Cómic

Maurice Bavaud, el joven que pudo matar a Hitler y... ¿Evitar la II Guerra Mundial?

Patrice Perna y Francisco Ruizgé narran su historia en Entre las sombras. Asesinar a Hitler
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30.04.2022 09:16 horas

Por JESÚS JIMÉNEZ

Detalle de la portada de 'Entre las sombras. Asesinar a Hitler'

Viajar en el tiempo para matar a Hitler antes de que iniciase la II Guerra Mundial es una de las ideas más repetidas de la ciencia ficción. Pero la realidad es incluso más apasionante: Maurice Bavaud, un joven suizo de 22 años, estuvo a punto de acabar con Hitler hasta en dos ocasiones. Un curioso episodio histórico que el guionista francés Patrice Perna y el dibujante Francisco Ruizgé (Valencia, 1969), narran en Entre las sombras. Asesinar a Hitler (Harper Collins), mezclándolo con una sorprendente historia de periodistas y espías en el Berlín de los años 50.

Hemos preguntado a Francisco que cómo podría haber cambiado la historia de Europa si este joven suizo hubiera logrado su objetivo de matar a Hitler. “Creo que la historia es más tozuda de lo que a veces pensamos. Sin duda la muerte de Hitler habría cambiado la historia de Alemania, pero no necesariamente habría supuesto que no estallase la II Guerra Mundial… quedaban Goebbels, Göring, Bormann, Himmler”,

“En 1938, cuando Bavaud intenta asesinar a Hitler, había un estado de opinión en Alemania muy favorable a la guerra –añade el dibujante-, el belicismo de los nazis se hacía patente en muchas cosas y no solo en los uniformes. La Alemania nazi se preparaba para la guerra desde al menos 1936 y lo demuestra su intervención en la Guerra Civil española”.

Página de 'Entre las sombras. Asesinar a Hitler'

Una historia real que mezclan con el espionaje de la guerra fría

El cómic está ambientado en dos líneas temporales. Por un lado, nos cuenta quién era Maurice Bavaud y cómo fueron sus fallidos intentos de asesinar a Hitler. Y por el otro, nos traslada a 1955, cuando se celebraron varios juicios para determinar si el joven fue un asesino o un héroe. En ese año seguimos a dos periodistas, uno veterano y un novato, que se ven implicados en un turbio asunto de espionaje.

Francisco nos comenta por qué han querido hacer esta mezcla: “¿Cómo resistirse a hacer una historia de espionaje en el Berlín de postguerra? Va de suyo, pero he de decir que esta parte del relato únicamente es uno de los múltiples ángulos que aparecen en nuestro tebeo”.

En cuanto a lo que hay de real en ambas historias, Francisco nos comenta: “La historia de Maurice Bavaud es completamente real, su paso por el seminario, su viaje a Alemania, su detención, encarcelamiento y su muerte. En las notas previas que me pasó Pat, el tebeo se titulaba La compañía del Misterio, que eran como se llamaban a sí mismos el grupo de amigos que estudiaban con Maurice en el seminario de Saint Yllan. En ese momento el personaje de Bavaud iba a tener más presencia en el relato, pero pronto Pat se decantó por centrar la historia en Guntram Muller, el periodista que es un personaje completamente ficticio, pero que lleva todo el peso de la trama”.

Maurice Bavaud… ¿Héroe o asesino?

En los años cincuenta se celebraron varios juicios para intentar reivindicar la figura de Maurice Bavaud, que fue ajusticiado por los alemanes, mediante la guillotina, en mayo de 1941. “La revisión del juicio que se cuenta en el tebeo es otro de los elementos históricos que aparecen en el relato, era la única forma que la familia Bavaud tenía de reivindicar la memoria de Maurice. El gobierno suizo intentó no implicarse demasiado y paso de puntillas por el asunto Bavaud, quizás no querían recordar su relación con el gobierno del Tercer Reich. Y no podemos olvidar que hubo que esperar hasta el año 2008 para que el gobierno suizo reconociera la figura de Bavaud”.

Pero Maurice… ¿Era un loco o un héroe? “Supongo que hay que estar un poco loco para meterse en un desfile de exaltación nazi, rodeado de nazis para matar a Adolf Hitler –asegura Francisco-. Creo que a la vez podemos pensar en el cómo un héroe en el sentido de alguien que consigue vencer sus miedos para realizar algo que pondrá en riesgo su vida. Bavaud era alguien muy religioso, con una fe muy arraigada, que cree firmemente en su misión y sabe ver lo que otras personas en su época también vieron, que Hitler era una amenaza para la paz”.

