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Piden cambiar la normativa para que un niño en silla de ruedas pueda acudir al concierto de Extremoduro

  • Kyran quiere asistir con su hermana y sus padres, pero la norma solo permite un acompañante
  • Las fundaciones defienden que el ocio debería ser igual para todos con espacios completamente accesibles

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Una madre pide que se cambie la normativa para que su hijo en silla de ruedas pueda acudir al concierto de Extremoduro
La organización de consumidores FACUA denuncia la discriminación por tener que disfrutar de conciertos sin un grupo de amigos como los demás o tener que ir al cine y ver la película desde la primera fila

Los festivales de música comenzarán pronto su temporada veraniega. Los carteles de las actuaciones ponen fecha y los recintos de toda la geografía se preparan para recibir a artistas y a un público deseoso de disfrutar de actuaciones, música en vivo y los espectáculos audiovisuales que las acompañan. Sin embargo, Kyran, un niño de ocho años en silla de ruedas, no podrá disfrutar del concierto de su grupo favorito, Extremoduro, debido a que la normativa solo le permite que le acompañe una persona.

Además de la entrada para Kyran, sus padres compraron también para su hermana y para ellos, por lo que deberían rifarse quién acompañaría al menor en el espacio reservado a las personas con movilidad reducida.

"Siempre ha escuchado a Robes en casa y se sabe todas las letras, incluso mejor que yo. Siempre nos había pedido ir a un concierto, por lo que en las Navidades pasadas le compramos a él y a su hermana unas entradas", explica la madre a RNE. Finalmente, se sumaron también los padres, ya que querían acompañar a los menores y disfrutar todos juntos del espectáculo. Sin embargo, este fan de ocho años no lo va a poder disfrutar como quiere, junto al resto de su familia.

Ante esta situación, su madre pide cambiar la normativa en cuanto al número de acompañantes que pueden acudir con una persona con movilidad reducida. "En temas de cultura y de espectáculos sigue habiendo esa barrera en la que solo puede ir uno. Yo nunca, en mi vida, he ido a un concierto sola. Mi hijo quiere estar con su hermana y son los dos iguales", añade la madre, quien explica que ambos son menores y no les puede dejar estar solos en la plataforma.

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No existe amparo legal

Legalmente, no van a poder disfrutar del concierto juntos, según ha explicado a RNE el portavoz de la organización de consumidores FACUA, Rubén Sánchez. "No pueden encontrar amparo en ninguna norma para exigirlo", ha subrayado. Por su parte, los promotores defienden que cumplen con la normativa y se han puesto en contacto con la familia. 

Desde el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad defiende que continúan luchando por una inclusión plena. Así lo ha recalcado Luis Cayo, presidente del CERMI, a RNE, quien ha explicado que todavía se enfrentan a muchas situaciones en las que no existe accesibilidad en los conciertos, ya sea porque nos se reúnen las condiciones de buena visibilidad o de la acústica.

Al mismo tiempo, la organización denuncia la discriminación por tener que disfrutar de conciertos sin un grupo de amigos como los demás o tener que ir al cine y ver la película desde la primera fila. Por el momento, la normativa no permite que las personas con movilidad reducida entren a la pista, ni que se sienten en otras gradas o que disfruten de los conciertos con los acompañantes que decidan llevar.

Espacios completamente accesibles

Hace unos meses conocimos también la historia de Lucía, cuyo video denunciando el sitio donde iban a colocarla en un concierto de la artista Aitana, en Santander, llegó a los diez millones de visualizaciones. Sus padres, cansados de encontrarse con continuos obstáculos en conciertos, en las playas, el cine, y otros espacios públicos, grabaron un vídeo denunciándolo, que recibió el agradecimiento de miles de familias con menores con diversidad funcional y que se encontraban con los mismos obstáculos.

Pese a que la normativa establece que la ubicación debe de estar próxima al escenario, la salida de emergencia y baños, estando comunicados con el itinerario peatonal accesible, en muchas ocasiones sigue sin ser así. Por otro lado, los asistentes en silla de ruedas deben sobrepasar la altura del resto de las personas que se encuentran de pie o de cualquier obstáculo que interfiera en su visión para tener buena visibilidad. Sin embargo, en el caso de Lucía, su espacio reservado en el concierto se encontraba en una esquina al fondo.

Las fundaciones continúan demandando espacios completamente accesibles, ya que así no sería necesario contar con zonas especialmente reservadas. Además, defienden que el ocio debería ser igual para todos, ya que todos deberíamos de tener los mismos derechos.