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Claves de la complicada relación entre China y Taiwán: por qué la visita de Pelosi ha disparado la tensión con EE.UU.

  • China ve Taiwán como una provincia disidente que, eventualmente, formará parte del gigante asiático
  • La visita de Pelosi es la de mayor nivel por parte de un representante de EE.UU. desde 1997

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Manifestantes sostienen carteles en apoyo a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. a Taiwán
Manifestantes sostienen carteles en apoyo a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. a Taiwán

Las tensiones sobre Taiwán han aumentado con la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, la de mayor nivel por parte de un representante estadounidense desde 1997.

El viaje de Pelosi también ha elevado aún más los roces en las relaciones entre Estados Unidos y China, que ve Taiwán como una provincia disidente que, eventualmente, formará parte del gigante asiático.

Las crecientes tensiones hacen que aumente el temor a que estalle un conflicto armado en la región. En este sentido, los expertos consideran que la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes “no desencadenará una tensión más grande que la que ya existe”, según afirma el doctor en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Ernesto M. Pascual.

¿Cuál es la historia entre China y Taiwán?

Taiwán se denomina oficialmente como la República de China desde su fundación en 1911 tras el colapso de la última dinastía imperial de China, mientras que el territorio que se encuentra en el continente se llama República Popular de China.

En la década de los años 30 del siglo XX y durante la Segunda Guerra Mundial, la República de China, bajo el gobierno del Partido Nacionalista, también conocido como Kuomintang (KMT), liderado por Chiang Kai-Shek, tuvo que enfrentarse a los avances del Imperio nipón y al creciente poder de los comunistas chinos liderados por Mao Zedong.

Tras la derrota de Japón, la República de China recuperó la isla de Taiwán en 1945 y cuatro años más tarde el Partido Nacionalista fue derrotado en una guerra civil en el continente por el Ejército del Partido Comunista. Esto provocó que en 1949 cerca de 1,2 millones de chinos acompañaran al Gobierno del Kuomintang en su éxodo a Taiwán y desde entonces China y Taiwán han sido entidades diferentes separadas por un estrecho y por posturas ideológicas contrarias, a pesar de compartir tradiciones, cultura y una lengua en común, el chino mandarín.

Taiwán tiene un gobierno elegido democráticamente y en la isla viven alrededor de 23 millones de personas, pero durante más de siete décadas Pekín ha considerado a Taiwán como una provincia china que promete unificar al continente.

En la década de 1980, las relaciones entre China y Taiwán comenzaron a mejorar cuando el gobierno de Taipéi relajó las normas sobre inversiones en China y en 1991 proclamó que la guerra con la República Popular China había terminado.

China propuso una opción conocida como “un país, dos sistemas”, que según Pekín permitiría a Taiwán una autonomía significativa si aceptaba estar bajo el control de China, una oferta que fue rechazada por Taiwán.

¿Qué naciones reconocen Taiwán como país independiente?

Taiwán es gobernado de forma independiente de las autoridades de Pekín, tiene su propia constitución, líderes elegidos de forma democrática y sus fuerzas armadas cuentan con alrededor de 300.000 soldados activos.

Al principio, el gobierno de la República de China bajo Chiang Kai-Shek declaró que representaba a toda China y que su intención era retomar todo el territorio. Además llegó a ocupar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el asiento de China y fue reconocido como el único gobierno chino por muchos países occidentales. Sin embargo, en 1971 Naciones Unidas expulsó al gobierno de la República de China y transfirió el reconocimiento diplomático a Pekín.

Aumenta la tensión en Taiwán tras la visita de Nancy Pelosi

Pekín considera que solo hay “una China” y que Taiwán forma parte de ella. En este sentido, China presiona a países de todo el mundo para cortar sus lazos diplomáticos con Taiwán y cambiar su lealtad a Pekín.

En la actualidad solo 14 países mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán, entre ellos la Ciudad del Vaticano. La nación más reciente en cortar las relaciones con Taiwán fue Nicaragua a finales de 2021.

Taiwán no es miembro de agencias de Naciones Unidas, pero sí lo es de organizaciones como la Organización Mundial del Comercio o el Banco Asiático de Desarrollo.

¿Cuál es la posición de Estados Unidos?

Después de que el gobierno comunista llegara al poder en China, Estados Unidos reconoció durante casi tres décadas a Taipéi como el gobierno de toda China, pero en 1979 Washington revocó sus lazos diplomáticos con Taiwán y estableció relaciones diplomáticas formales con la China continental.

En este sentido, el acercamiento entre China y Estados Unidos llevó al traslado de la embajada estadounidense desde Taipéi a Pekín. A pesar de ello, Washington ha mantenido fuertes lazos comerciales y militares con la isla, a la que considera un aliado clave en la región.

Estados Unidos continúa vendiendo equipo militar a Taiwán, aunque China ha advertido en reiteradas ocasiones a Washington de que no lo haga. Según Estados Unidos, su objetivo es garantizar la estabilidad y la paz en el Estrecho de Taiwán.

