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40 aniversario del 23F

40 años del 23F: ¿qué fue de los protagonistas del golpe?

  • El respaldo del rey a la Constitución y la lealtad de algunos mandos militares hicieron fracasar el golpe
  • Una treintena de oficiales fueron condenados pero las penas más altas fueron para Tejero, Armada y Milans

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Los protagonistas del 23F: Quintana Lacaci, Juan Carlos I, Adolfo Suárez, Antonio Tejero, José Juste, Alfonso Armada, Gutiérrez Mellado y Milans del Bosch
Los protagonistas del 23F: Quintana Lacaci, Juan Carlos I, Adolfo Suárez, Antonio Tejero, José Juste, Alfonso Armada, Gutiérrez Mellado y Milans del Bosch

El 23 de febrero de 1981, hace ahora 40 años, el teniente coronel Antonio Tejero, al mando de un grupo de guardias civiles, asaltó el Congreso de los Diputados durante la segunda votación para la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno.

A su acción le siguió la sublevación del capitán general de la III región militar, Jaime Milans del Bosch, que sacó los tanques a las calles de Valencia. Pero la negativa del rey a apoyar el golpe y su mensaje en TVE respaldando la Constitución dieron al traste con la conspiración, en la que también estuvo implicado el general Alfonso Armada, que pretendía presidir un Gobierno de concentración.

Casi una treintena de mandos militares fueron condenados en el juicio que se celebró en 1982 aunque la actitud de algunos de ellos y de varios políticos hizo que la intentona no prosperara. La mayoría de los protagonistas del 23F ya han fallecido aunque otros viven pero apartados de toda actividad pública. Repasamos qué ha sido de ellos:

Antonio Tejero

Fue el rostro visible del golpe de Estado, con su asalto a tiros al Congreso de los Diputados. El ex teniente coronel de la Guardia Civil fue condenado en 1983 a 30 años por su participación en la intentona, expulsado del cuerpo e inhabilitado. Fue encarcelado y pasó por distintos centros hasta que en 1996 salió en libertad condicional.

El ex teniente coronel de la Guardia Civil que encabezó el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Antonio Tejero.

El ex teniente coronel de la Guardia Civil que encabezó el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Antonio Tejero. EFE

A sus 88 años, vive en Torre del Mar (Málaga) y apenas ha realizado declaraciones y apariciones públicas desde que salió de la cárcel, aunque sí estuvo presente durante la exhumación de los restos de Franco, sumándose a los manifestantes que protestaban por el traslado del dictador desde el Valle de los Caídos al cementerio de Mingorrubio en octubre de 2019.

El asalto de Tejero el 23F

Jaime Milans del Bosch

Con un largo historial en el ejército franquista desde la Guerra Civil, el capitán general de la III región militar fue el único que se sumó abiertamente a la sublevación, sacando los tanques a las calles de Valencia y decretando el estado de excepción, pero su acción quedó en nada tras el mensaje televisado del rey.

Fue condenado a 30 años y expulsado del Ejército y, pese a su ingreso en prisión, estuvo implicado en la conspiración del 27 de octubre de 1982, que planeaba el asesinato de varios políticos de izquierdas durante la jornada de reflexión de las elecciones generales.

El 1 de julio de 1991, cuando cumplió 75 años, Milans fue puesto en libertad en aplicación del artículo 60 del reglamento penitenciario civil y se trasladó a Madrid, donde vivió hasta su fallecimiento en 1997, a causa de un tumor cerebral. Fue enterrado en el Alcázar de Toledo, en cuyo asedio participó durante la Guerra Civil.

Armada, Milans y Tejero, los principales implicados en el 23F.

Armada, Milans y Tejero, los principales implicados en el 23F. EFE

Alfonso Armada

Armada fue preceptor de Juan Carlos I durante su formación en la Academia General Militar y ocupó el cargo de secretario general de la Casa del Rey tras la muerte de Franco, del que fue relevado en 1977, aunque mantuvo buena relación con el rey.

