Al menos 21 migrantes muertos, incluidos tres niños, tras tres naufragios en el Egeo oriental
- La primera embarcación se hundió al norte de la isla griega de Lesbos
- Las autoridades turcas han informado sobre el hundimiento de otro bote en las mismas aguas
Al menos 21 personas migrantes, entre ellas tres menores de edad, han muerto este jueves al naufragar tres embarcaciones al norte de la isla griega de Lesbos y en la costa de Turquía, según el balance de víctimas de la policía portuaria. Viajaban en balsas tras partir de la cercana costa turca. Entre las cuatro primeras víctimas rescatadas del mar había un niño, una niña y dos mujeres. Son menos de 20 km la distancia que separa las costas entre ambos países.
Cerca de las 2 de la madrugada, los guardacostas griegos localizaron un primer bote en el momento en el que empezaba a llenarse de agua y lograron rescatar con vida a 23 personas. Todas ellas procedían Afganistán y Siria y han sido enviadas a centro de refugiados en Lesbos, en el mar Egeo oriental. Poco después, un helicóptero localizó en el mar siete cadáveres, tres mujeres, un hombre, dos niños y una niña. Según han señalado los rescatados a las autoridades, en la balsa había un total de 31 personas, por lo que una estaría desaparecida.
Por otra parte, las autoridades turcas han informado sobre el hundimiento de otro bote en las mismas aguas, con nueve muertos y 25 supervivientes. Los migrantes rescatados, de nacionalidades hasta el momento desconocidas, fueron primero trasladados a la costa turca y luego enviados en ambulancias a hospitales en las provincias de Balikesir y Çanakkale, según la agencia de noticias oficial turca Anadolu. Los guardacostas del país seguían cerca del mediodía rastreando la zona del accidente con aviones y drones, al estimar que falta aún una persona por localizar.
Una puerta de entrada a la UE
Entre 2015 y 2016, Grecia fue la puerta de entrada a la UE más concurrida, cuando cerca de un millón de migrantes y refugiados procedentes de Oriente Medio, África y Asia desembarcaron en las islas, la mayoría en lanchas neumáticas.
El flujo de personas disminuyó durante años, pero desde 2023 ha vuelto a crecer. De hecho, en junio de ese mismo año tuvo lugar uno de los naufragios más mortíferos de los últimos tiempos en el Mediterráneo, cuando un pesquero oxidado y sobrecargado procedente de Libia se hundió con más de 750 personas a bordo, de las que se cree que fallecieron más de 600. Hubo 104 supervivientes.
En ese mismo año aumentó un 54,5% el número de personas migrantes que llegaron a Europa de manera irregular. La mayoría de estas llegadas se realizaron por vía marítima, con Italia, España y Grecia como los principales destinos.
El riesgo de estas travesías se refleja las 4.064 personas que perdieron la vida o desaparecieron en 2023 en las rutas del Mediterráneo y el Atlántico, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.
El año pasado al menos 125 inmigrantes murieron en el este del Mediterráneo, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).