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Estados Unidos veta la entrada de Palestina en la ONU como Estado de pleno derecho

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EE.UU. veta la entrada de Palestina en la ONU

Estados Unidos ha vetado este jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución presentada por Argelia para solicitar la membresía de Palestina como Estado de pleno derecho de la ONU, y no como mero observador, una petición planteada por vez primera en 2011, pero que entonces ni se llegó a votar.

El martes, Argelia, miembro de turno del Consejo, puso el borrador de resolución a disposición de los otros estados miembros para que planteasen eventuales enmiendas, pero deliberadamente el texto era muy simple, para que fuese difícil recibir retoques. "Es hora de que Palestina asuma su lugar legítimo, en el sitio que merecen en la comunidad", ha defendido el embajador argelino ante la ONU. Pero no ha salido adelante, a pesar de los 12 votos a favor en el Consejo, dos abstenciones (Inglaterra y Suiza) y el único voto en contra de EE.UU.

Incluso los países que se habían mostrado ambiguos durante los discursos previos (como Francia, Japón, Corea y Ecuador) se han sumado finalmente a la petición palestina.

"Llegará la paz de la inclusión de Palestina y no la exclusión. Nuestra respuesta debe ser clara: admitan a Palestina como primer paso fundamental hacia la paz", ha añadido Argelia.  

El Consejo ha estado debatiéndolo durante todo el día en una sesión sobre la cuestión este jueves. Por la mañana han intervenido los 15 miembros del Consejo, más los países que han solicitado participar —entre ellos España, con su ministro de Exteriores, José Manuel Albares—, y por la tarde ha sido la votación de la resolución.

El veto de EE.UU. evita el reconocimiento de Palestina

La condición de Palestina como Estado pleno ha contado con una mayoría aplastante en el Consejo "salvo dos o tres países", pero uno de ellos es Estados Unidos, que tiene derecho de veto y ha abortado así la operación.

Es la cuarta vez desde el pasado 7 de octubre que Estados Unidos utiliza el veto en favor de Israel: antes de este jueves, ha vetado tres resoluciones que pedían un alto el fuego inmediato en Gaza con argumentos como que no reconocían el derecho de Israel a defenderse o que una tregua solo serviría para el rearme de Hamás.

Pero esa eventualidad obliga a EE.UU. a significarse de nuevo como un país contrario a la voluntad de la mayoría del mundo, y en todo caso no evita que la cuestión pase a la Asamblea General, donde por una reciente reforma del reglamento desembocan todos los temas que son objeto de veto en el Consejo. Aunque en la Asamblea las resoluciones no son vinculantes, pero tienen alto valor simbólico. 

El reglamento dice que cada resolución vetada debe luego aterrizar en la Asamblea "dentro los diez días laborables siguientes", es decir, en este caso, hacia el 7 de mayo.

Con esta reforma se pretende limitar el uso del veto, porque así se obliga a uno de los cinco miembros permanentes que así lo utilice (EE.UU., Rusia, China, Francia y Reino Unido) a ofrecer explicaciones en la Asamblea, donde se sientan todos los países, grandes o pequeños, en pie de igualdad.

Fue la Asamblea la que en 2012 votó la admisión de Palestina como Estado observador —un estatus que comparte solo con el Vaticano—, con el apoyo de 138 estados, 41 abstenciones y 9 votos contrarios (EE.UU., Israel, Canadá, Panamá, República Checa y algunos micropaíses de Oceanía que sistemáticamente votan con EE.UU.). 

Si ahora la Asamblea volviese a votar sobre el Estado palestino —aunque sea sin fuerza vinculante—, se da por hecho que habrá mucho más que 138 países favorables, lo que subrayará de nuevo la soledad de Estados Unidos en su oposición a elevar el rango de Palestina.

Con la de este jueves es la segunda vez que Estados Unidos veta la entrada un país desde 1976, cuando no permitió adherirse a Vietnam.

Los argumentos del Comité de Admisiones 

El Comité de Admisiones es un órgano casi desconocido del Consejo de Seguridad formado por personal de los 15 países miembros en ese momento; puede pasar años sin reunirse, dado que las entradas de nuevos miembros en la ONU suceden muy de vez en cuando (la última fue la de Sudán del Sur en 2011).

En esta ocasión, el Comité se ha reunido en dos ocasiones, el 8 y el 11 de abril y no ha llegado a ningún consenso, pero en el informe final que tuvo que redactar, y que fue filtrado a la prensa, quedó claro por qué eso no sucedió.

Algunos miembros —reza el informe, sin citarlos— consideraron que la petición de Palestina "es prematura" y que "la única opción viable para una paz sostenible y duradera era una solución negociada (con Israel)", un vocabulario que remite palabra por palabra a la postura de Washington. Ante esas reticencias, el Comité "fue incapaz de hacer una recomendación unánime". 

Sin embargo, la insistencia de Argelia, que cuenta con el apoyo unánime del llamado Grupo Árabe en la ONU, más el apoyo de la presidencia del Consejo —este mes en manos de Malta, un país que con España encabeza la reivindicación palestina en la ONU— han hecho que finalmente la cuestión se convierta en una resolución de carácter histórico.

Egipto, Jordania y Japón muestran su disconformidad por el veto

Jordania y Egipto, firmantes de la paz con Israel y este último clave mediador entre los palestinos e Israel, han expresado su "profundo pesar" por la "incapacidad" del Consejo de Seguridad de la ONU de aprobar la entrada de Palestina como miembro de pleno derecho en las Naciones Unidas, de la que ahora es solo estado observador.

En la primera reacción árabe, el Ministerio de Exteriores egipcio ha criticado implícitamente el veto de Estados Unidos a una resolución del consejo que abría la puerta a la entrada de Palestina en la ONU, ya que se produce "en un momento crítico", y ha instado a los "países que buscan la paz" a "actuar con responsabilidad para reavivar el proceso de paz" en Oriente Medio. 

Asimismo, el Gobierno de Japón ha lamentado el veto, al considerar que Ramala cumple los requisitos exigidos para entrar en la ONU. "Japón considera que la votación en el Consejo de Seguridad sobre la entrada de Palestina en la ONU debería haber permitido la participación de todos los países implicados. Es lamentable que no haya sido así", ha dicho el portavoz gubernamental japonés, Yoshimasa Hayashi, a raíz del resultado.

Por su parte, el grupo islamista palestino Hamás ha condenado enérgicamente la postura de Estados Unidos respecto al veto.