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Burkina Faso

Mueren unas 160 personas en un ataque armado en Burkina Faso, el más mortífero en los últimos años

  • Las autoridades atribuyen el ataque a terroristas aunque ningún grupo lo ha reivindicado
  • Burkina Faso sufre acciones yihadistas desde 2015 y la región más afectada es la del Sahel

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Burkina Faso decreta tres días de luto tras el mayor ataque terrorista en años

Un ataque armado perpetrado por hombres no identificados la noche del viernes causó alrededor de un centenar de civiles muertos -al menos 160- en la aldea de Solhan, en la región del Sahel en Burkina Faso, según fuentes castrenses. Se trata del ataque más mortífero en los últimos años en el país, envuelto en una ola de violencia yihadista.

Según ha asegurado en un comunicado el gobierno de Burkina Faso, en el ataque también fueron quemadas varias viviendas, así como el mercado de Solhan, y el número de víctimas mortales podría ascender en las próximas horas. Las autoridades han descrito a los atacantes como terroristas aunque ningún grupo ha reivindicado la autoría.

El país ha decretado luto nacional durante 72 horas en memoria de los fallecidos.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado enérgicamente "el atroz ataque" y ha subrayado la necesidad urgente de la comunidad internacional para redoblar el apoyo en la lucha contra la violencia extremista. El líder de la ONU también ha transmitido el pésame a los familiares de las víctimas y al pueblo de Burkina Faso, además de reincidir en el apoyo de Naciones Unidas a las autoridades nacionales "para superar las amenazas a la paz, la estabilidad y la unidad del país".

En cuanto a la Unión Europea, ha condenado ya por la noche "más que nunca estos ataques cobardes y bárbaros y pide que se haga todo lo posible para responsabilizar a sus perpetradores", declaró el alto responsable de Política Exterior, Josep Borrell, en un comunicado.

Más de siete años de ataques yihadistas

Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso Tambao, al norte del país, que aún sigue desaparecido.

La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque la inseguridad se ha ido expandiendo a provincias limítrofes, y desde el verano de 2018 afecta también al este del país.

Los actos terroristas se atribuyen al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que atacan también en Mali y Níger.

Como consecuencia de la violencia, Burkina Faso sufre la crisis de desplazados que más rápidamente crece en el mundo, con más de un millón de personas fuera de sus hogares (más de uno por cada 20 habitantes).