Birmania se enfrenta a la falta de ayuda humanitaria cuando se cumple una semana del terremoto
- La ONU estima que el terremoto ha afectado a más de 17 millones de personas
- Tailandia no encuentra supervivientes entre las casi 80 personas atrapadas bajo los escombros de un rascacielos de Bangkok
Cuando se cumple una semana del fuerte terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el centro-norte de Birmania (Myanmar), el balance de víctimas se sitúa en los 3.085 muertos, 4.715 heridos y 341 desaparecidos. Mientras continúa la búsqueda de desaparecidos, el calor, las lluvias y la insalubridad amenazan a miles de supervivientes.
Las zonas más impactadas por el terremoto, con epicentro en la región de Sagaing, a unos 17 kilómetros de Mandalay, continúan en una grave situación de precariedad ante la falta de ayuda y el impacto de la temporada de verano este mes, que sube el termómetro a unos 40 grados con lluvias monzónicas. Los medios regionales informan de que solo el 10 % de las zonas de Birmania afectadas por el terremoto "están cubiertas por la ayuda humanitaria".
La jefa adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el país, Elene Vuolo, ha apuntado que existe "un riesgo muy alto de brotes de cólera" por el daño en el sistema de saneamiento, la falta de acceso a agua potable y las altas temperaturas. Solo en Mandalay, una de las ciudades más afectadas, alrededor de 9.000 personas sin hogar se han asentado en albergues improvisados o refugios temporales establecidos por organizaciones humanitarias.
La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU estima en su último boletín que el terremoto ha afectado a más de 17 millones de personas en 57 de los 330 municipios de este país de unos 54 millones de habitantes.
Un terremoto tipo "especial" de falla de desgarre
Las últimas investigaciones apuntan a que el seísmo fue un tipo "especial" de falla de desgarre. La ruptura fue de gran tamaño, unos 450 kilómetros de largo por 15 de ancho, y más rápida de lo normal, en aproximadamente 80 o 90 segundos. Esto provocó que tuviese efectos tan intensos en lugares situados a más de mil kilómetros del epicentro, como Bangkok. En la capital tailandesa, una torre en construcción colapsó por completo y muchos edificios se tambalearon, dejando la peculiar imagen del agua de las piscinas de varias azoteas cayendo como una cascada, a pesar de la distancia con el foco del temblor.
Varias personas se bañan en el río Irrawaddy frente al derruido puente de Ava en Sagaing, el 2 de abril de 2025 Sai Aung MAIN / AFP
Birmania está localizada encima de la falla de Sagaing, una fractura en el terreno de más de 1.200 kilómetros que atraviesa el país de norte a sur entre las placas India y Euroasiática, que se mueven de forma horizontal entre ellas. Es esto lo que se define como una falla de desgarre.
La zona ha registrado decenas de réplicas en la última semana, la más alta una de magnitud 6,4 que se produjo apenas 10 minutos después del temblor principal. En este caso se ha producido además en una zona de elevada sismicidad con mucho movimiento de placas, casi diez veces más que en España. Esa elevada intensidad queda patente en los registros históricos de la zona, con seis terremotos con magnitud igual o superior a 7 en los últimos 125 años, el mayor de ellos en 1912 (7,9).
Tailandia no encuentra supervivientes en el rascacielos de Bangkok
Las autoridades tailandesas han reconocido este viernes que no han logrado encontrar supervivientes entre las casi 80 personas que quedarían atrapadas por el colapso de un edificio en obras en Bangkok. "Hemos buscado a fondo en cada punto al que hemos podido acceder, en cada hueco y grieta. No hemos encontrado supervivientes en estos espacios", ha declarado durante una rueda de prensa el gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt.
El político ha señalado que los equipos de rescate ya no detectan signos vitales en el lugar donde el jueves se escuchó un ruido atribuido a una mujer atrapada por el derrumbe. "Es un momento triste para todos, pero creemos que (los equipos de rescate) lo hicieron lo mejor que pudieron", ha puntualizado el regidor.
Las autoridades mantienen en 15 el número de cadáveres recuperados en este lugar, donde se edificaba la futura Oficina del Auditor General. Los trabajadores desaparecidos son 79, de los más de 300 que se encontraban en las obras en el momento del derrumbe.
Una persona habla por su teléfono móvil en el solar de un rascacielos en construcción que se derrumbó tras un terremoto en Bangkok, Tailandia, el viernes 4 de abril de 2025. AP Photo/Manish Swarup
Chadchart ha indicado que a partir de este viernes la misión se centrará en la "recuperación" de cadáveres y la "demolición" de partes de la obra al retomar el uso de maquinaria pesada, suspendido temporalmente tras detectar señales de vida. Sin embargo, un equipo de emergencia seguirá rastreando posibles signos vitales. Las tareas de desescombro podrían tardar hasta 60 días.
En Tailandia, un total de 22 personas perdieron la vida a raíz del terremoto, entre los 15 del edificio derruido. En el recuento no entran los 79 desaparecidos.
Foro de cooperación en Bangkok
Este viernes, el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, que detenta el poder desde el golpe de Estado de 2021, asiste a un foro regional en Bangkok. Es uno de los escasos viajes al extranjero del líder militar, a excepción de países como Rusia y China, que proveen de armas e inversiones a una Birmania aislada internacionalmente desde el golpe.
Min Aung Hlaing participa en el foro de cooperación económica y técnica (BIMSTEC), donde también estarán presentes el primer ministro indio, Narendra Modi, y el jefe del Gobierno interino de Bangladés y nobel de la paz, Muhammad Yunus. Antes de viajar a Bangkok, Min Aung Hlaing anunció una tregua de tres semanas para facilitar la ayuda humanitaria, mientras la oposición, la ONU y ONG piden al régimen castrense que no la utilice como "arma de guerra" y permita el acceso y su entrega a zonas bajo dominio de grupos rebeldes.
Sin embargo, Naciones Unidas ha denunciado este viernes que la junta militar impide a sus trabajadores humanitarios llegar a las zonas afectadas por el seísmo. También les acusan de atacar al territorio con bombardeos y drones estos lugares. La oficina de derechos humanos de la ONU cifra los ataques en 53 en esta semana, incluso después del alto el fuego temporal. Alerta así de una situación catastrófica ante la falta de ayuda humanitaria.