Enlaces accesibilidad

Amy Winehouse, más allá del escenario

  • Una exposición presenta, con ayuda de objetos personales, la historia de una niña que creció rodeada de música
  • Puede visitarse desde el 26 de noviembre de 2021 al 20 de abril de 2022 en el Design Museum de Londres

Por
Una instalación llamada "Finale", diseñada por la escenógrafa Chiara Stephenson con animación de Studio Moross
Una instalación llamada "Finale", diseñada por la escenógrafa Chiara Stephenson con animación de Studio Moross

Una joven, sencilla, tímida, parece algo nerviosa, se coloca una pinza para apartarse el pelo y comienza a cantar. La cara de quienes escuchan es de asombro. Termina y empiezan a aplaudir. Es la primera audición de Amy Winehouse, a sus dieciocho años, ante los productores de Island Records. Era el año 2002. Moriría tan solo nueve años más tarde convertida en una leyenda que hoy, una década después, encuentra acomodo en una exposición en el Museo del Diseño de Londres.

Amy Beyond the Stage (Amy, más allá del escenario) presenta, con ayuda de objetos personales cedidos por su familia, la historia de una niña que creció rodeada de música y que desde adolescente escribía canciones. Tenía claro que quería ser cantante, se puede leer en su diario, en el que confiesa que le encantaría ser fotografiada por David Lachapelle. Cumplió ambos sueños: se convirtió en un icono musical y su videoclip Tears dry on their own fue dirigido por su ídolo.

"La música es donde puedo ser completamente honesta y, a veces, no quiero cantar algunas de mis canciones porque son muy crudas", comentó en algún momento Winehouse.

Stronger than me (más fuerte que yo) fue el primer tema de su disco Frank (franca, sincera). No fue ni mucho menos su primera composición, algunas, muchas inéditas, pueden verse escritas de su puño y letra, con una caligrafía redonda, cuidada, ordenada.

Textos en cuadernos que decoraba con corazones como los que posteriormente se tatuó en la parte superior de su brazo. Amor como el que tenía por su primera guitarra, la Fender Stratocaser azul, la Daphne blue, siempre su favorita aunque tuvo otras que también se exponen con la cita: "No soy Amy, la estrella. Soy la chica con una guitarra".

Hay más objetos personales como la gramola que tenía en su casa o sus premios, con especial atención a los cinco grammys que conquistó en 2008 por el disco 'Back to Black' con el que vendió 50 millones de copias en todo el mundo. Ahí están también sus discos de platino.

La sección Harmony, que explora las influencias musicales y el proceso creativo de Amy

La sección Harmony, que explora las influencias musicales y el proceso creativo de Amy Ed Reeves / The Design Museum

Amy tenía una voz inconfundible y un estilo propio que bebe del jazz, del soul, del ska, el hip-hop, el pop. La música que escuchaba, la que le influyó, tiene reservado un hueco importante. Sarah Vaughan, John Coltrane, Frank Sinatra, Salt-N-Pepa, Dinah Washington, Aretha Frankling, Ella Fitgeralz, The Ronettes, The Supremes, Lauryn Hill, The Specials... la lista es larga como larga es la huella que su carrera, corta, pero meteórica, ha dejado en otros, especialmente en mujeres británicas: Adele, Dua Lipa, Billie Eilish. Fue una pionera.

Del vintage a la alta costura

Amy Winehouse fue también un icono de estilo que se pretende destacar. Su particular forma de peinarse en público, de maquillarse, de vestirse crearon tendencia. Aquí se pueden ver un buen puñado de vestidos, los looks que lució en sus grandes apariciones públicas, en galas, conciertos y festivales. Sus llamativos complementos, sus bolsos y sus grandes pendientes. Todo parecía exagerado en ella.

Las prendas de Amy durante la época de Frank

Las prendas de Amy durante la época de Frank ED REEVE

Su personalidad arrolladora se definía en los mercadillos de Camden, el barrio londinense en el que vivía; y en los diseños de alta costura que empezó a vestir consolidada su carrera. Su estilo retro nunca cambió y fue tenido en cuenta por grandes diseñadores como Karl Lagardfel, Channel, Jean Paul Gaultier que la convirtieron en su musa.

La diva y sus fantasmas

Uno de los tesoros de la exposición es la placa de la plaza de Camden donde tras conocer su fallecimiento se concentraron sus fans para rendirle tributo. En ese barrio que fue su hogar, hoy hay una estatua de la artista.

Amy Winehouse murió con tan solo 27 años. Fue una vida corta, pero intensa en la que hubo también demonios que coparon artículos de prensa, sobre todo de la sensacionalista. En esta retrospectiva en el Museo del Diseño de Londres, se la quiere recordar sonriente, divertida, viva. A través de decenas de fotografías se construye su retrato más íntimo. Se pasa de puntillas por los fantasmas de su vida, pero no se omiten.

Nada más llegar se puede leer: "Aunque el objetivo es honrar la herencia musical que nos dejó, no se quiere ignorar la realidad, los problemas que tuvo: adicciones al alcohol o las drogas, problemas alimentarios y mentales". Hizo esfuerzos para recuperarse en varias ocasiones, pero finalmente, fue el abuso de sustancias lo llevó al silencio de su voz y su guitarra.

Su familia tiene una fundación que lleva su nombre para ayudar a la gente que esté atravesando situaciones similares con la música como parte importante del proceso curativo. Tanto en la sala como en la web de la exposición, quien lo requiera puede solicitar información sobre dónde pedir auxilio si se sienten identificados con la parte más conflictiva de una mujer, ya una leyenda con una obra, con un legado, que nunca podrán ensombrecer sus demonios.

Amy, Beyond the Stage (Más allá del escenario). Desde el 26 de noviembre de 2021 al 20 de abril de 2022 en el Design Museum de Londres.