Jugó un papel ambiguo durante el golpe, asegurando que actuaba en nombre del monarca. Y en los meses previos se le atribuyen reuniones con políticos de distinto signo para fraguar un gobierno de concentración nacional. Su encuentro con Tejero en el Congreso precipitó el fin de la intentona golpista, evidenciando que los intereses de ambos eran contrapuestos y que el teniente coronel desconocía que hubiera una trama política, más allá de la acción militar.

El general de Brigada Alfonso Armada Comyn, durante el acto de su nombramiento como director de la Academia de Artillería.

El general de Brigada Alfonso Armada Comyn, durante el acto de su nombramiento como director de la Academia de Artillería. EFE/jgb

El Tribunal Supremo le condenó en 1983 a 30 años de prisión y pérdida de empleo, cumpliendo su pena en Alcalá-Meco. Pero en 1988 fue indultado por el Consejo de Ministros por razones de salud y por haber acatado la Constitución. En 2011, con motivo de los 30 años del golpe, se mostró "muy satisfecho" de su papel en el 23F, resumiendo su actuación de este modo: "Informé, obedecí y resolví". Falleció en 2013 a los 93 años.

Juan Carlos de Borbón

Mucho se ha escrito sobre el papel de Juan Carlos I en el golpe de Estado. Armada aseguró en todo momento actuar en nombre del rey y algunas de las conversaciones -y silencios- del monarca en los meses previos a la intentona se interpretó como un apoyo tácito. Lo verdaderamente cierto es que el discurso que Juan Carlos I pronunció en TVE en la madrugada del 24 de febrero, anunciando el respaldo de la Corona a la Constitución y la democracia, supuso el principio del fin de la asonada. No solo eso, sino que consolidó la imagen del monarca entre los españoles durante tres décadas.

El rey emérito Juan Carlos de España

El rey emérito Juan Carlos de España EFE/Mario Ruiz

Sin embargo, los escándalos personales y familiares -caso Nóos, la cacería de elefantes en Botsuana o su relación con la empresaria Corinna Larsen- llevaron a Juan Carlos I a abdicar en su hijo Felipe VI. Una situación que se agravaría en 2020, tras la revelación de los presuntos negocios fraudulentos del ya rey emérito, que en agosto de ese año optó por abandonar España e instalarse en los Emiratos Árabes Unidos ante la "repercusión pública" de la investigación de sus finanzas.

Adolfo Suárez

El rey confió en este joven falangista para sustituir a Carlos Arias Navarro al frente del Gobierno tras la muerte de Franco y el abulense supo capear el temporal adoptando decisiones comprometidas que sin duda salvaron la democracia pero que, a la postre, le convertirían a ojos de la sociedad española en responsable de la situación del país.

El rey confió a Suárez para sustituir a Carlos Arias Navarro al frente del Gobierno tras la muerte de Franco

El rey confió a Suárez para sustituir a Carlos Arias Navarro al frente del Gobierno tras la muerte de Franco EFE

Aislado dentro de su partido y asediado por la oposición, en enero de 1981 decidió presentar su dimisión y sería en la votación para la investidura de su sucesor, Leopoldo Calvo Sotelo, cuando se produjo el golpe de Estado. Suárez permaneció en su asiento del Congreso mientras las ráfagas de metralleta resonaban en el hemiciclo: fue el único que no se lanzó al suelo junto a Santiago Carrillo y Manuel Gutiérrez Mellado. "Yo representaba al Estado, ¿cómo me iba a tirar al suelo", diría posteriormente.

Fue un epílogo digno a un mandato que solo años después sería valorado en su auténtica dimensión. Pero no supuso su retirada de la política pues en 1982, ante la disgregación evidente que se estaba produciendo en la UCD, fundó el Centro Democrático y Social (CDS), partido con el que obtuvo el escaño de diputado en 1982, 1986 y 1989. Sin embargo, los malos resultados obtenidos en las autonómicas y municipales de 1991 provocaron su dimisión y su retirada de la política activa.

En 2005 su hijo, Adolfo Suárez Illana, hizo público que su padre padecía alzhéimer desde dos años atrás y su estado de salud se fue deteriorando hasta que falleció en marzo de 2014.

