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Estados Unidos

El Tribunal Supremo de EE.UU. rechaza paralizar de urgencia la ley contra el aborto de Texas

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Un grupo de activistas protesta en Houston contra la ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación en Texas. EFE/ José Luis Castillo
Un grupo de activistas protesta en Houston contra la ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación en Texas.

El Tribunal Supremo de EE.UU. no bloqueará la polémica ley contra el aborto de Texas. El Tribunal ha rechazado en la madrugada del jueves, por cinco votos a cuatro y gracias a la mayoría de magistrados conservadores, la solicitud de urgencia para paralizar una ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación y que es la más restrictiva del país. El presidente del Tribunal, John Roberts, ha votado junto a los progresistas.

El Congreso de Texas aprobó el miércoles la propuesta para aumentar las restricciones a la interrupción voluntaria del embarazo que solo permitirá realizar dicha intervención hasta la sexta semana, momento en el que comienza a oírse el latido del feto. Muchas organizaciones sociales aseguran que esta norma es una manera de prohibir el aborto porque muchas mujeres no saben que están embarazadas durante esas primeras semanas. La nueva ley de Texas ni siquiera contempla excepciones en casos de incesto o violación.

El Tribunal Supremo ha puntualizado que aún se pueden presentar alegaciones contra la ley en los tribunales estatales.

La ley ha provocado ya protestas de colectivos feministas y de defensa de los derechos constitucionales. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado la ley de "escandalosa" y ha querido dejar claro que defenderá el derecho al aborto frente a la nueva legislación.

Las clínicas suspenden las intervenciones

Las clínicas de servicios abortivos habían solicitado la paralización de urgencia alegando que la nueva norma "reduce inmediata y catastróficamente el acceso al aborto en Texas, prohibiendo cuidados a al menos el 85% de los pacientes".

"Estoy triste, preocupada, aturdida", ha declarado a Afp Amy Hagstrom Miller, directora de la organización Whole Woman's Health, que opera cuatro clínicas en Texas.

Uno de ellas, en Fort Worth, realizó abortos hasta las 23:56 del martes por la noche, pero tuvo que suspender las intervenciones mientras aún había pacientes en la sala de espera. "Los médicos lloraban y me preguntaban, ¿qué podemos hacer?", ha explicado Miller.

Paso atrás en un derecho constitucional

El aborto fue reconocido como un derecho constitucional en 1973 gracias al fallo del Supremo en el caso "Roe contra Wade", que reconoció que una mujer puede acabar con su embarazo durante los primeros seis meses de gestación.

Desde entonces, doce estados habían adoptado leyes restrictivas, pero todas fueron derogadas por violar la jurisprudencia del Supremo.

Sin embargo, Texas ha redactado su ley de manera que pueda quedar fuera del ámbito de acción federa. La sentencia del Supremo impide al Estado cohartar el derecho al aborto. Pero según la norma texana, no serán las autoridades quienes denunciarán, sino los propios ciudadanos, que son alentados a presentar denuncias civiles contra organizaciones o personas que ayudan a las mujeres a abortar.

El texto establece que estos demandantes recibirán al menos 10.000 dólares en "indemnización" en caso de condena. Los críticos de la ley lo ven como un premio por denunciar, pero los antiabortistas ya han creado sitios para recopilar cualquier "información anónima". Por motivos de procedimiento, este dispositivo dificulta la intervención de los tribunales federales.