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Nicaragua

Nicaragua llama a consultas a sus embajadores en Argentina, Colombia, Costa Rica y México de cara a las elecciones

  • Se produce después de que esos países hayan hecho lo mismo ante la situación política del país a unos meses de las elecciones
  • El Gobierno nicaragüense considera que estas consultas de otros países son una injerencia a sus asuntos internos

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Una mujer con mascarilla camina frente a una foto del presidente de Nicaragua Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo en Managua, Nicaragua, 27 de marzo de 2020.
Una mujer con mascarilla camina frente a una foto del presidente de Nicaragua Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo en Managua, Nicaragua, 27 de marzo de 2020.

El Gobierno de Nicaragua que preside el sandinista Daniel Ortega ha llamado este lunes a consultas a sus respectivos embajadores en Argentina, Costa Rica, Colombia y México, en reciprocidad a lo hecho por esos países.

El llamado a consultas se produce "en reciprocidad, como corresponde con la Convención de Viena, ante similares llamados realizados por los Gobiernos antes mencionados a sus representaciones en Nicaragua", ha explicado el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense, en una declaración.

"El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ha observado y considerado con seriedad y madurez, con gran paciencia, desde nuestra hermandad americana y caribeña, los constantes e inmerecidos señalamientos, irrespetuosos, injerencistas, intromisores e intervencionistas en nuestros asuntos internos, de parte de las máximas autoridades de cada uno de estos países, sobre temas que sólo conciernen a nuestro pueblo y a nuestro Gobierno", ha señalado la Cancillería.

Argentina, Colombia, Costa Rica y Colombia llamaron a consultas a sus embajadores en Nicaragua por "las preocupantes acciones políticas-legales" del Gobierno de Ortega, con miras a las elecciones generales del 7 de noviembre próximo, en las que se han excluido a opositores.

"Inaceptables modalidades de imitación caricaturesca"

En el documento, el Ejecutivo sandinista ha acusado a las autoridades de esos cuatro países de pretender ignorar y obviar "cínica e inescrupulosamente" situaciones "que son lesivas de los derechos humanos, en sus propios países".

"En nuestra Nicaragua, que ha sufrido y combatido exitosamente todas las formas de intervención en nuestros asuntos y en nuestros territorios, rechazamos categóricamente estas inaceptables modalidades de imitación caricaturesca, de quienes violentando nuestras propias y sagradas tierras de patria grande, se han arrogado funciones que nadie les ha otorgado, en abierta violación del derecho internacional, de los derechos humanos, y en vergonzoso seguidismo de potencias colonialistas, imperialistas, agresoras y destructoras de nuestras culturas y modos de vida", ha continuado.

El Gobierno de Ortega, agrega, "lamenta tomar esta medida que solo exige el respeto a normas de convivencia pacífica, reverente y armoniosa entre naciones y pueblos que nos debemos a nuestra historia común".

Reitera además, "que nunca ha sido Nicaragua, por principios, conciencia, vocación, decisión y propia convicción, voz que altere el derecho de cada pueblo a la autodeterminación, la soberanía y la independencia, cuyo bicentenario de aquellas primeras luchas, estamos celebrando en Centroamérica, ratificando que somos y seguiremos siendo libres".

Los embajadores nicaragüenses que fueron llamados a consultas son Orlando Gómez (Argentina), Yara Pérez (Colombia), Duilio Hernández (Costa Rica), y Juan Carlos Gutiérrez (México).

Exclusión de los opositores en las elecciones

En el actual proceso electoral las autoridades nicaragüenses han arrestado a más de una treintena de dirigentes opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales que están siendo investigados por supuesta "traición a la patria".

El Consejo Supremo Electoral, controlado por partidarios de Ortega, también ha cancelado la personalidad jurídica a tres partidos políticos, incluyendo a la principal alianza opositora, y el Parlamento, donde el oficialismo tiene mayoría absoluta, reformó la Ley Electoral, la cual estableció un mayor control en la estructura electoral a favor de los sandinistas.

Ortega, un exguerrillero próximo a cumplir 76 años y que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidir por primera vez el país entre 1985 y 1990, busca su quinto mandato de cinco años, cuarto de forma consecutiva y segundo junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, en las elecciones de noviembre.