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Festival de Cannes

'El agua': Elena López Riera descubre la adolescencia y los miedos atávicos de Orihuela

  • La película, participada por RTVE, se estrena en la Quincena de Realizadores
  • “Las jóvenes siempre tienen la razón”, dice la directora antes del estreno

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Somos cine- 'El agua', estreno 28 de octubre

Debutar en Cannes empieza a ser una sanísima costumbre para cineastas españolas. El año pasado, el festival alumbró Libertad, de Clara Roquet, una de las películas del año, y en 2022 acoge el estreno El agua, de Elena López Riera, una original propuesta que combina realismo, un toque de fantástico, y unas gotas de documental ambientada en Orihuela y las crecidas del río Segura, con la que compite en la Quincena de Realizadores.

López Riera, con una premiada carrera como cortometrajista, retrata a una adolescente sobre la que pesa, como el destino de una tragedia griega, una vieja creencia popular que sostiene que algunas mujeres desaparecen en cada inundación porque tienen "el agua dentro" y el río las llama a sus profundidades.

“Soy de Orihuela, he pasado media vida allí y desde pequeña me he criado con esas historias. He pasado muchas tardes aburrida con mi abuela, con mi madre, con mis tías, con mis vecinas. El miedo atávico que hay en esa región al agua viene de mi abuela materna”, explica en una entrevista con RTVE.es.

El agua acompaña a Ana (Luna Pamies), una adolescente que vive con su madre (Bárbara Lennie) y con su abuela (Nieve de Medina). Su relación con otro adolescente (Alberto Olmo) no se ve con buenos ojos en el entorno: una casa en la que solo habitan mujeres levanta chismorreos sobre su maldición. Hay mucha reivindicación feminista y esperanza en sacudirse el peso del patriarcado en El agua.

'El agua', estreno 28 de octubre

“Tengo mucha esperanza en las jóvenes, creo que las jóvenes siempre tienen la razón”, sostiene. "Cuando la escribí me identificaba con la heroína, pero me di cuenta de que ya no tengo la edad. Hay un poco de mí en las tres edades que vertebran la historia. Luces, sombras y dudas de cada generación".

En el centro de la película habita un típico conflicto de provincias: la necesidad de huir al llegar la madurez. “Yo quería huir de mi pueblo desde que tenía 14 años. Siempre sueñas que hay un lugar mejor. Ahora hay internet, pero crecí en un lugar sin cines, en mi casa no había ni vídeo. Tienes un ansia de conocer otras cosas. Pero claro, luego te vas y solo quieres volver. Te conviertes en un extranjero en todas partes y llevas el dolor de no pertenecer a ningún lugar. No hay forma de resolverlo”.

Imagen de 'El agua' © Laia Lluch

Una forma es el cine y López Riera ha regresado para contarlo en su primera película, que forma parte de un movimiento que tendrá que ser bien analizado con el tiempo y que está retratando todo el levante español, desde Cataluña a Murcia, con todo tipo de voces.

“Ya era hora de contar historia de otros lugares, es una evolución normal de la sociedad que permite que otro tipo de perfiles socioeconómicos accedan a hacer cine. Carla Simón (Alcarràs), Chema Garcia Ibarra (Espíritu Sagrado) o Luis López Carrasco (El año del descubrimiento) somos amigos y tenemos muchos intercambios”, celebra.

Imagen de 'El agua' © Laia Lluch

Su película recuerda en su combinación de realismo y elementos sobrenaturales a Atlantique, de la cineasta Mati Diop, Gran Premio del Jurado en Cannes 2019. “Es verdad. Me reivindico totalmente fan de ella, de toda su filmografía”.

En ese sentido, la evolución natural de López Riera es profundizar en lo fantástico. “Sí, la próxima será solo de fantasmas”, dice riendo. Y ahí es importante hablar de la brecha de género: si bien cada vez hay más mujeres directoras, sus presupuestos todavía son significativamente menores a los de los hombres. “No tengo muy estudiada la brecha, aunque imagino que es importante. Esta es una película pequeña, hecha con el dinero necesario. No sé si con la de fantasmas necesitaremos mucho más”.