En cuanto al retrato físico y psicológico de Maurice, Francisco nos comenta: “He tenido acceso a muy pocas fotografías de Bavaud, de modo que no he hecho hincapié en sus rasgos físicos concretos, he usado los de cualquier joven de los años 30, su modo de vestir y de peinarse. En cuanto al aspecto psicológico, en las pocas escenas donde aparece estaba muy claro para mi cuáles iban a ser las reacciones que debía plasmar: miedo, alegría, contención, introspección, religiosidad, fe…”.

Sobre los dos periodistas que siguen su juicio en los años 50, no os podemos contar demasiado: “Son muy diferentes entre sí –asegura Francisco-, Müller está centrado en la exculpación de Bavaud, podríamos decir que además de justicia busca una suerte de ajuste de cuentas con Alemania. Sin embargo, las motivaciones de Fiala son otras".

Por último, queremos destacar a un misterioso personaje del que se dice que pudo ser el que influyó en Maurice en su decisión de matar a Hitler. “Gerbohay es alguien del que se sabe muy poco. Miembro junto a Bavaud de la compañía del Misterio, su figura permanece también envuelta en un halo misterioso. Parece ser que sufría delirios que le habían hecho creerse descendiente del Zar Nicolas II. No está clara la influencia que tuvo sobre Maurice y el grado de implicación en el atentado a Hitler, pero la Gestapo lo detuvo en Francia en 1942 como cómplice de Bavaud y fue ejecutado en Alemania en 1943”.

Una fantástica recreación histórica

Destacar la espectacular recreación histórica, tanto de los años 30 como de los 50. “Cuando trabajas para el mercado franco-belga, la documentación viene en el paquete, es algo, sobre todo en un histórico, que se da por supuesto. Dedico al menos un mes a documentarme gráficamente” –nos explica Francisco-.

“El Berlín de Hitler está documentado suficientemente –añade-, pero el tebeo empieza en Munich, en el Feldherrnhalle, la plaza donde tenía lugar el desfile, disponía de mucha documentación moderna del lugar, pero muy poca del aspecto que tenía en la época; y esa ha sido una constante en el proceso de documentación”.

“Lo mismo con el Berlín de los años 50 –continúa-, la documentación de la ciudad destrozada por las bombas es suficiente, pero apenas hay de cómo quedó una vez se retiraron los escombros. Los huecos documentales los he tenido que resolver con diferentes recursos. La sede del periódico está inspirada en unos grandes almacenes de la época. El edificio del tribunal fue destruido durante la guerra de modo que he usado otro que permanece en pie y que actualmente también es un tribunal de justicia”.

En cuanto al trabajo del guionista, Patrice Perna, Francisco Ruizgé asegura: “No hay algo que pueda destacar sobre otras cosas en el guion de Pat, creo que es muy completo, sus diálogos son muy concienzudos y consigue que todas las piezas encajen”.

Francisco también reconoce la gran labor de la colorista: “El trabajo de Delf me gusta desde que vi su color en El Marqués de Anaon. Es una colorista clásica, armónica y precisa. Así que cuando mi editor consiguió que aceptara participar en La part de l’Ombre estaba seguro de que su trabajo iba a encajar a la perfección con mi dibujo”.

“A Hitler lo aclamaron como a un dios”

Destacamos la espectacular secuencia inicial del libro, con ese intento de asesinato en medio de un desfile multitudinario (parece ser que se salvó porque se cambió de acera a saludar a sus seguidores y quedó fuera de la línea de tiro de Maurice). “Creo que más que como a un héroe lo aclaman como a un dios, como a un salvador -asegura Francisco-. La idea de comunión con el salvador se acerca a lo que quería transmitir, se entregan, están exaltados, es un momento de rugir aclamando a su líder y de no pensar en nada más”.

Hablábamos al principio de esa fantasía de volver al pasado y matar a Hitler y ahora mucha gente especula con matar a Putin. Preguntamos a Francisco si ve paralelismos entre ambos: “Pues creo que sí. Las motivaciones que han llevado a Putin a invadir Ucrania son muy similares, la idea del espacio vital acompañada de un exacerbado nacionalismo que busca despertar pasados gloriosos”.

Acabamos de terminar este cómic y ya estamos deseando leer más trabajos de Francisco Ruizgé, pero parece que tendremos que esperar unos meses: “Ahora voy a dibujar un guion propio. Ya había tenido la ocasión de hacer un guion largo para Ruina Montium, que dibujó Sergio Bleda, pero esta es la primera vez que voy a ir solo y para eso estoy preparando un díptico ambientado en la Unión Soviética de finales de los años 30 que se titula Proyecto YM. Su salida está prevista para 2023”.