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Coronavirus

El CSIC renuncia a su vacuna más avanzada contra el coronavirus

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El candidato vacunal desarrollado por el equipo de Esteban y García Arriaza está basado en un poxvirus atenuado.
El candidato vacunal desarrollado por el equipo de Esteban y García Arriaza está basado en un poxvirus atenuado.

El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha renunciado a continuar con el proyecto de vacuna contra la COVID-19 desarrollado por los investigadores Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), a pesar de que este jueves se ha conocido que ha completado con éxito los ensayos preclínicos en tres modelos animales: ratón, hámster y macaco.

Los resultados, que se publican en la revista Frontiers in Immunology, respaldan su futura aplicación en ensayos clínicos. Sin embargo, debido a que la población española está mayoritariamente vacunada frente al SARS-CoV-2, los promotores CSIC y Biofabri -el socio que ha producido los lotes clínicos- han decidido retirar la solicitud que en su momento se hizo a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para la realización de un ensayo clínico en España. Según explican, esto no impide "que pueda ser considerada en otros países y entornos, donde la tasa de vacunación es muy reducida y se requieren vacunas con alta estabilidad, y ser utilizada bien de forma individual o en combinación con otras vacunas".

De las tres vacunas contra el coronavirus desarrolladas por el CSIC, esta era la más adelantada y la que mayores esperanzas había despertado, hasta que a finales del pasado mes de julio el proyecto sufrió un duro varapalo cuando la Agencia Española del Medicamento no autorizó los ensayos clínicos en humanos, y pidió al equipo investigador una serie de "aclaraciones" sobre aspectos concretos del ensayo clínico.

Aunque se rumoreó que el ensayo clínico en humanos no se autorizó porque la vacuna causó lesiones pulmonares a un mono, el CSIC desmintió este punto tajantemente. Según señaló el consejo científico en un comunicado, la paralización respondía a que la agencia reguladora aún no había respondido a la solicitud de autorización para su trabajo, al mismo tiempo que aseguraba que era "totalmente falso" que la administración de la vacuna hubiese producido la muerte "por lesiones pulmonares de uno de los macacos empleados en los ensayos preclínicos", como informaron algunos medios de comunicación.

Poxvirus atenuado

El candidato vacunal desarrollado por el equipo de Esteban y García Arriaza está basado en un poxvirus atenuado no replicativo denominado MVA (virus vaccinia modificado de Ankara), que expresa en células infectadas la proteína de la espícula (S) del SARS-CoV-2, estimulando así la defensa inmunitaria contra el coronavirus.

“Los resultados en estos tres modelos animales han demostrado que el candidato vacunal MVA-CoV2-S genera una respuesta inmunitaria robusta, con altos títulos de anticuerpos neutralizantes y activación de linfocitos T, marcadores esenciales de eficacia de las vacunas actuales”, explica Juan García Arriaza, investigador del laboratorio de poxvirus y vacunas del CNB-CSIC. Además, “los anticuerpos generados por la vacuna MVA-CoV2-S neutralizan diferentes variantes del coronavirus SARS-CoV-2, en el orden de mayor a menor neutralización: alfa, delta, gamma, beta y ómicron”, recalca Mariano Esteban, que dirige el laboratorio de poxvirus y vacunas del CNB-CSIC.

Los científicos del CNB/CSIC Mariano Esteban (I) y Juan García Arriaza.

Los científicos del CNB/CSIC Mariano Esteban (I) y Juan García Arriaza. CSIC

De forma importante, “la vacuna confiere una protección del 100% contra la infección causada por el SARS-CoV-2 en los tres modelos animales, controlando la replicación del virus en las vías respiratorias y en los pulmones, la patología pulmonar y previniendo la tormenta de citoquinas”, subrayan ambos investigadores.

Los investigadores del equipo del CNB-CSIC continuarán con el desarrollo y optimización de esta vacuna experimental, para incrementar su grado de eficacia frente a las variantes emergentes del coronavirus que vayan surgiendo, así como para conseguir una inmunidad más duradera y estudiar los parámetros inmunológicos implicados en la protección frente al coronavirus.

Dentro de un laboratorio de alta seguridad donde se desarrollan vacunas contra el coronavirus