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Save the Children denuncia que en Mozambique los yihadistas están decapitando a niños

  • Cerca de 670.000 personas están desplazadas dentro de Mozambique por el conflicto en Cabo Delgado
  • Al menos 2.614 personas han muerto en el conflicto, entre ellos 1.312 civiles

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Una mujer en el campo de desplazados de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique
Una mujer en el campo de desplazados de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique

Niños de tan solo 11 años están siendo decapitados en Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, a manos de yihadistas responsables de decenas de ataques en los últimos meses, según ha denunciado la organización Save the Children.

El conflicto yihadista ha causado en poco más de tres años la muerte de más de 1.300 civiles, así como el desplazamiento de cerca de 670.000 personas, y la situación ha empeorado en los últimos 12 meses, con el aumento de los ataques contra aldeas.

La provincia de Cabo Delgado también se está recuperando del ciclón Kenneth de 2019, el más fuerte que ha azotado el norte de Mozambique, y las inundaciones masivas a principios de 2020.

"Se llevaron a mi hijo mayor y lo decapitaron"

"Nuestro pueblo fue atacado y quemaron casas (...) Intentamos escapar al bosque, pero se llevaron a mi hijo mayor y lo decapitaron. No pudimos hacer nada porque también nos matarían a nosotros", afirma una madre de cuatro hijos de 28 años entrevistada por Save the Children al recordar el día en el que insurgentes atacaron su pueblo, en el que fueron incendiadas viviendas, y mataron a su hijo de 12 años.

Otra superviviente, de 29 años, señala que uno de sus hijos, de 11 años, fue asesinado por hombres armados y asegura que está desconsolada porque no tuvo la oportunidad de despedirse o darle un entierro adecuado a su hijo.

"Después de que mataran a mi hijo de 11 años, comprendimos que no era seguro permanecer en mi pueblo. Huimos a la casa de mi padre, que se encuentra en otro pueblo, pero días después comenzaron los ataques allí también", explica a la organización. "Mi padre, los niños y yo pasamos cinco días comiendo plátanos verdes y bebiendo agua de banano hasta que logramos un transporte", añade.

"Esta violencia debe detenerse"

El director de Save the Children en Mozambique, Chance Briggs, ha manifestado que "las informaciones sobre ataques contra niños nos enferma hasta la médula". "Esta violencia tiene que detenerse y las familias desplazadas necesitan recibir apoyo mientras se orientan y se recuperan del trauma", ha recalcado.

Asimismo, Briggs ha detallado que como resultado directo del conflicto, cerca de un millón de personas hacen frente a una situación de hambre grave, entre ellos desplazados y comunidades de acogida. "Mientras el mundo se ha centrado en la COVID-19, la crisis en Cabo Delgado ha aumentado, pero ha sido ignorada", ha aseverado.

"Se necesita desesperadamente ayuda humanitaria, pero no hay suficientes donantes que hayan dado prioridad a la asistencia para quienes lo han perdido todo, incluso sus hijos", ha indicado.

El conflicto en Mozambique

El conflicto yihadista que afecta al norte de Mozambique comenzó en octubre de 2017 con el ataque por parte de un grupo llamado Al Shabab --que tiene lazos con el Estado Islámico-- contra dos comisarias en Mocimboa da Praia. Desde entonces, los ataques no han parado de crecer en la región.

Al menos 2.614 personas han muerto hasta la fecha por el conflicto, incluidos 1.312 civiles, según cifras de Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED), con un recrudecimiento de los ataques durante el último año.

El presidente del país, Filipe Nyusi, reiteró en febrero su oferta de garantizar una amnistía a aquellos combatientes que abandonen las filas de los grupos yihadistas para reintegrarse en la vida civil.