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FS Ingenium gana la 'First Lego League Rasorbak', una de las mayores competiciones mundiales de robótica

  • El equipo, con sede en Sarriguren, está formado por una decena de jóvenes de entre 10 y 16 años
  • El proyecto combina habilidades técnicas con valores de trabajo en equipo

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FS Ingenium, aprendiendo con robots

Desde que iniciara su andadura en 2015, el equipo de robótica Lego FS Ingenium está haciendo historia, cosechando triunfos tanto a nivel nacional como internacional. La última victoria la han conquistado en Arkansas, donde se ha celebrado el Open de Estados Unidos First Lego League Rasorbak.

Los participantes navarros, jóvenes de entre 10 y 16 años se han impuesto a 80 equipos de todo el mundo. Para ello, han programado una serie de artefactos autónomos que, en un espacio de dos minutos y medio, debían completar una serie de misiones en una mesa estandarizada.

Un aprendizaje orientado al servicio

Sin embargo, como señala el fundador del equipo, Fernando Sarría, el objetivo de esta iniciativa consiste en desarrollar el potencial de los niños y niñas de tal modo que su esfuerzo redunde en la sociedad. De hecho, además de los robots, la competición ha reconocido un prototipo de un embalaje reutilizable que también han diseñado.

Queremos que encuentren su felicidad, encontrando su vocación

A pesar de ello, Sarría cree que el esfuerzo no está debidamente reconocido: “en Estados Unidos a los ganadores les recibe el presidente, aquí no nos ha recibido nadie”, lamenta. Del mismo modo, señala que este tipo de proyectos suponen un hito en el proceso formativo y hace un llamamiento para que ningún joven se quede sin la oportunidad de formar parte de estos proyectos, ya que la financiación es un punto clave para la participación en las competiciones.

Un robot, un equipo

Más allá de la precisa ejecución de sus máquinas, FS Ingenium destaca por su componente humano. El compromiso y la dedicación es vital para desarrollar cada proyecto. Por eso, al igual que una actividad extraescolar, los chicos y chicas se reúnen varias veces a la semana en su sede de Sarriguren.

Además, recientemente han dado un paso más hacia la autonomía, pues ya trabajan sin entrenador; según comenta Eunate Sáez, componente del equipo, “ha sido fácil porque todos tenemos un objetivo común”.