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Sánchez recupera a Antonio Hernando como adjunto al jefe de gabinete del Gobierno

  • Termina de coser a un PSOE "unido y fuerte" tras la remodelación de su Gobierno y la elección de la nueva Ejecutiva
  • Hernando, Óscar López y el propio Sánchez trabajaron juntos y unidos hasta que la cruenta lucha de poder de 2017 les separó

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Antonio Hernando
Antonio Hernando, en una imagen de archivo.

Un “PSOE unido y fuerte”, fue el mensaje del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este domingo al cierre del 40 Congreso Federal. Sánchez tornó la vista este verano a un viejo PSOE que parecía olvidado. Remodeló el Gobierno y este fin de semana ha salido una nueva Ejecutiva que reconcilia definitivamente el partido entre su presente y su pasado. Y ahora, Sánchez cierra el círculo de la unidad incorporando a uno de los dirigentes que fuera más cercanos a él, Antonio Hernando, como director adjunto del jefe de Gabinete, Óscar López. "Es un gran político y debemos tener a los mejores", ha dicho este lunes en la Cadena Ser.

Hernando lleva cuatro años en un segundo plano en el partido y ya ni siquiera es diputado (desde 2019). Aquel 2017 que erigió a Sánchez secretario general tras una cruenta batalla con Susana Díaz que había dejado roto al partido puso fin a su cargo como portavoz en el Congreso y no volvió a tener más responsabilidades en el PSOE.

Sin embargo, hubo un tiempo en que Sánchez, López y Hernando eran un equipo indivisible, guiado por el exsecretario general José Blanco. Sánchez se hizo con el poder en el PSOE en 2014 y se apoyó en López como hombre de confianza, pero aquello no duró. El ‘no es no’ de Sánchez a Rajoy, el Comité Federal posterior en el que fue forzado a dimitir, la gestora que dirigió el partido y la lucha por el poder en las primarias de 2017 (en el que López no le apoyó a él, sino a Patxi López) les separó por completo a los tres.

Sánchez se rodeó por completo de los suyos y comenzó la era ‘sanchista’. Algunos hablaron incluso de ‘purga’ en el PSOE y muchas figuras del pasado quedaron enterradas.

Sánchez termina de cohesionar el partido

Pero este verano todo cambió. Tras múltiples crisis que habían desgastado a varios ministros, Sánchez remodeló por completo al Ejecutivo y lanzó un completo mensaje de reconciliación con el partido, incorporando a más ministros militantes, dando más peso al PSOE territorial y cambiando al que parecía todopoderoso Iván Redondo (muy cuestionado en el PSOE) por López como jefe de Gabinete. También situó a Félix Bolaños, muy apreciado en el PSOE, como su ministro de Presiencia y hombre fuerte en el Gobierno. Era toda una declaración de intenciones: ya no habrá un PSOE por un lado y un PSOE el Gobierno por otro, comienza la era de la unidad.

Y esa unidad es la que se ha reforzado precisamente en el 40 Congreso Federal celebrado este fin de semana en Valencia. Un congreso que ha dejado muy buen sabor de boca entre los socialistas y en el que Sánchez se ha reconciliado también con el expresidente Felipe González, muy crítico en los últimos meses con él. González y Zapatero le arroparon el sábado y Sánchez les devolvió la “lealtad” ofrecida en su discurso de este domingo, en el que reivindicó un PSOE que ha abanderado el “progreso”, los “avances sociales” y la “justicia”.

De este congreso ha salido la nueva Ejecutiva, en la que Bolaños también asume responsabilidades y en la que Sánchez se rodea de seis de sus ministros, con Felipe Sicilia como portavoz.

El propio presidente valenciano y presidente a su vez del cónclave, Ximo Puig, celebró así la reconciliación al término del evento: “Pedro, lo has conseguido tú, has puesto el puzle de todos esos anteriores Congresos sin dejar fuera una pieza, has logrado que sea el Congreso de la fraternidad, la unidad y la cohesion”: “La historia contará que la memoria socialista se abrazó con su presente para encarar el mañana”.

La trayectoria de Hernando desde el fatídico 2016 en el PSOE

La historia de la separación entre Sánchez y Hernando se remonta a 2016. Tras recibir Sánchez el encargo de formar Gobierno el 3 de febrero de ese año, Hernando fue elegido como integrante y coordinador del grupo negociador con los partidos políticos para intentar alcanzar un pacto de Gobierno. Consiguieron el acuerdo con Ciudadanos pero no con Podemos y otras fuerzas de izquierdas.

En paralelo, como portavoz en el Congreso, intervino en los fallidos debates de investidura de Sánchez de comienzos de marzo de 2016, que dieron paso a la disolución de las cámaras y la convocatoria de elecciones.

En los nuevos comicios del 26 de junio, Hernando repitió como tercero por la lista de Madrid y fue portavoz del Comité Electoral. Renovó su acta y el 17 de julio fue confirmado como portavoz socialista en el Congreso, desde donde continuó defendiendo el "no" a Mariano Rajoy.

Tras la renuncia el 1 de octubre de 2016 de Sánchez como secretario general, Hernando fue confirmado por la gestora socialista como portavoz en la Cámara Baja y asumió la presidencia del grupo de las Cortes.

Fue el encargado de defender la abstención de su grupo parlamentario en la segunda votación que permitió la investidura de Rajoy del 29 de octubre, por "interés general" y como mal menor para evitar unas terceras elecciones. Una abstención que Sánchez no aceptó y por la que dimitió también como diputado, para no romper la dinámica del partido.

Tras ocho meses de alejamiento de Sánchez, la noche de las primarias socialistas para la elección del secretario general del 21 de mayo de 2017, en las que este recuperó el liderazgo del partido, Hernando presentó su dimisión como portavoz en el Congreso.

Sánchez le pidió que continuara en el puesto hasta el Congreso de junio, pero el 24 de ese mes le relevó como portavoz provisional José Luis Ábalos, con el que colaboró en la preparación del discurso con motivo de la moción de censura de Podemos contra Rajoy debatida en junio.

En el 39 Congreso de ese año Hernando fue uno de los que quedó fuera del Comité Federal. Desde entonces, tras quedar también fuera de las comisiones de Secretos Oficiales, de la de Reglamento y de la Diputación Permanente del Congreso, se le encomendó la portavocía de la Comisión Mixta de Seguridad Nacional y fue vocal en las de Justicia, de Interior y en la de estudio del modelo policial del siglo XXI. No concurrió a las elecciones legislativas del 28 de abril de 2019, alejándose desde entonces de la política activa.