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Albares viajará a Marruecos el 1 de abril para restablecer el tráfico marítimo y la Operación Paso del Estrecho

  • Ha comparecido en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso a petición propia para explicar el giro sobre el Sáhara
  • El ministro ha recordado las relaciones económicas con Marruecos y que es necesario asegurar ese flujo abriendo las fronteras

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Albares viajará a Marruecos el 1 de abril para restablecer el tráfico marítimo y la Operación Paso del Estrecho

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado este miércoles que el próximo 1 de abril viajará a Marruecos para intentar reestablecer la Operación del Estrecho y "empezar a desarrollar la ambiciosa hoja de ruta" de las nuevas relaciones abiertas entre ambos países tras el cambio de postura del Gobierno sobre el Sáhara Occidental y el reconocimiento al plan de autonomía marroquí.

El jefe de la diplomacia española, que ha comparecido en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso a petición propia, ha explicado que se ha abierto "una nueva etapa que se desarrollará sobre una hoja de ruta clara y ambiciosa, en beneficio de la integridad territorial y soberanía de España".

De este modo, ha avanzado que hará un viaje oficial a Rabat el próximo 1 de abril, visita en la que se tratarán "la normalización completa de las conexiones marítimas" y el diseño del operativo de la próxima Operación Paso del Estrecho, cancelada en años anteriores por la pandemia, así como "el restablecimiento, de forma controlada, de la circulación de personas y bienes" entre los dos países.

"Marruecos es un socio muy importante para España"

En este sentido, Albares ha recordado que España es el tercer inversor en el país vecino y que es necesario asegurar ese flujo, algo imposible si se mantienen las fronteras cerradas. "Nuestro futuro económico y el de Europa está cada vez más en nuestra vecindad inmediata, en el sur, y Marruecos es un socio muy importante para España", ha añadido.

Por otro lado, ha destacado que en este año de crisis diplomática entre Rabat y Madrid, se ha mantenido la interlocución "continua pero discreta" en materias de seguridad y lucha antiterrorista, pero considera que "este nivel de cooperación en temas tan delicados no podía mantenerse indefinidamente" e iba a resentirse "en una situación de tensión permanente bilateral".

Ha afirmado que desde que el pasado viernes se conoció la carta del presidente Pedro Sánchez al rey Mohamed VI de Marruecos, filtrada desde la casa real marroquí, "la cooperación se ha visto retomada y reforzada" como demuestra el hecho de que haya regresado la embajadora Karima Benyaich, quien fue llamada a consultas el pasado mes de mayo. Para Albares era "imperativo poner fin a la situación de tensión y falta de comunicación".

En relación al pueblo saharaui, ha asegurado que "España no les va abandonar" y que la cuestión del Sáhara "vuelve a tener una gran oportunidad para desencallar la situación que dura ya 46 años", demasiado tiempo "sobre todo para la población saharaui y los campamentos". También ha indicado que España es le primer donante bilateral a los campamentos y así seguirá siendo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha defendido este miércoles el cambio de postura como un modo de "cerrar la crisis con Marruecos" y de sentar "las bases para una relación mucho más sólida y sincera" entre ambos países, basada en "la integridad territorial". "Nunca es tarde si se produce un buen acuerdo para ambos países”, ha dicho desde Ceuta.

Oposición y socios critican el "oscurantismo" de la decisión

En la comisión, Albares ha tenido que escuchar acusaciones de "opacidad", unilateralismo, "mentiras", ruptura de resoluciones de la ONU y "traición" al pueblo saharaui.

PP, Vox, ERC, Junts, PDeCat, Ciudadanos, PNV, Bildu, CUP, Foro Asturias y Gerardo Pisarello en nombre de Unidas Podemos han criticado en bloque la actuación del Gobierno, cuestionando tanto "la forma" como "el momento" de hacerlo, ya que desde el Ejecutivo no avisaron "ni al Consejo de Ministros, ni a los socios de investidura ni a la oposición" y porque la decisión llega en un momento "delicado" por la crisis energética y la guerra en Ucrania.

Varios portavoces han asegurado que la carta de Pedro Sánchez ha supuesto "una triple crisis". Así, Jon Iñarritu, de EH Bildu, le ha señalado que se ha generado una crisis interna en el Gobierno y la ruptura tanto con el Frente Polisario como con Argelia, algo que han destacado también otros portavoces a lo largo de sus intervenciones, recalcando la dependencia del suministro de gas argelino. "No sabemos que consecuencias va a haber, pero que son previsibles", ha añadido Iñarritu.

"Argelia es un socio sólido y estratégico, un suministrador de gas fiable que siempre ha respetado sus contratos y por eso le tenemos en tan alta estima", ha vuelto a decir el ministro sobre este tema, evitando responder a las preguntas sobre si se informó a este país sobre el acuerdo con Marruecos.

Otra cuestión en la que han incidido muchos portavoces es en la autoría de la carta y en el papel que el propio Albares ha jugado. "O bien a usted le han circunvalado o bien esto es cosa suya y está intentando alejarse de la responsabilidad", le ha dicho Iván Espinosa de los Monteros (Vox).

Cuestionan la credibilidad de España ante la comunidad internacional

La oposición también ha señalado la posición de España ante la comunidad internacional. Mientras partidos como el PNV y la CUP han criticado que el Gobierna intente seguir "la estela" de Estados Unidos, otros como el PP han recalcado que "España no defiende la misma posición que Alemania o Francia".

La 'popular' Valentina Martínez Ferro le ha acusado de ir de "contradicción en rectificación y de rectificación en mentira" y le ha culpado de estar haciendo daño "indescriptible" a la credibilidad de España.

Por otra parte, Aitor Esteban (PNV) ha puesto en cuestión la relación y el compromiso de Marruecos, un socio que asegura "filtra cartas" y "usa personas como arma de presión". El diputado ha afirmado que ya "se la ha jugado" filtrando la carta de Sánchez.