Manuel Gutiérrez Mellado

Vicepresidente del Gobierno y ministro de Defensa, su forcejeo con Tejero -que no logró derribarle pese que Gutiérez Mellado era casi un septuagenario- es una de las imágenes más repetidas de aquella jornada y un símbolo de la oposición al golpe.

El vicepresidente primero del Gobierno para asuntos de la Defensa Manuel Gutierrez Mellado (i) y el presidente del Gobierno Adolfo Suárez, en el Congreso en 1978. EFE/ma

El vicepresidente primero del Gobierno para asuntos de la Defensa Manuel Gutierrez Mellado (i) y el presidente del Gobierno Adolfo Suárez, en el Congreso en 1978. EFE/ma EFE/ma

Tras el 23F, dejó la política e impulsó en 1986 el nacimiento de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, que presidió hasta su fallecimiento en 1995 en un accidente de automóvil.

Gutiérrez Mellado recrimina a Tejero el 23-F

José Juste

Uno de los militares leales que contribuyó al fracaso del golpe fue el general José Juste, que en febrero de 1981 estaba al mando de la División Acorazada Brunete, esencial en los planes de los conspiradores para ocupar Madrid. Varios de los subordinados de Juste estaban implicados en el golpe e intentaron convencerle de que movilizara la unidad ante la gravedad de los hechos que se iban a producir, de los que el rey -le dijeron- tenía conocimiento, por lo que se iba a reunir con Armada en Zarzuela.

Fotografía de archivo del 12 de marzo de 1981 del general José Juste Fernández, jefe de la división acorazada Brunete durante el 23-F

Fotografía de archivo del 12 de marzo de 1981 del general José Juste Fernández, jefe de la división acorazada Brunete durante el 23-F EFE

Pero el general Juste supo sacudirse la presión y llamó al secretario general de la Casa Real, Sabino Fernández Campo. La conversación que mantuvieron forma parte de la historia. Juste preguntó si estaba Armada en Zarzuela. "Ni está ni se le espera", respondió Fernández Campo. "Entonces eso cambia las cosas", replicó el general, quien detuvo definitivamente la participación de la Acorazada Brunete en el golpe, lo que a la postre resultaría esencial para su fracaso.

Meses después, el general Juste fue relevado de su cargo y en 1982 pasó a la reserva, después de que el Gobierno de Calvo Sotelo frenara su ascenso como teniente general. Murió en 2010, a los 91 años de edad.

Guillermo Quintana Lacaci

Miembro de una familia con larga tradición militar, Guillermo Quintana Lacaci era capitán general de Madrid en el momento del golpe. Su lealtad al rey le llevó a impedir la salida de las tropas en la capital de España, lo que supuso otro obstáculo para el éxito de los golpistas.

El teniente general, Guillermo Quintana Lacaci, en su despacho en 1982

El teniente general, Guillermo Quintana Lacaci, en su despacho en 1982 EFE

En 1982 pasó a la reserva tras cumplir la edad reglamentaria pero dos años después, el 29 de enero de 1984, fue asesinado en un atentado cometido por la banda terrorista ETA.

Juan García Carrés

El único civil condenado por el 23F fue también el encargado de comprar los autobuses en los que se trasladaron los guardias civiles que tomaron el Congreso. Exdirigente del Sindicato Vertical, durante los primeros años de la democracia se le relacionó con la violencia de extrema derecha y llegó a declarar por la matanza de los abogados de Atocha.

El ex ministro Raimundo Fernández Cuesta (i) y Juan García Carrés, visitan la sede de la Fundación Oriol en 1976.

El ex ministro Raimundo Fernández Cuesta (i) y Juan García Carrés, visitan la sede de la Fundación Oriol en 1976. EFE

Su papel en el golpe se centró en facilitar las conversaciones entre Tejero, Milans y otros implicados, aunque durante el juicio negó su participación. Fue condenado a dos años y murió en 1986, poco después de su puesta en libertad.