Con Donald Trump como presidente de Estados Unidos, Washington profundizó sus relaciones militares con Taiwán y aumentó las entregas de armas. Además, el actual presidente estadounidense, Joe Biden, en mayo de este año afirmó que Estados Unidos defendería militarmente a Taiwán, aunque poco después la Casa Blanca aclaró que la posición de Washington sobre Taiwán no había cambiado y recalcó su compromiso con la política de “una sola China”.

Ernesto Pascual: "Los intereses de EE. UU. son muy grandes para evitar que China que maneje el mar"

Las relaciones entre Washington y Pekín se han tensado por sus diferencias sobre Taiwán. China ha condenado cualquier apoyo de Estados Unidos a Taipéi y desde que Biden llegó a la Casa Blanca, Pekín ha respondido intensificando las incursiones de aviones militares en la zona de defensa aérea de Taiwán.

Para el doctor en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, “antes de que estallase la guerra en Ucrania, Estados Unidos ya estaba totalmente fijado en controlar a quien considera que va a ser su posible rival o enemigo en el orden mundial”, refiriéndose a China. “La tropa naval de Estados Unidos ya estaba desplegada en el Mar de China”, afirma. “Geoestratégicamente los intereses de Estados Unidos son muy grandes para evitar que China controle todo el mar y se trague a Taiwán y posteriormente intente conquistar otras zonas anexas al mar”, añade el experto.

Por su parte, el analista de Asia-Pacífico de Descifrando la Guerra, Ander Sierra, asegura a RTVE.es que el viaje de Pelosi "no supone un cambio en la posición de Estados Unidos sobre Taiwán". "El viaje se ha llevado a cabo de forma unilateral por parte de la presidenta de la Cámara. Ha habido una descoordinación en la Administración de Biden. Es más una decisión personal de Pelosi y su equipo que un cambio de política o de postura de Estados Unidos", opina.

¿Cómo está respondiendo China a la visita de Pelosi?

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, llegó este martes a Taipéi. Se trata de la primera visita de un presidente de la Cámara de Representantes a Tawián desde 1997, cuando lo hizo el republicano Newt Gingrich. Además es la visita de mayor nivel por parte de un representante de Estados Unidos desde esa misma fecha, aunque varias delegaciones de congresistas estadounidenses han viajado a la isla en los últimos meses.

La primera respuesta de China a la visita de Pelosi fue prohibir la importación de cientos de productos alimentarios de Taiwán y mantiene un despliegue militar que incluye el cierre de áreas marítimas por maniobras navales en el Mar de Bohai y en el de China Meridional.

El Ministerio de Defensa del gigante asiático también ha anunciado una serie de “maniobras militares dirigidas” con el objetivo de “defender la soberanía nacional y la integridad territorial” de China.

“Este tipo de respuestas en maniobras militares rodeando la isla se han ido produciendo periódicamente. No creo que la cosa vaya más allá a corto plazo, más allá de que Pekín muestre su determinación en relación a Taiwán”, asegura el profesor de Historia y Cultura de la China Moderna y Contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Manuel Ollé.

El Ministerio de Exteriores chino ha condenado de forma “enérgica” la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, con la que Pekín considera que Washington rompe su compromiso de limitar a “relaciones no oficiales” sus contactos con Taiwán.

“El mensaje que ha dado Estados Unidos a China es el de que no permanecerá impasible, que sigue defendiendo la política de unificación, pero con una interpretación distinta”, explica Ollé, quien afirma que “es difícil prever hasta qué punto habría una implicación o no”. “En cualquier caso, Estados Unidos está comprometido, si no a intervenir, sí a ayudar de manera decisiva a Taiwán”, recalca.

¿Puede estallar un conflicto armado?

Las tensiones entre China y Taiwán han crecido en los últimos años. En 2021 China envió aviones militares a la Zona de Defensa Aérea de Taiwán, en un movimiento en el que parecía aumentar la presión en la región. La cifra de aeronaves registradas alcanzó su punto máximo en octubre de ese mismo año, con hasta 56 incursiones en tan solo un día.

El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, ha afirmado que “no es tanto que pueda haber un ataque directo, sino que aumentan las probabilidades de un error de cálculo”.

24 horas - Manel Ollé (UPF): "EE.UU. está comprometido a ayudar de manera decisiva a Taiwán" - Escuchar ahora

En este sentido, Pascual recalca que “hay incidentes bastante frecuentes donde China pasa con sus aviones sobre el espacio aéreo de Taiwán, pero no es problemático mientras no haya una confrontación”. “Tenemos que ver la necesidad del Gobierno chino de mantener una cierta dinámica interna, una narrativa para consumo interno y elevar un tanto el listón. La visita de Pelosi no va a desencadenar mayores problemas aparte de estos fuegos artificiales que estamos viendo”, asevera.

Por su parte, el profesor Ollé subraya que “el riesgo que implica la confrontación entre Estados Unidos y China (...) tiene unas dimensiones superiores a cualquier otro conflicto, incluyendo al actual entre Rusia y Ucrania”.

El analista Sierra opina que "esta crisis será corta en el tiempo", ya que a China "no le interesa una escalada militar en la región porque tiene el Congreso Nacional del Partido Comunista en octubre". "A los líderes chinos ahora mismo les interesa que haya estabilidad y tranquilidad. Los ejercicios militares son más una demostración de fuerza", añade.