proyectaba antes de las películas y lo veía todo el mundo. Y tirando de ese hilo descubrí el documental Notes sur l'émigration: Espagne 1960, rodado clandestinamente por el español jacinto Esteva y el francés Paolo Brunatto (que mostraba la miseria de los pueblos de Andalucía y de los barrios obreros de Barcelona). Un documental que el régimen secuestró y que luego pusieron en la tele remontado y comentado por alguien que denunciaba la falsedad y las malvadas intenciones de un film que solo pretendía desprestigiar a España. Me parecía muy dramático que la historia tuviera ese final".
"La segunda historia en la que me he inspirado -añade la dibujante-, es la de mi suegro, Manuel Díaz Corvera, que durante un tiempo vivió con su padre en una de las cuevas que había en la en la periferia de Madrid. Resulta que el abuelo había acabado trabajando en uno de los almacenes de un famoso constructor de la época, José Banús, al que conocía de antes de la guerra y le pidió ayuda para poder mantener a su numerosa familia. En ese almacén pidió una puerta para poder ponerla en la cueva y que su familia tuviera más intimidad. Y resulta que el encargado del almacén le regaló una puerta buenísima que se había construido para Valdefuentes, la finca de caza de Franco, concretamente para la perrera. Pero resulta que las habían medido mal y las iban a tirar. Y siempre me ha fascinado que lo que para algunos hombres no es digno para sus perros, para otros es la diferencia entre tener o no tener intimidad y hacer que una cueva sea algo más parecido a un hogar. Porque para ellos poder cerrar esa cueva era lo más parecido a tener un hogar".
Y la tercera historia en la que se inspira Teresa es la del pelotazo inmobiliario protagonizado por Pilar Franco, la hermana menor del dictador. "Es un caso bastante documentado que abarca treinta años de fraudes. Todo comenzó con un falsificador que salió de la cárcel durante la guerra civil y consiguió meterse en el Catastro de la República asediada y falsificar planos porque quería quedarse con un terreno. Entonces ve que hay muchísimo lío con las propiedades y consigue hacerse con esa propiedad. Años después, en los 50, quiere conseguir un préstamo hipotecario y esos planos falsos empiezan a pasar de mano en mano y al final crea una finca fantasma con unos terrenos enormes que, en realidad, tiene propietarios legales. Y al final el apoderado de la hermana de Franco compró esos terrenos, que insisto en que tenían otros dueños legales. Y cuando esos terrenos se expropiaron. el ayuntamiento paga una indemnización millonaria a Pilar como si fuera la auténtica dueña".
Página de 'Contrapaso 2. Mayores, con reparos'
"El cine es lo que hacía soñar a los españoles"
El cine es el auténtico protagonista de esta historia, como nos comenta Teresa: "Es lo que hacía soñar a los españoles de los años cincuenta después de la realidad tan dura que tenían y que habían tenido en guerra. Les suponía un escape total. Además, ese cine americano y el glamour de sus estrellas les mostraba otro tipo de vida muy diferente a la que se les imponía a través de la censura y todas las normas morales de la Iglesia. Creo que el cine, en manos del régimen, contribuyó a crear un positivismo y un folclore que era una vía de escape para las vidas grises de la época".
Teresa también muestra lo importante que fue la Escuela de Cine, creada en 1947: "En esos años cincuenta, muchos jóvenes de la escuela habían visto ya ese cine neorrealista italiano y querían hacer un cine un poco más comprometido, más realista, más social, que no tuviera tanto que ver con el folclore español ni con ese sentimiento nacionalista que lo impregnaba todo. Querían hacer un un cine más humano que respondiera un poco a las inquietudes de la sociedad de su tiempo. Pero estaban muy desorientados porque la censura era algo muy arbitrario. No había unas normas claras. Por eso, cuando se juntan en las conversaciones de Salamanca, para intentar hacer un cine que fuera un poco más ambicioso, una de las cosas que pidieron era que, por favor les diesen unas normas claras de censura. O sea, aceptaban la censura, pero querían que fuera mínimamente coherente. Que les dijeran de antemano sobre lo que no podían hablar y no que les devolvieran los guiones mutilados o les negaran el celuloide para rodar. Era una situación en la que sabías que iba a ser de ti. Y solo pedían eso, unas normas a las que atenerse".
