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Perú

Se elevan a seis los militares ahogados en un río al huir de un grupo de manifestantes en Perú

  • El Ministerio de Defensa ha informado que con el sexto cuerpo hallado concluyen las labores de búsqueda y rescate
  • La patrulla decidió tomar una ruta alterna y cruzar el río Ilave para evitar el enfrentamiento

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Imagen de archivo de policías antidisturbios toman posiciones durante una protesta contra el gobierno de la presidenta de Perú, Dina Boluarte.
Imagen de archivo de policías antidisturbios toman posiciones durante una protesta contra el gobierno de la presidenta de Perú, Dina Boluarte.

Buzos de la Capitanía de Puertos de Perú han encontrado este lunes el cuerpo del sexto militar ahogado en el río Ilave, en el sur del país, un día después de que una patrulla del Ejército intentara cruzar sus aguas para huir de un grupo de manifestantes antigubernamentales que los rodeó para expulsarlos de su localidad.

El cadáver del último cabo dado por desaparecido, identificado como Carlos Quispe, de 22 años, ha sido hallado por los buzos este lunes en una zona profunda del río Ilave y aún en posesión de su fusil y su pesado equipamiento.

"Con la ubicación de los restos del cabo del Ejército Carlos Quispe Montalico concluyeron las labores de búsqueda y rescate iniciadas tras los lamentables hechos ocurridos en el río Ilave", ha informado el Ministerio de Defensa en su cuenta de Twitter.

El cuerpo del uniformado fue trasladado a la morgue de esta ciudad, donde permanecen los restos de otros cinco militares fallecidos igualmente ahogados en el río cuando pretendían huir de los manifestantes que los superaron en número.

Horas antes, el Ministerio de Defensa (Mindef) había confirmado las muertes de los cabos Franz Canazas Cahuaya, Alex Quispe Serrano y Elvis Pari Quiso, y de los soldados Elías Lupaca Inquillas y Percy Castillo Pongo.

Los soldados fueron socorridos por pobladores de la zona

Los militares formaban parte de una patrulla que se trasladaba desde la localidad de Ilave hacia Juli, donde los manifestantes quemaron este sábado una comisaría, cuando fueron interceptados por un grupo violento que les impidió el paso. Ante esa situación, la patrulla decidió tomar una ruta alterna y cruzar el río Ilave para evitar el enfrentamiento, pero, "debido a las dificultades, al caudal del río y al ataque con piedras y otros objetos contundentes", seis miembros de la patrulla fueron arrastrados por la corriente.

Fuentes en la zona han confirmado que cuando los pobladores de Ilave vieron el domingo llegar a los militares, rechazaron su presencia en la localidad, pero una vez que observaron que se estaban ahogando en el río los ayudaron a salir del caudal. Han relatado que cuando los soldados llegaron convalecientes a la orilla fueron atendidos por los propios pobladores, que intentaron proteger sus vidas dándoles agua, ropa seca y hojas de coca, y también llevándolos a hospitales cercanos.

Además, como algunos de los soldados eran de la misma comunidad que los manifestantes, estos fueron recibidos por sus familiares preocupados por su estado de salud.

Ataques a una comisaría y una base militar el pasado sábado

El sábado, unas 300 personas atacaron la comisaría de la vecina ciudad de Juli con piedras y objetos contundentes por varias horas, y finalmente el establecimiento policial fue incendiado con bombas tipo molotov, según informó un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y del Interior.

A raíz del ataque resultaron heridos 10 policías, que fueron evacuados en helicóptero, y también siete civiles que fueron atendidos en el hospital Rafael Ortiz Ravines.

En forma paralela, agregó el comunicado, otro grupo atacó la base militar de Juli, establecida temporalmente en un hotel, lo que provocó lesiones a diez efectivos del Ejército, que presentan contusiones y cortes en cabeza y brazos.

La región de Puno, en la que se encuentran Juli e Ilave, mantiene los bloqueos de caminos y paros de actividades desde enero pasado en que sus pobladores salieron a las calles a exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y una dura represión provocó la muerte de 18 personas en la vecina ciudad de Juliaca.

Esta semana una delegación de sus pobladores llegó a Lima para insistir en la demanda de elecciones generales anticipadas, pero un grupo de mujeres con sus pequeños hijos cargados fueron reprimidas por la policía con gases lacrimógenos, lo que enervó a sus paisanos.

El gobierno de Dina Boluarte ha declarado el estado de emergencia en Puno, donde "el control del orden interno se encuentra a cargo de las Fuerzas Armadas, incorporando a la Policía Nacional de Perú para el logro de dicho objetivo".