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Muere Berlusconi

El imperio mediático de Berlusconi: un gigante para influir durante décadas en la opinión pública italiana

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Silvio Berlusconi, en una imagen de archivo
Silvio Berlusconi, en una imagen de archivo

El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fallecido este lunes a los 86 años, fue uno de los personajes más relevantes tanto en la política como en el ámbito de los medios de comunicación en Italia.

El magnate forjó todo un imperio mediático desde donde pudo ejercer su influencia en la opinión pública del país durante años.

El gran conglomerado

Su andadura en los medios de comunicación comenzó en los años 70, cuando creó una cadena de televisión por cable que emitía en uno de los barrios milaneses que él mismo había construido.

"Lo que iba ganando, sobre todo a través del sector inmobiliario, con su empresa Edilnord, lo invertía en el mercado televisivo", recuerda el politólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Andrea Donofrio. El experto explica que gracias a un cuantioso préstamo, Berlusconi trasformó la televisión local TeleMilano 58 en una televisión nacional, moderna y capaz de competir con la RAI, la radiotelevisión pública italiana.

El siguiente medio de su imperio fue el diario II Giornale, con el que fundó la televisión Canale 5, rompiendo con el monopolio del canal estatal de la RAI.

Y en 1978 creó Fininvest, la sociedad de cartera de la familia Berlusconi que hoy controla un imperio formado, entre otros, por la casa editorial Mondadori, la productora de cine Medusa y el grupo audiovisual Mediaset, ahora llamada MediaforEurope.

Este gran conglomerado aglutina los tres mayores canales privados del país bajo un mismo dueño, Silvio Berlusconi.

Su "monopolio", bajo lupa

El político "era un animal televisivo gracias a su carisma y personalidad", señala el politólogo. Gracias a esta faceta polifacética, se llegó a convertir en una figura referente en los medios de comunicación y cada vez iba liderando más canales televisivos.

En este sentido, Donofrio, explica que en Italia ya se estaba empezando a cuestionar su "omnipresencia mediática", ya que, poco a poco, se había hecho con el control de la televisión privada y, como primer ministro, podía ingerir en el funcionamiento de la televisión pública.

Tanto es así, que "se hacía muy difícil que los italianos pudieran acceder a una información neutral porque realmente todo pasaba bajo el prisma de Berlusconi", sentencia.

Su carrera en el ámbito de la publicidad y los medios de comunicación también fue clave y sirvió de aprendizaje en su etapa política. En concreto, gracias a la creación de la agencia de publicidad Publitalia, que principalmente gestionaba la publicidad de las televisiones privadas, Berlusconi logró "sentar las bases del partido político Fuerza Italia", según explica el experto Donofrio.

La influencia en la opinión pública y su carácter personalista

Con su imperio mediático, el ex primer ministro se convirtió en una persona omnipresente. "La figura personalista de Berlusconi ha sido muy influyente en Italia", sostiene Lorenzo Milá, corresponsal de TVE en Italia desde 2014 a 2020.

El periodista explica que el político construyó un imperio mediático que controlaba el país: "Perfilaba la opinión pública italiana a través de los grandes medios de comunicación", resalta.

Como ejemplo de su influencia, una anécdota de 2009, cuando el político iba a comparecer en Ballaro, un programa que posteriormente fue cancelado ya que los invitados eran generalmente críticos de Berluconi, según afirmó Reuters.

Giuseppe Giulietti, un parlamentario de la oposición, denunció los cambios como una prueba de que casi todos los canales italianos son forzados a "agacharse ante el único amo".

El profesor de Historia del Pensamiento en la Universidad Complutense de Madrid, Andrea Donofrio, sostiene que una vez que dio el salto a la política "se encontró con la situación perfecta, ya que la televisión, a su servicio durante los años previos, le había preparado el terreno, haciendo de Berlusconi un hombre reconocido y apreciado por sus éxitos en el sector empresarial, futbolístico y mediático".

Además, fue el precursor de una nueva forma de hacer política, basada en el entretenimiento y la personalización. En este cambio, los medios jugaron un papel destacado, convirtiendo la política en espectáculo y recurriendo a técnicas de marketing, según explica Donofrio.

Su visión de la cultura televisiva se trasladó a España con la cadena Telecinco, con programas como Tutti Frutti, cuyas protagonistas fueron las mujeres apodadas "Mama Chicho", Martes y Trece o Goles son amores.

Ay qué calor fue otro programa de entretenimiento que Berluscoli consiguió traerse a España. Se trataba espacio de contenido erótico en el que una pareja de concusantes jugaba en diferentes pruebas.

Un imperio a repartir entre sus herederos

Berlusconi tiene un total de cinco hijos de sus dos ex esposas Marina y Pier Silvio, nacidos de su primer matrimonio. Ambos tienen roles ejecutivos en los negocios de la familia, a diferencia de los tres herederos restantes.

Actualmente, su pareja era Marta Fascina, aunque no estaba casado legalmente con ella.

Según la ley italiana, sus hijos tienen derecho a la herencia dos tercios de su riqueza en partes iguales, mientras que tendría que haber escogido quien sería el beneficiario del tercio restante.

El magnate de 86 años nunca nombró públicamente a un heredero, pero fuentes cercanas a su familia han indicado a Reuters que su hija mayor, Marina, quien ya preside Fininvest, es la más probable que tome las riendas.

Además de MFE, el holding familiar también controla editorial Mondadori y tiene una gran participación en Gestor de activos de Mediolanum.

Las acciones suben casi un 10% tras su muerte

Su sociedad mediática, Mediaset, ahora llamada MediaforEurope en 2021 registró unos ingresos netos consolidados de 2.914 millones, un 11% más que en 2020, con un beneficio neto de 374 millones, un 169% más que el año anterior y casi el doble de la cifra anterior a la Covid- 19 en 2019.

Las acciones de MFE han subido este lunes más de un 9,5% después de la muerte de su fundador y accionista, Silvio Berlusconi, con un precio de 0,52 euros por participación.

Mientras que Mediolanum, del cual la sociedad de cartera Fininvest de la familia Berlusconi posee un 30 % del capital, avanzaba un 0,66 % con un precio por acción de 0,054 euros.