De hecho, en el cómic, Teresa también alude a algunos de los casos más recordados de la censura española: "Es muy famosa la anécdota de Mogambo (John ford, 1953), cuando queriendo ocultar un adulterio, los censores cambiaron al amante por el hermano, convirtiéndolo en incesto. En el cómic mezclo esa anécdota con otra de la película Arco de Triunfo (Lewis Milestone, 1948). En ella aparece Ingrid Bergman durmiendo con un señor y cuando le preguntan si es su marido dice que si mientras que vemos que lo niega con la cabeza. Es una cosa muy loca, como Cantando bajo la lluvia. Muchas veces cuando la censura intentaba "arreglar" alguna cosa, acababa creando algo grotesco".
Página de 'Contrapaso 2. Mayores, con reparos'
Frank Sinatra intentando recuperar a Ava Gardner
En el cómic aparecen dos niños pobres que os robaran el corazón, un limpiabotas y una niña que quiere ser actriz, un poco como Marisol. "En esa época, la única esperanza para estos niños -nos cuenta Teresa-, era ser futbolista, torero o actor. Y por eso esta niña va diciendo siempre, con mucho orgullo, que ella es una artista".
En el cómic también se recrea el rodaje en España de Orgullo y pasión (Stanley Kramer, 1957), en el que participaron Cary Grant, Frank Sinatra y Sophia Loren. "Sinatra estaba muy cabreado porque vino a Madrid a ver si podia recuperar a Ava Gardner y ella le daba esquinazo todo el tiempo -nos comenta Teresa-. Elegí esta película porque me venía bien por la época, se rodó en el 56, y porque el retrato que esa película hace de España es super extraño y muy cañí, muy exótico. Y es que esas películas solo pensaban en el espectáculo y había muy poca reflexión detrás".
Página de 'Contrapaso 2. Mayores, con reparos'
"Franco era el único que veía las películas sin censura"
Francisco Franco también tiene un papel destacado en el cómic en el que se nos recuerda que él era el único que veía las películas sin censura. "Es un personaje fascinante y las historias sobre el siempre me han sorprendido -confiesa Teresa-. Sobre todo las relacionadas con el cine, como que escribiese el guion de Raza (José Luis Sáenz de Heredia, 1941 o que tuviera un pequeño papel en La malcasada (Francisco Gómez Hidalgo, 1926), una película muda en la que aparecía muy jovencito, riéndose y vestido de militar. Además modificó el teatro del Pardo para convertirlo en una sala de cine. Patrimonio Nacional me dejó verlo y es una cosa alucinante".
"Además -añade-, se le atribuye esa famosa frase de '¿Ha visto usted algo más tonto que un censor?' Muchos de los cineastas con los que he hablado coinciden en que los censores eran los que se ponían más papistas que el Papa para intentar hacer méritos. Por eso estaban esos censores tan súper duros a título personal. Al parecer Franco les asignaba esa misión y si la cosa iba medio bien no interfería. Y él era el único que veía las películas sin censura en esos pases en el Pardo".
En el cómic también aparecen esas dobles versiones de la época (se rodaba la película para mostrarla en España y luego se añadían escenas más eróticas o violentas para el mercado internacional). "Se empezó a hacer cuando algunas películas tenían fondos extranjeros o era coproducciones. Aunque es verdad que lo que yo he hecho está un poco exagerado para que quede más claro, pero esas dobles versiones se empezaron a rodar a finales de los años 50", nos comenta Teresa".
"En esa época los periódicos también tenían limitados los casos de asesinato de los que podían hablar a la semana, creo que solo eran uno o dos -nos comenta Teresa-. Al régimen no le gustaba que se hablara mucho de esas cosas".
