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La nobel de la paz Narges Mohammadi inicia una huelga de hambre coincidiendo con la ceremonia de entrega del premio

  • La activista iraní cumple una pena de cárcel de diez años en la prisión de Evin de Teherán
  • Con esta acción, busca solidarizarse con la persecución que sufre la minoría religiosa bahaí en Irán

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La nobel de la paz iraní Narges Mohammadi inicia una nueva huelga de hambre

La nobel de la paz iraní Narges Mohammadi inicia una nueva huelga de hambre este domingo, coincidiendo con la ceremonia de entrega del premio en Oslo, para solidarizarse con la persecución que sufre la minoría religiosa bahaí en Irán, donde se encuentra encarcelada.

El anuncio ha tenido lugar durante la tradicional rueda de prensa en el Instituto Nobel la víspera de la ceremonia de entrega del galardón, que Mohammadi recibirá este año por su lucha en defensa de los derechos de las mujeres iraníes.

Según ha explicado su esposo, Taghi Rahmani, durante la comparecencia, en la que también han estado presentes sus hijos Ali y Kiana, todos exiliados en Francia, la decisión obedece a la falta de libertad religiosa en Irán.

"La discriminación ha sido institucionalizada en Irán, el régimen es una teocracia, es el clero quien nos gobierna", ha dicho Rahmani.

La religión bahaí es considerada una herejía por los musulmanes

La religión bahaí, considerada una herejía por los musulmanes, fue fundada en el siglo XIX por un clérigo chií iraní, y en la actualidad la profesan cerca de seis millones de personas en más de 200 países, según datos de la propia comunidad.

En Irán viven actualmente unos 300.000 bahaís, que denuncian persecución religiosa, encarcelamiento y ejecuciones por parte del régimen, una acusación que niegan las autoridades.

Mohammadi, de 51 años, ya había realizado una huelga de hambre de tres días el mes pasado para protestar por la falta de cuidados médicos en prisión y el uso obligatorio del velo islámico, después de que se le negase ir a un hospital para someterse a una revisión porque rechazó usar un hiyab.

La activista iraní cumple una pena de cárcel de diez años en la prisión de Evin de Teherán por "la difusión de propaganda contra el Estado" y lleva años entrando y saliendo de prisiones iraníes. Su activismo le ha costado 13 detenciones, cinco condenas de 31 años de prisión en total y 154 latigazos.

Ante la negativa del régimen iraní a liberar a Mohammadi, su padre y sus hijos estarán presentes en el Ayuntamiento de Oslo para recibir el Nobel de la Paz en su lugar.