La vida cerca del frente del Donbás: "Mi hija tiene que ir a la escuela, pero no puede por la guerra"

• En Bajmut, una localidad entre el fuego de los ejércitos ruso y ucraniano, cada pocos minutos se escuchan disparos de artillería
• Se encuentra en Donetsk, uno de los territorios anexionados por Rusia
• Guerra Ucrania - Rusia, en directo

La vida en Bajmut, una localidad ucraniana cerca del frente del Donbás

Bajmut. Así se llama esta localidad en medio del fuego cruzado de los dos ejércitos, el ruso y el ucraniano. Los soldados del Kremlin atacan desde muy cerca y cada pocos minutos se escuchan disparos de artillería.

Estamos en Donetsk, uno de los territorios que Rusia se ha anexionado. Aunque esta zona en concreto todavía la controla Ucrania, el acoso ruso es constante.

Suenan varias explosiones y es el momento de correr a los refugios. Allí nos encontramos a Yuliana, de siete años, junto a su madre, Elena.

"Este año mi hija tiene que ir a la escuela, pero no puede por la guerra, y llora mucho y se hace 'pipí' encima porque tiene miedo, y se pregunta indignada por qué los rusos quieren esta ciudad, si es muy pequeña. Que nos dejen en paz", se queja.

Es la rutina de los pocos residentes que quedan en la zona. Como una mujer, que ha parado su coche con miedo, para poder recoger unas cajas. De repente, vuelven las explosiones, y así una y otra vez.

"Es ayuda humanitaria", nos dice. Mientras nos enseña lo que hay dentro, escuchamos un nuevo estruendo.

Los rusos tratan de hacerse con la zona

Un gran socavón en el suelo es el resultado de uno de los ataques a esta ciudad, que se ha convertido en símbolo de la resistencia de los soldados ucranianos, que llevan meses defendiéndola.

Es una zona estratégica que tratan también de capturar los rusos y donde se escucha de forma incesante el fuego de artillería.

Apenas hay coches en las calles, transitadas únicamente por soldados en tanques y vehículos militares. Es un trasiego constante hacia la línea del frente.

"Los rusos están bien atrincherados en su territorio y además cuentan con el apoyo de gente local", nos dice Yuri, un militar. Mientras hablamos con él, escuchamos más explosiones.

Nos dice que esto no es nada, que hay días peores, y termina su intervención con un saludo para España, ese país donde hay muchos ucranianos. Después, se marcha al lugar donde casi nadie querría ir: directamente a la zona de combates.