La DGT edita una "guía para cuidar a los conductores mayores"
- La DGT recomienda no prohibir coger el coche de forma drástica a los conductores mayores
- La guía facilita cuestionarios a nivel cognitivo, emocional y físico
“Papá, mamá, me da miedo, yo os llevo, no estáis para conducir, os podría pasar algo”.
Frases como esta, escuchada en miles de hogares de nuestro país, generaba caras de tristeza, frustración y resignación a muchos de nuestros mayores. Ahora, la DGT ha publicado una guía donde recomienda precisamente lo contrario: no prohibir coger el coche de forma drástica a los conductores mayores.
Y lo ha hecho a través de la Guía de Consejo Sanitario Vial para el conductor mayor y su entorno próximo, dirigida también al entorno familiar y social más cercano de nuestros mayores. Una guía que da herramientas y pautas para que las familias puedan tener información, confianza y seguridad para abordar el tema de una manera razonada. Así se evita la carga emocional que supone la prohibición de conducir, de manera drástica. Una situación no recomendada salvo que detectemos un número importante de señales de riesgo que justifiquen un abandono de la conducción, de manera planificada.
La DGT anima a los familiares a recabar información sobre la conducción de sus mayores
A partir de los 70 años, la DGT recomienda iniciar la vigilancia de la salud de manera especial y su repercusión en la conducción, aunque esto no depende tanto de la edad sino de las capacidades físicas y mentales de la persona que conduce. La prevención es uno de los vértices de una guía que facilita dos cuestionarios (uno para el conductor mayor y otro para el familiar) divididos en tres áreas: a nivel cognitivo y emocional, a nivel físico y a nivel particular de conducción.
Entre otras preguntas, se plantea: si la persona conductora tiene dificultades para hacer varias cosas a la vez, si olvida de qué está hablando, si tiene momentos de mucha ira o tristeza sin motivo, si se desorienta, si le cuesta ver correctamente a varios metros de distancia, si no oye bien, si le cuesta cambiar de marcha o pisar el embrague. Cuestiones que se complementan con otras relacionadas con lo cotidiano como pequeños accidentes, caídas, o descuidos. A tener en cuenta, también, si los otros conductores le tocan el claxon con frecuencia o si siente que el uso de medicamentos interfiere con su capacidad para conducir bien.
En función de las puntuaciones obtenidas, los conductores mayores y sus familiares podrán comprobar si se encuentran ante situaciones normales, donde deben mantener la vigilancia de la conducción (menos de 70 puntos, color verde); si la situación es de riesgo medio, donde deben plantearse una intervención para adaptar su conducción (de 70 a 110 puntos, color amarillo), o si el riesgo es elevado, donde será necesaria una intervención urgente (entre 110 y 150 puntos, color rojo).
Además de los cuestionarios, la DGT anima a los familiares a recabar información sobre la conducción de sus mayores, a través del entorno, amigos, farmacéutico, médico de familia, centro de reconocimiento de conductores o jefaturas provinciales de tráfico.
La DGT recuerda que antes de la pérdida definitiva del permiso de conducir, las normas de tráfico contemplan una serie de condiciones que restringen la conducción a determinados espacios y situaciones. Las restricciones que más se imponen a los mayores por su seguridad suelen ser: limitar el radio de conducción a 20 ó 50 kilómetros a la redonda de su lugar de residencia; que solo se pueda conducir por el día, sin llevar pasajeros en el vehículo o con una determinada limitación de velocidad.
Continuar conduciendo a una edad avanzada es todo un reto. GETTY
Tratar de manera respetuosa
En todo caso, la DGT recomienda a los familiares que, cuando detecten la necesidad de adaptar la conducción de sus mayores lo hagan de forma "respetuosa, considerada y sobre todo programada", intentando que la persona mayor "no se sienta atacada ni amenazada (y menos castigada)" con la posibilidad de tener que prescindir del permiso de conducir.
La guía aconseja a los familiares que realicen una observación y evaluación de la situación y eviten guiarse "por impulsos, prejuicios, falsas impresiones o hechos puntuales”. Elaborar un plan que incluya alternativas como no conducir por autopistas, de noche, limitar los trayectos largos, utilizar de manera esporádica algún tipo de transporte público son algunos de los consejos propuestos.
La guía también incide en “la importancia de escuchar las preocupaciones y sentimientos de la persona mayor, que se sienta escuchado y comprendido”, que se pueda expresar con total libertad, incluso sin estar de acuerdo inicialmente.
A medida que tenemos más años es preciso estar más atento a momentos de cansancio durante la conducción. GETTY
Incluir al conductor mayor en la decisión
Además, la DGT recomienda a los familiares buscar el momento oportuno para hablar de este tema y "evitar siempre la acción más habitual en estas situaciones: quitarle al mayor las llaves del coche y prohibirle conducir" para que la situación no derive "en una discusión violenta y hostil, que puede terminar en un gran enfado y conflicto en el seno de la familia". Por ello, insiste en la necesidad de incluir al conductor mayor en la decisión.
Aparte de la Guía de Consejo Sanitario Vial, la Estrategia de Seguridad Vial para Mayores incluye otras herramientas como, por ejemplo, los llamados 'Itinerarios', una guía que, de una manera breve y visual, explica conceptos clave como el significado de nuevas señales; o una serie de videos educativos que recrean escenarios habituales en la vida de una persona mayor.
Por otro lado, la DGT tiene previsto poner en marcha, en los próximos meses, un curso de formación para profesionales del ámbito sanitario, social o educativo, que trabajen con personas mayores, ya sea en entidades públicas o de iniciativa social.