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La UE acuerda impulsar las devoluciones de migrantes y destinar más fondos para proteger las fronteras

  • La migración se puso en la agenda coincidiendo con el aumento de los flujos migratorios a través de los Balcanes Occidentales
  • En materia económica, los líderes europeos urgen a acelerar su industria "verde" para hacer frente a los subsidios de otros países

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Imagen de un momento de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea del jueves 9 de febrero en Bruselas.
Imagen de un momento de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea del jueves 9 de febrero en Bruselas.

El Consejo Europeo extraordinario celebrado en Bruselas se prolongó hasta bien entrada la madrugada de este viernes a cuenta de las discrepancias entre los líderes europeos por la protección de las fronteras. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete cerraron finalmente un acuerdo de mínimos que contempla acelerar los procedimientos de devolución de migrantes irregulares y la movilización de más fondos para reforzar las fronteras de los Estados miembros más afectados por los flujos migratorios.

"Es necesaria una actuación rápida para garantizar retornos efectivos, desde la Unión Europea y desde terceros países situados a lo largo de las rutas, a los países de origen y de tránsito, utilizando como palanca todas las políticas, instrumentos y herramientas pertinentes de la UE", recogen las conclusiones adoptadas por los Veintisiete en una maratoniana jornada que comenzó a primera hora de la mañana con la visita del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y que finalizó a las 4 de la madrugada.

Precisamente el asunto de las devoluciones de migrantes fue uno de los que más consenso suscitó entre los jefes de Estado y de Gobierno, y es que actualmente solo el 21% de las órdenes de expulsión son ejecutadas: en 2021 apenas 70.490 ciudadanos fueron devueltos a sus países de origen del total de 340.515 órdenes de retorno, según los datos de Frontex. Por ello, y con el fin de "acelerar" dichos procedimientos, el Consejo Europeo también ha invitado a los Estados miembros a "reconocer mutuamente sus decisiones de retorno".

La migración se puso en la agenda de la cumbre coincidiendo con el aumento de los flujos migratorios a través de la ruta de los Balcanes Occidentales y del Mediterráneo Central. A ello se suma la situación límite de algunos países, tras haber recibido la UE a más de cuatro millones de refugiados de Ucrania en solo un año; al tiempo que preocupa que se vuelva a producir una instrumentalización de migrantes, como la ocurrida en 2021, cuando Bielorrusia facilitó el traslado de miles de ciudadanos sirios, afganos e iraquíes hasta las fronteras europeas para tratar de desestabilizar a los Veintisiete.

Más fondos para proteger las fronteras

De esta forma, los Veintisiete han instado a la Comisión Europea a movilizar "inmediatamente fondos europeos sustanciales y medios para apoyar a los Estados miembros en el refuerzo de sus capacidades de protección de las fronteras e infraestructura". Entre otros, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha adelantado que se trabajará en dos proyectos piloto, en Bulgaria y Rumanía, que combinarán “financiación europea, bilateral y nacional” para buscar qué elementos mejoran la gestión fronteriza.

Este era uno de los puntos que más controversia había generado entre los Veintisiete en las últimas horas, pues algunos líderes como el canciller austriaco, Karl Nehhammer, a su llegada a la cumbre llegó a reclamar que se permita financiar con fondos comunitarios la construcción de vallas y alambradas en las fronteras exteriores. Otros líderes le apoyaron, como el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, que se mostró "totalmente a favor". "Estoy de acuerdo en cualquier cosa que ayude a controlar la migración irregular", señaló su homóloga italiana, Giorgia Meloni.

Lo que vemos es que los muros no solucionan el problema

Una idea a la que, sin embargo, se han opuesto otros Estados miembros y con la que también se muestra reacia la Comisión Europea. "Lo que vemos es que los muros no solucionan el problema", puntualizó el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, que alertó de que si la UE aporta fondos a la construcción de una de esas vallas fronterizas, a continuación surgirán otras que proteger y financiar y "al final se convertiría en una fortaleza".

El presidente francés, Emmanuel Macron, evitó referirse a las vallas y consideró que hay que proteger las fronteras "mejor" e integrar a los que llegan de fuera, y subrayó la necesidad de mejorar el diálogo con los países de origen. En esta línea se posiciona también el Gobierno español, quien defiende su experiencia de más de 15 años con acuerdos con terceros países, como Marruecos o Senegal, para limitar la entrada de migrantes irregulares desde el origen.

"La migración es un reto europeo que requiere una respuesta europea", sostiene el Consejo en sus conclusiones, que aboga por una respuesta que combine "una mayor acción exterior, un control más eficaz de las fronteras exteriores de la UE y aspectos internos, de conformidad con el Derecho internacional, los principios y valores de la UE y la protección de los derechos fundamentales". En palabras de Von der Leyen, es preciso que los Estados miembros se mantengan "unidos" para lograr resultados.

Urgen a acelerar su industria "verde"

En materia económica, los líderes europeos han urgido a poner en marcha un plan para potenciar las industrias limpias europeas, facilitando las ayudas públicas y acelerando los permisos para nuevos proyectos, con el fin de hacer frente a los masivos subsidios que Estados Unidos o China ofrecen al sector. "Tenemos que mantener nuestra ventaja en el desarrollo, fabricación y despliegue de las tecnologías limpias, especialmente en el contexto de la ley de reducción de inflación (de Estados Unidos)", ha dicho la presidenta de la Comisión Europea.

En este sentido, los líderes han debatido el Plan Industrial del Pacto Verde propuesto la semana pasada por la Comisión en respuesta a la ley de Washington y sus 370.000 millones de dólares en subsidios para tecnologías verdes de producción estadounidense, que amagan con empujar a algunas empresas europeas a marcharse al otro lado del Atlántico.

Aunque continúan las negociaciones con Estados Unidos para que las firmas europeas reciban un trato favorable, la UE ha optado por adoptar su propia estrategia para recuperar competitividad también frente a China, Japón o India, que prevén inversiones masivas en la industria "verde". "La UE actuará decisivamente para garantizar su competitividad, prosperidad y papel en la escena global a largo plazo", afirman las conclusiones aprobadas por los líderes, que piden a la Comisión trabajar con "urgencia" para agilizar las ayudas de Estado y movilizar los fondos europeos disponibles.

Asimismo, respaldan la propuesta de flexibilizar las normas sobre ayudas públicas para facilitar que los Gobiernos den subsidios, incluidas desgravaciones fiscales, pero insisten en que el apoyo debe ser "específico, temporal y proporcionado" y dirigirse a sectores estratégicos afectados por los subsidios extranjeros o los altos precios de la energía.

Varios Estados temen que la medida desemboque en una carrera de subsidios, no solo con terceros sino dentro del propio mercado europeo, y dé una ventaja desproporcionada a los países con más margen fiscal, sobre todo tras haber constatado que Alemania y Francia coparon más de dos tercios de las ayudas públicas avaladas por Bruselas en la pandemia. París y Berlín son los principales defensores de la flexibilización, mientras que Holanda y los nórdicos son los más reacios a una medida que España apoya siempre que sea temporal y limitada a algunos sectores, según explican fuentes del Gobierno.