Enlaces accesibilidad

Birmania advierte a los manifestantes de que la confrontación costará vidas

  • La represión contra las protestas tras el golpe de Estado ha dejado ya tres muertos
  • El país vive este lunes una jornada de huelga general y una de las mayores manifestaciones desde la asonada

Por
Militares protegen la embajada de Estados Unidos en Mandalay (Birmania) durante una protesta contra el golpe de Estado
Militares protegen la embajada de Estados Unidos en Mandalay (Birmania) durante una protesta contra el golpe de Estado

La junta militar birmana ha advertido a los manifestantes que han tomado las calles en las últimas semanas para protestar contra el golpe de Estado del pasado 1 de febrero de que "el camino de la confrontación" supondrá la pérdida de vidas, mientras el país se prepara este lunes para una nueva jornada de huelga general.

En un anuncio público difundido anoche por la televisión estatal y publicado en su canal de Youtube, la junta militar acusó a los manifestantes de "aumentar su incitación a la revuelta y a la muchedumbre anárquica" el pasado sábado, cuando dos personas perdieron la vida por disparos policiales durante una protesta en Mandalay, la segunda ciudad del país.

"Los manifestantes están ahora incitando a la gente, especialmente a adolescentes y jóvenes emocionales a un camino de confrontación en el que sufrirán la pérdida de la vida", reza el comunicado.

EE.UU. advierte de una respuesta "firme" contra los militares

Mientras, aumenta la presión internacional contra la junta militar en el poder en Birmania. Este lunes el secretario de Estado en Estados Unidos, Antony Blinken, ha asegurado que su país "continuará actuando firmemente contra aquellos que perpetran violencia contra los birmanos que piden la restauración de su gobierno democráticamente elegido".

"Estamos junto al pueblo de Birmania", ha escrito en redes sociales. El mensaje llega 10 días después de que Washington impusiera sanciones contra el gobierno militar del país asiático.

Tom Andrews, relator especial de la ONU, también ha respondido al mensaje de los militares. Considera que es "amenazante" y ha advertido a la junta militar en Twitter de que, a diferencia de lo ocurrido durante las sangrientas revueltas de 1988, las acciones de las fuerzas de seguridad están siendo grabadas, por lo que tendrán que asumir su responsabilidad.

Los militares denuncian la "injerencia" externa

Ante estos llamamientos, que también han llegado desde el secretario general de la ONU António Guterres, la junta militar birmana ha denunciado la injerencia en asuntos internos. En un comunicado publicado durante la noche del domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha criticado "algunas afirmaciones o comentarios hechos por algunas embajadas en Rangún y por países extranjeros equivalen a una injerencia flagrante en los asuntos internos de Birmania".

En este sentido, ha advertido de que estos comentarios "violan la convención de Viena de relaciones diplomáticas, que establece que los diplomáticos deben respetar las leyes de los estados anfitriones y no deberían interferir en los asuntos internos".

Además de recibir presiones de mandatarios, la red social Facebook eliminó el domingo la página principal del Ejército birmano en su plataforma por no cumplir con sus estándares comunitarios. El Ministerio se defendió alegando que "a pesar de las manifestaciones ilegales y de las incitaciones a la agitación y la violencia, las autoridades afectadas están ejerciendo la máxima contención con el mínimo uso de la fuerza" para mantener el orden y la seguridad "de acuerdo con las leyes internas y las prácticas internacionales".

Huelga general y manifestaciones masivas

Pese a las amenazas de represión violenta, decenas de miles de personas han salido este lunes a las calles de las principales ciudades de Birmania en protesta contra la junta militar. Desde la mañana las principales arterias de Rangún, Naipyidó -la capital-, Mandalay y otras localidades han sido ocupadas por los manifestantes, que reclaman el restablecimiento democrático y la liberación de los presos políticos en la que podría convertirse en la mayor jornada de protesta desde el golpe de Estado perpetrado por el Ejército el pasado 1 de febrero.

En Rangún, la ciudad más poblada, las carreteras cercanas a la mayoría de las Embajadas, en especial la de EEUU y Corea del Sur, habían sido bloqueadas por las fuerzas del orden, al ser puntos especialmente concurridos durante las protestas.

Los manifestantes han salido de forma masiva por todo el país pese a la represión policial que el pasado sábado costó la vida por disparos policiales a dos manifestantes en Mandalay y a la advertencia lanzada anoche por la junta militar de que "el camino de la confrontación" supondrá la pérdida de vidas.

La junta militar hizo esta advertencia en el inicio de una nueva jornada de huelga en el que la señal de internet se cortó a la 1 de la madrugada y no se restablecerá hasta las 12 del mediodía en Rangún y las 9 de la mañana en el resto del país, según informaron a Efe proveedores de internet.

El Ejército justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre en los que la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Aung Sang Suu Kyi, arrasó, como ya hizo en 2015.