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La NASA no ha puesto fecha a la destrucción de la Tierra, es un bulo

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Mensajes alarmistas que aseguran que la NASA ha puesto fecha a la destrucción de la Tierra Sello Falso
Mensajes alarmistas que aseguran que la NASA ha puesto fecha a la destrucción de la Tierra.

Circulan en redes sociales algunos mensajes que aseguran que la NASA ha anunciado la destrucción de la Tierra el 6 de mayo por el impacto de un asteroide. Es un bulo. La agencia espacial estadounidense no ha realizado ningún aviso alertando sobre la llegada de este objeto a nuestro planeta.

¿Cómo que la NASA dice que nos vamos a morir ya?” expone un mensaje de Twitter. “Según la NASA nos vamos a morir por un meteorito cada tres meses”, dice un segundo tuit. Estos y otros mensajes circulan en redes sociales desde hace semanas tras publicarse en Internet titulares como: “La NASA pone fecha a la destrucción de la Tierra: 6 de mayo de 2022”. En este mismo contenido se afirma también que “la Agencia Espacial cree que JF1 mide alrededor de 130 metros de diámetro” y añade que “tiene aproximadamente del (SIC) tamaño de la Gran Pirámide de Giza en Egipto”. No es cierto.  Ni la NASA ni ninguna otra agencia espacial han alertado de manera singular ante la posibilidad del impacto de un cuerpo celeste contra la Tierra ni en el mes de mayo ni en ninguna otra fecha.

¿Qué son los NEO? ¿Qué significa el valor “Probabilidad de impacto” de la NASA?

La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) y otras agencias espaciales como la Europea (ESA) realizan un seguimiento de varios centenares de cuerpos celestes cercanos a la tierra (NEO). Si consultamos la base de datos del Centro para el Estudio de los Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS por sus siglas en inglés) veremos que solo en los últimos 3 meses 26 asteroides de distintos tamaños han circulado por los alrededores de nuestro planeta a una distancia inferior a la distancia entre la Tierra y la Luna (384,400 km). El mayor de ellos tenía entre 17 y 38 metros y pasó por nuestros alrededores el 15 de febrero.Como estos, hay otros muchos con los que nos vamos a cruzar en el futuro. Las agencias espaciales evalúan la posibilidad de que los objetos que vienen choquen contra la tierra. En todos los casos la probabilidad es prácticamente cero.

¿Qué sabemos sobre el asteroide 2009 FJ1?

El 2009 FJ1 es un asteroide real. Se trata de un Objeto Cercano a la Tierra (NEO) de unos 10 metros de diámetro descubierto en mayo de 2009. Durante los últimos 13 años, este cuerpo ha sido monitorizado por la NASA y por la Agencia Espacial Europea (ESA). Ambos organismos coinciden en que si este asteroide llegara a entrar en la atmósfera terrestre, ocurriría el 6 de mayo de 2022. Como en el resto de los asteroides que nos circundan existe una posibilidad matemática mínima de que este impacto se produzca. En este caso es del 0.00074%, un dato que no significa ningún peligro especial atendiendo al resto de cuerpos celestes de la lista. Por ejemplo, en septiembre pasará cerca de la tierra otro cuya probabilidad de impacto es igualmente mínima pero ligeramente mayor que el que ahora ha saltado a las redes sociales.

El origen del bulo

Desde VerificaRTVE hemos comprobado que, al menos, desde enero de 2021 circulan mensajes similares a los actuales. En ellos también se incluye el 6 de mayo de 2022 como la fecha prevista por la NASA para el impacto de este objeto en la Tierra (1, 2, 3). Sin embargo, este día no ha sido el único anunciado para la llegada del asteroide. Por ejemplo, en otro artículo publicado de este año se señalaba el 18 de enero como el día en el que “el cuerpo celeste se situará muy cerca del planeta azul”.

En conclusión, ninguna agencia espacial ha alertado de manera singular ante la llegada del asteroide 2009 FJ1 ni ha anunciado la destrucción de la Tierra el próximo 6 de mayo. Se trata de un mensaje que circula al menos desde enero de 2021 basado en la exageración de datos de dominio público que informan del tránsito habitual de asteroides cerca de la trayectoria terrestre. Por esa razón, es importante que recuerdes comprobar la información antes de redistribuir mensajes alarmistas.