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El rey y Sánchez inauguran la primera fase del tren rápido en Extremadura

  • Esta infraestructura de casi 150 kilómetros supone una oportunidad para modernizar el transporte ferroviario extremeño
  • Para diversos colectivos ciudadanos, este servicio es insuficiente y no puede ser denominado como "alta velocidad"

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Extremadura estrena su tren rápido y se acerca a la alta velocidad

Extremadura ha estrenado este lunes la nueva Línea de Alta Velocidad (LAV) que une Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz, un tramo que supone el comienzo para desarrollar la futura línea ferroviaria que unirá Lisboa con Madrid y una oportunidad para modernizar el transporte ferroviario en la comunidad autónoma.

El viaje inaugural ha contado con la presencia del rey Felipe VI, acompañado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que han realizado el trayecto desde Cáceres a Badajoz para celebrar el acto institucional.

"Toda la obra se ha realizado desde una perspectiva de futuro, con herramientas para garantizar gradualmente la consecución del objetivo final: que el AVE recorra tierras extremeñas", ha afirmado Sánchez a su llegada a Badajoz, donde ha anunciado que el 30% de las plazas de los nuevos servicios diarios de Alvia e Intercity serán gratuitas.

La inversión de 1.700 millones de euros en la infraestructura ferroviaria de alta velocidad en tierras extremeñas, con una longitud de casi 150 kilómetros, supone un nuevo paso en la reivindicación histórica por disponer de un transporte ferroviario modernizado, "digno" y seguro en una comunidad que ha tenido constantes averías e incidencias en sus servicios.

Críticas por las características del servicio y la falta de paradas

Sin embargo, aunque el tren –un Alvia S-730 con tecnología de tracción tanto diésel como eléctrica– llega para conectar las dos provincias extremeñas y supone un ahorro de 51 minutos para los viajeros que vayan o vengan de la capital española, ha atraído las críticas de la oposición y de los propios usuarios, ya que el tramo inaugurado de la futura línea Madrid-Lisboa solo estará en funcionamiento por ahora entre Plasencia y Badajoz.

Este tramo, además de no estar electrificado, no parará en la localidad placentina, sino en la estación de Monfragüe, localidad situada a unos 15 kilómetros. A esto se suma que el trazado entre Oropesa y Madrid se encuentra todavía en fase de exposición pública de su estudio informativo.

Más cerca - Inauguración del nuevo tramo ferroviario en Extremadura - Escuchar ahora

Por otro lado, la velocidad media marcada durante el trayecto también está siendo fruto de debate. Aunque circula por una plataforma de alta velocidad, por el momento no podrá alcanzar en algunos tramos velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora, entre otros motivos al tratarse de una línea que da servicio a trenes de pasajeros y de mercancías. Así, el valor medio marcado asciende hasta los 89 km/h, lo que sitúa el trayecto muy por debajo de la velocidad de otras líneas de AVE.

Para diversos colectivos ciudadanos, este servicio no reúne las características para ser denominado como "alta velocidad". El propio presidente extremeño ha afirmado este lunes que esta infraestructura es "insuficiente", pero tras años de "vergüenza" de la red ferroviaria de la región, ha asegurado que "hoy se empieza a compensar" a la región, aunque "queda todavía mucho camino" para que la alta velocidad una Badajoz y Madrid.

“Hoy no se salda la deuda que este país tiene con el ferrocarril extremeño porque sigue siendo un tren con numerosas deficiencias; queremos un tren que nos vertebre, nos conecte, no cierre parada y que sea sostenible”, ha dicho la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, en una concentración de protesta celebrada en Cáceres. A su juicio, la inauguración se ha llevado a cabo “con prisas”, sin ser un “tren realmente digno”.

El Gobierno pone como objetivo que esté electrificado para 2023

"Asumimos las enormes carencias que afectan al ferrocarril extremeño. Esta inauguración no es una forma de disfrazarlas, sino de reconocerlas", ha dicho Pedro Sánchez.

Durante su comparecencia, se ha comprometido a continuar trabajando para que la electrificación de todo el tramo esté completa en 2023, algo que considera "imprescindible" para aprovechar la línea y "facilitar" el proceso de industrialización de la comunidad extremeña.

"Extremadura va a subirse al tren del progreso y lo hará a la cabeza y no en el furgón de cola", ha asegurado el jefe del Ejecutivo. Asimismo, ha defendido que esta línea ferroviaria permitirá un impulso para la "los proyectos transformadores" y la conexión con Portugal, al que considera "socio y aliado".

"Queremos que el ferrocarril de pasajeros y mecánicas contribuya de forma positiva a la colaboración", ha insistido, celebrando las "oportunidades, empleos y la reindustrialización", conceptos que "aseguran el futuro de Extremadura y del resto de España".

Sánchez, que también asiste este lunes a la puesta en marcha de la gigafactoría de baterías de litio de Navalmoral de la Mata, ha asegurado que "el futuro no está escrito, pero Extremadura será un lugar de oportunidades porque tenemos las condiciones"