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Virxilio Vieitez, el fotógrafo rural que fue amigo de Cartier-Bresson

  • Las imágenes del fotógrafo gallego no solían ser “encargos premeditados”, sino que surgían al hablar con la gente
  • Cartier-Bresson llegó a incluir una fotografía de Vieiteiz en una de sus exposiciones

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'Pepe da luz. Bar Avenida' (1964), de Virxilio Vieitez
'Pepe da luz. Bar Avenida' (1964), de Virxilio Vieitez

A veces el arte se encuentra mucho más cerca de lo que se piensa, puede estar dentro de la rutina o de las cosas más cotidianas. Era lo que hacía el fotógrafo gallego Virxilio Vieiteiz (1930-2008) a través de su cámara: capturar escenas cotidianas con las personas como protagonistas. La exposición 'Virxilio Vieitez: El tiempo detenido' muestra parte de la colección del fotógrafo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, que podrá verse hasta el 11 de diciembre.

Mediante trece fotografías, la mayoría realizadas en su pueblo natal, Soutelo de Montes, en Pontevedra, recorre el folclore y la sociedad de la época y de los montes gallegos, escenarios que van desde la naturaleza hasta el cementerio o las bodas. Las imágenes son positivos en gran formato, revelados por su hija Keta Vieiteiz y logrados con muy buena calidad.

Además, para ella es todavía más especial el hecho de exponer imágenes "en estos tiempos volátiles" donde ahora está "muy desvirtuada" la imagen en el sentido físico.

'Baile de boda, Cerdedo' (1970), de Virxilio Vieiteiz

'Baile de boda, Cerdedo' (1970), de Virxilio Vieiteiz VEGAP

Virxilio Vieiteiz marchó de su tierra para trabajar en Cataluña, donde se formó como fotógrafo, pero regresó en 1955 a su pueblo gallego para establecerse finalmente.

Lo que más destaca de su fotografía es que la mayoría son retratos, llenos de expresividad y naturalidad en momentos cotidianos. No solía ser "un encargo premeditado" sino que "le encantaba estar con la gente y de ahí surgía mucho de su trabajo", explica Keta Vieiteiz. Por ser "muy conversador" conseguía encontrar escenas y personas que fotografiar.

Dentro de todos los escenarios de su tierra gallega, llegó a capturar incluso algún entierro. "Ahí puede ser que lo buscaran porque había otra motivación" señala Keta Vieiteiz. Puesto que pudo hacerse la fotografía para tener "un documento" que acreditara lo que había ocurrido.

'Entierro' (1960), de Virxilio Vieiteiz

'Entierro' (1960), de Virxilio Vieiteiz VEGAP

Su amistad con Cartier Bresson

Algo que llama la atención de su vida es la relación que mantuvo con Henri Cartier-Bresson. Conoció al fotógrafo francés en un certamen de fotografía en Salamanca, donde Vieiteiz no tenía conocimiento de quién era por aquel entonces, pero se puso a hablar con él después de la rueda de prensa y se hicieron amigos. "Fue un amor a primera vista", asegura Keta Vieiteiz.

Ese acercamiento tan especial que tenía el fotógrafo francés con él puede deberse a que Vieiteiz se mostraba con sinceridad. "Creo que Cartier-Bresson sentía que estaba ante una persona que le trataba con naturalidad, que no tenía ese filtro que teníamos todos los demás ante él", sostiene Vieiteiz.

De hecho, tanta era la confianza que había entre los dos, que el fotógrafo gallego fue capaz de decirle que hacía "fotos desenfocadas y sin luz", apunta la hija. Además, para su padre lo más importante "era la nitidez" en las imágenes.

'Carmen, San Marcos' (1958), de Virxilio Vieiteiz

'Carmen, San Marcos' (1958), de Virxilio Vieiteiz VEGAP

Llegaron a ser muy buenos amigos. Cartier-Bresson tuvo un gran detalle y en una exposición en Francia llegó a incluir una de sus fotos. Una imagen que puede verse dentro de la muestra, en la que aparecen una mujer y un niño con un perro delante de un coche.

Aparte de las fotos, la muestra recoge material bibliográfico y hemerográfico en una vitrina, en la que hay revistas y álbumes que recogen fotografías o están dedicados exclusivamente al trabajo de Vieiteiz. Asimismo, se puede visualizar en el móvil a través de un código QR una pequeña parte del documental La voz de la imagen. Maestros de la fotografía española, de José Luis López Linares, en el que aparece Virxilio Vieiteiz.

Además, las fotografías exhibidas se han guardado en un pequeño catálogo, editado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con textos de Christian Caujolle, Antonio Lucas y Keta Vieiteiz.