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Las entidades de acogida de familiares de enfermos con tratamientos en Barcelona alertan de la falta de alojamientos

  • Durante el 2024, diversas asociaciones y fundaciones han ofrecido más de 66.000 pernoctaciones a pacientes
  • Las entidades de acogida reclaman que mayor coordinación entre ciencia y apoyo social
María José Martín junto a su marido Jesús, a quien cuida
B. GÁLVEZ / C. DÍAZ

La falta de oferta de pisos en Barcelona afecta a todo el mundo. También a las entidades que ofrecen alojamiento a pacientes y familiares que se tienen que desplazar en Barcelona para recibir tratamiento. Durante el 2024 tuvieron que denegar 185 peticiones por falta de pisos, un 16% más que en 2023. Aun así, ofrecieron más de 66.000 pernoctaciones. Las entidades sociales advierten que cada vez es más difícil cubrir toda la demanda de alojamientos.

Es lo que le sucedió a Jesús y su mujer, María José, que son de Zaragoza y tuvieron que venir a Barcelona para el trasplante de pulmón al que se tenía que someter Jesús. "Él empezó a buscar hoteles, se nos iba de las manos", recuerda María José, que cuida a su marido.

Cómo ellos, esta es la situación de centenares de personas que vienen en Barcelona cada año para someterse a intervenciones o tratamientos complejos. Estas personas son derivadas en los principales hospitales de tercer nivel de la ciudad desde otros puntos de Cataluña, otras comunidades autónomas u otros países. La situación es complicada, puesto que los costes de un hotel en Barcelona son muy elevados y la posibilidad de encontrar un piso de alquiler sin saber bien cuánto de tiempo tendrán que permanecer cerca del centro sanitario es muy cara y casi imposible.

El impacto económico para el paciente y su familia

Desde el Valle de Hebrón son conscientes de las consecuencias de enfermar y tenerse que desplazar. "El ingreso de un paciente en el hospital tiene un impacto económico importante. Primero, porque dejan de tener los ingresos habituales y segundo, por el aumento de gastos que existen", asegura Eurnice Blanco, jefe de trabajo social del Hospital Vall de Hebrón.

Aun así, las entidades de acogida este último año han atendido 838 pacientes diferentes, 651 fueron acogidas en recursos propios de las entidades, mientras que el resto pudieron ser ubicadas en hoteles, gracias a convenios de colaboración, lo cual los permitió acceder de manera prácticamente gratuita. Además, también atendieron 2.000 personas en total, contando los acompañantes.

La estancia media en los pisos es de 33 días

La Fundación Jubert Figueras, es una de las que ofrece soluciones habitacionales en Barcelona a familiares y pacientes. Le ofreció a Jesús y María José un piso compartido con otras familias hospitalizadas de fuera de la ciudad. Un alojamiento con cada vez más demanda. "Mucha gente viene a tratarse aquí porque solo lo hacen aquí. El hecho de ofrecer este alojamiento da mucha paz", señala alba Sogués, trabajadora social de la Fundación Jubert Figueras.

La duración de las estancias varía en función de los tratamientos y las patologías, oscilando desde uno o dos días en el caso de pruebas diagnósticas hasta varios meses o un año en el caso de los trasplantes. La estancia media en los pisos es de 33 días. Incluso, crea un vínculo especial entre las familias con las cuales comparten los espacios durante el tratamiento.

"Te vas, hasta ahora; te pasa algo, nos ayudamos... Es más, nos llamamos: 'Hasta mañana, familia, adiós, familia'. No nos conocemos de nada, pero hay unión", asegura Jesús.

Otra paciente, Tatiana Olano, de 56 años, es paciente de leucemia y ha necesitado un trasplante de médula ósea de donante no emparentado localizado por el REDMO de la Fundación Josep Carreras, pero para someterse a este tratamiento, se ha tenido que desplazar además de 160 km de casa suya.

La coordinación entre ciencia y apoyo social es clave

Después de un trasplante de este tipo, el paciente tiene que permanecer cerca del hospital durante unos meses por si hay alguna complicación o urgencia. En su caso, necesitó 109 días al alojamiento solidario. "El 50% del tratamiento el Valle de Hebrón y el otro 50% la fundación", asegura Olano.

El objetivo de las entidades es reducir la presión hospitalaria en Barcelona, ofreciendo alojamiento a pacientes desplazados, derivados por los servicios sociales de los hospitales. Las entidades de acogida reclaman que la coordinación entre ciencia y apoyo social es clave para garantizar una atención equitativa y evitar que ningún paciente ni familia quede desprotegida. Si bien los adelantos médicos permiten el incremento de trasplantes y los tratamientos domiciliarios, el coste elevado de la vivienda hacen que estos recursos residenciales sean más necesarios que nunca.

Para que todo el mundo tenga esta oportunidad, las entidades sociales hacen un llamamiento a que el sistema de salud público sea quien ofrezca el servicio de alojamiento solidario.