En el epílogo, Teresa confiesa que este cómic es un homenaje al Esperpento de Valle-Inclán y al Berlanguianismo de Berlanga y Azcona. "Creo que son los que mejor han retratado a España. Y que eso se puede aplicar al régimen de Franco que era tan absurdo y tan cutre que la mayoría de las veces no había quien lo entendiese. A veces se ponía súper tremebundo con la censura y otras toleraba ciertas cosas sin que nadie supiera por qué. Y creo que Berlanga y Azcona fueron los que mejor retrataron eso, esa extraña mentalidad del tirano. También esas diferencias de clases que detrás tenían unos razonamientos muy difíciles de entender hoy día. Creo que ellos hicieron un retrato muy divertido, pero a la vez súper veraz".
Página de 'Contrapaso 2. Mayores, con reparos'
Madrid es una de las protagonistas de la historia
La ciudad de Madrid es una de las protagonistas de la historia, gracias a la espectacular recreación que Teresa hace de sus lugares más emblemáticos. "Me he basado en fotografías y en el cine de la época -nos confiesa-. En las películas se ve muy claramente esa línea en la que Madrid se acababa y cómo iban creciendo esos barrios, todo el cinturón de Madrid. Por ejemplo, en El inquilino (José Antonio Nieves Conde, 1957) se ve muy bien como eran Lavapiés, Embajadores... esos barrios populares. Como además las casas estaban muy viejas, se venían abajo y había que demolerlas. Y como había tanta gente sin hogar, las casas se construyeron muy rápido y con unos materiales muy pobres. Recuerdo que yo viví en una de esas casas de Carabanchel y recuerdo que en mi habitación prácticamente se podían plantar champiñones de las humedades que había. Eran casas que se levantaban muy rápido y tenían que ser muy baratas para que la gente las pudiera comprar".
"La población de Madrid se triplicó en muy pocos años porque la gente de los pueblos lo pasaba realmente mal -añade Teresa-. Como nuestras familias, porque muchos somos hijos de inmigrantes que vinieron cuando eran niños tratando de huir de la miseria y de lo dificilísimo que era vivir en los pueblos. Sin olvidar que la posguerra fue mucho más dura en los pueblos que en la ciudad porque todo el mundo se conocía y sabía lo que habían hecho los demás. Y muchos tenían que huir de esas situaciones para salvar la vida".
"Como en las ciudades no había casas para todos -añade-, la gente malvivía como podía y buscaba trabajo, aunque fuera en el estraperlo y el contrabando-. En los años cuarenta y cincuenta se hicieron grandes fortunas en el mercado negro y luego ese dinero se empezó a invertir en esa industria floreciente de la vivienda, para alojar a toda esa gente que estaba llegando".
Página de 'Contrapaso 2. Mayores, con reparos'
Las primeras periodistas
A pesar de meter todos esos interesantes temas, Teresa también saca viñetas para hablarnos del pasado de los protagonistas principales. "Ya sabemos que que León y Paloma se han criado juntos y además han tenido una historia de amor en la adolescencia que acabó un poco mal. Y en el tercer tomo llegaremos al quiz de la cuestión. Por eso he ido soltando pistas y aquí vemos como se enamoran en la adolescencia, porque son almas gemelas que encuentran, se comprenden muy bien y están en un ambiente tan cerrado (son primos) que al final tampoco tienen acceso a mucha más gente. Tienen tan poca libertad en casa que acaban refugiándose el uno en el otro y enamorándose. También quiero contar por qué León está tan falto de cariño. Se sentía muy bien en brazos de su prima y no ha vuelto a sentirse igual desde entonces".
En el primer tomo Teresa hacía un homenaje a esas mujeres periodistas que estaban condenadas a trabajar en revistas femeninas, como la propia Paloma y aquí continua con esa lucha de las mujeres por la conquista de sus derechos. "En el cómic aparece Juanita Biarnes, que fue una de las pioneras del fotoperiodismo deportivo. Una de las que abrió camino porque gracias a ellas y a otras como ella podemos estar donde donde estamos ahora, hemos podido ponernos serias cuando alguien nos menospreciaba. Pero en su época todo el mundo les decía: "tú tenías estar en casa con tus niños", que era algo que tenía que soportar cada vez que pisaba un estadio de fútbol".
