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El Partido Socialista francés logra un acuerdo para superar su grave división interna

  • Valida la reelección de Olivier Faure como primer secretario en el marco del 80 congreso de la formación
  • Los socialistas están inmersos desde hace años en una crisis, agravada por los malos resultados electorales

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Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista francés.
El líder del Partido Socialista francés, Olivier Faure, junto a sus secretarios delegados en el congreso que se está celebrando en Marsella. 

El Partido Socialista francés ha anunciado este sábado un acuerdo para superar sus graves divisiones y validar la reelección de Olivier Faure como primer secretario, quien contará a partir de ahora con dos primeros secretarios delegados para alinear las distintas corrientes internas.

El acuerdo ha recibido el respaldo de los militantes de la formación en el marco del 80 congreso del partido, que comenzó el viernes y terminará el domingo en Marsella.

Los dos primeros secretarios delegados que escoltarán a Faure en su labor de número uno del PS serán Johanna Rolland, alcaldesa de Nantes, y Nicolas Mayer-Rossignol, alcalde de Ruan. "Trabajarán de manera colegiada, buscando el consenso", y tendrán reuniones al menos "una vez por semana", detalla el acuerdo, bautizado "Pacto de gobernanza colectiva y de reagrupación de los socialistas".

El texto los compromete también a "respetar la línea política" definida para el partido, a fin de "preservar la coherencia y la solidaridad". Mayer-Rossignol había disputado una ajustada votación por el cargo de primer secretario junto a Faure, el pasado 19 de enero.

De acuerdo al recuento de votos comunicado por la dirección saliente que Faure lideraba, un 51,09% de los militantes que participaron en la elección interna optaron por su propuesta, frente a un 48,91% que votaron por el primer edil de la capital de Normandía.

Agrio intercambio de acusaciones

Mayer-Rossignol, sin embargo, había denunciado graves irregularidades y los dos rivales habían protagonizado un agrio intercambio de acusaciones públicas en los días posteriores. Esto venía a agravar la crisis interna que arrastraba el partido en los últimos tiempos, especialmente desde los desastrosos resultados de las elecciones presidenciales de 2022, en las que la candidatura de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, obtuvo únicamente el 1,74 % de los votos.

El enfrentamiento entre Faure y sus contrarios, más que una batalla personal o ideológica, escondía una diferencia importante en términos de estrategia. Faure es el gran impulsor, desde el lado socialista, de la inédita coalición de fuerzas de izquierda Nupes, que aglutinó para las elecciones legislativas de 2022 tanto al PS como a La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, a los ecologistas de EELV y al Partido Comunista francés.

Esa unión logró la segunda posición en los comicios legislativos de junio pasado, con un total de 151 diputados, solo por detrás del bloque gubernamental de Emmanuel Macron, que perdió la mayoría absoluta.

El bando del primer secretario defendió esa alianza como la única herramienta posible para evitar que el bloque socialista pasase a ocupar una posición casi irrelevante en la vida política, a la vista de los penosos resultados de las presidenciales que habían tenido lugar solo unos meses antes.

Esa estrategia de acercamiento a la pujante izquierda radical, sin embargo, supuso también, para los analistas, "dar la espalda" al PS más "de Estado" y cercano al centro. El pacto logrado hoy designa también a Hélène Geoffroy, alcaldesa de Vaulx-en-Velin y otra de las dirigentes socialistas que se había presentado como alternativa de liderazgo, como presidenta del Consejo Nacional del partido.