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Hacinamiento, torturas y suicidios: la situación "crítica" de algunas cárceles italianas

  • La asociación Antigone denuncia que solo en 2022 murieron por suicidio 85 presos, la cifra más alta hasta ahora
  • Aún está abierto el mayor caso de torturas de Europa, el sucedido en la cárcel de Maria Capua Vetere

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La situación "crítica" de las cárceles italianas

El suicidio de tres presos en Italia durante este fin de semana ha vuelto a poner el foco en las condiciones de algunas prisiones del país. Según ha denunciado la asociación Antigone, que lleva años documentando la situación "crítica" de las cárceles, los reclusos enfrentan desde hacinamiento hasta torturas.

El colectivo Antigone cuenta con permiso del Ministerio de Justicia y cada año entra en los centros penitenciarios, habla con los reclusos y elabora un informe anual. A través de dicho documento se sabe que el principal problema de las prisiones italianas es el hacinamiento, una dificultad endémica que coloca a Italia como el país europeo con mayor tasa de ocupación en las cárceles. Con una población reclusa de 57.000 personas, la capacidad actual del sistema es únicamente de 50.000.

Según explica a TVE Sofía Antonelli, miembro de la asociación italiana, el segundo problema de las cárceles del país es el suicidio. Solo en 2022 murieron por esta causa 85 presos, el dato más alto registrado hasta la fecha y que Antigone asocia con la escasa capacidad de los centros penitenciarios de valorar y tratar las patologías psiquiátricas.

Antigone ha documentado igualmente situaciones de violencia. Aún está abierto el mayor caso de torturas de Europa, por el que han sido procesados un centenar de funcionarios de la cárcel de Maria Capua Vetere, al sur del país. Las imágenes capturadas en esta prisión se hicieron públicas en 2021, después de que los agentes reprimiesen una revuelta durante el primer confinamiento por la pandemia de coronavirus.

Meloni prepara la eliminación del delito de tortura

Las problemáticas en las cárceles italianas han vuelto a ser un tema de actualidad después de que el Gobierno de Georgia Meloni anunciara que tiene preparada una modificación de la ley para limitar o incluso eliminar el delito de tortura.

La ultraderecha italiana, tanto la formación de Meloni como la de su socio y vicepresidente Matteo Salvini, la Liga, han criticado tradicionalmente esa legislación porque creen que desampara a los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

En Italia el delito de tortura entró en vigor hace solo seis años.