"También me gusta mucho el personaje de Charo -continúa-, que está basado en la forense Chus Buitrago. Fueron dos mujeres que tuvieron la temprana vocación de seguir las profesiones de sus padres y tuvieron la suerte de que sus progenitores las apoyaron y nunca tuvieron dudas de que sus hijas podían ser igual de buenos que ellos. Por eso también quería homenajear a esos hombres que decidieron ponerse del lado de sus hijas y apoyarles en esa lucha para poder trabajar en lo que las gustaba".
Página de 'Contrapaso 2. Mayores, con reparos'
Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de Paloma, que dibuja anuncios publicitarios para los periódicos mientras sueña con publicar su propio tebeo. "Es un homenaje a esas artistas de la época, aunque ella sueña más en ser como Carlos Giménez: poder hacer otro tipo de tebeos comprometidos con su época y su sociedad y no quedarse en ese trabajo alimentario que es lo único que le permite poder ser un poco independiente. Porque esa precariedad y soledad del personaje era el precio que pagaba una mujer por querer ser independiente"
Teresa no se deja ningún tema fundamental sobre la época y también nos habla de lo mal que lo pasaban los gays, que eran perseguidos y a los que se podía aplicar la ley de vagos y maleantes. "Si, basándose en esa ley los podían llevar un tiempo a Carabanchel, con la esperanza de que así se podrían curar. Bardem lo contaba muy bien, decía que de vez en cuando te cogían y te asustaban o te llevaban unos días a la cárcel, simplemente para que volvieras a ser dócil. Y eso es lo que hacían con los homosexuales. Si se mantenían ocultos los dejaban, pero en cuando alguien asomaba un poco lo llevaban a la cárcel".
Página de 'Contrapaso 2. Mayores, con reparos'
La llegada de la televisión
El cómic también refleja la llegada de la televisión y cómo fue el final de una época. "La propaganda del régimen se metió en todas las casas -asegura Teresa-. Ya no tenías que ir al cine para que te soltaran la doctrina. Además, el NO-DO era semanal y con la tele empiezan los servicios informativos que te llevan la información y la propaganda a casa. Y es la vía directa de comunicación ideal para, por ejemplo, que el mensaje navideño de Franco llegue a los hogares. Si el cine había sido un buen medio de propaganda, la televisión demostró que era imbatible al servicio del régimen".
Nos gustaría destacar el altísimo nivel de dibujo que teresa mantiene en esas 179 páginas que tiene el tebeo. "El cómic es una cosa de galeotes. Cada día -durante meses-, te levantas y te pones a dibujar hasta que te haces la media que te habías planteado. Y cuando una viñeta se te resiste más de la cuenta, ese día tienes que picar un poco más de piedra. Lo fundamental es no perder la motivación porque cuando ya estás dibujando el cómic, entras en un periodo que es como calma chicha. Como si fueras un náufrago en una balsa y cada día tienes que ir suplicando que sople el viento a tu favor. Avanzar cada día un poquito hasta que ves la meta en el horizonte. Hacer un cómic tan largo como este es realmente duro", nos confiesa Teresa.
En cuanto al tercer y último tomo de Contrapaso, que ya esperamos ansiosos tras este estupendo segundo capítulo, Teresa nos avanza que: "Me gustaría hablar de la de la Sección femenina y de cómo estaban las mujeres entonces. También de cómo se vivió la guerra civil y la posguerra en la España rural. Por eso que hablaba de que en las ciudades era más fácil esconderse, pero en los pueblos era prácticamente imposible, sobre todo para las mujeres. Y me gustaría terminar con la llegada de la Democracia y ver un poco qué ha sido de los protagonistas cuando cae la dictadura y se intenta hacer un país nuevo con nuevas reglas de convivencia. Y ver cómo eso afectó también al periodismo y si realmente la Democracia trajo la libertad absoluta o solo nuevas formas de censura que igual no eran tan fáciles de identificar".
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