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Francia advierte de que quitará las subvenciones a los establecimientos que abran pese a la prohibición

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Los restaurantes en Francia en pie de guerra contra las restricciones del Gobierno

El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, ha advertido este lunes de que quitará las subvenciones a los establecimientos que decidan abrir a pesar de su prohibición debido a las medidas del Ejecutivo para evitar la propagación de la COVID-19.

El Gobierno ha señalado que los restaurantes serán sancionados con la retirada un mes del Fondo de Solidaridad, unas ayudas que ofrece de unos 100.000 euros al mes o un 20% de la facturación que realizaron en 2019. En caso de que la apertura se realice por segunda vez, se les retirará la ayuda por completo.

Los restaurantes en Francia solo pueden abrir para vender comidas para llevar a domicilio y el resto de sus servicios está prohibido desde finales de octubre.

Francia no tolerará que se extiendan los incumplimientos

En una entrevista a la emisora local RTL, el ministro galo ha asegurado que comprende que la situación para los establecimientos es "extremadamente dura", pero ha subrayado que no está dispuesto a tolerar que los incumplimientos se extiendan.

Le Maire ha avisado de que los restaurantes que abran su servicio a clientes se verán privados de las ayudas del Fondo de Solidaridad durante un mes, en caso de que sean descubiertos. Si lo hacen por segunda vez, las subvenciones se retirarán de forma definitiva.

Las declaraciones del ministro llegan después de que un grupo de hosteleros desafiara las medidas del Gobierno contra la COVID-19 y abriera sus negocios de forma clandestina. Uno de estos establecimientos fue el restaurante Poppies, que se encuentra en Niza y que acogió este fin de semana a cerca de un centenar de clientes, a pesar de que en el país solo pueden abrir para vender comidas para llevar.

Un grupo de hosteleros desafía las restricciones en Francia y abre sus negocios de manera clandestina

Evitar un tercer confinamiento

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, ha detallado que, para evitar un tercer confinamiento, desde el pasado sábado ha aumentado un 30% la cifra de agentes que tratan de garantizar que se cumpla el toque de queda nocturno, que en Francia está en vigor entre las seis de la tarde y las seis de la mañana.

Darmanin ha explicado además que este sábado se pusieron alrededor de 6.000 multas,  que la primera vez son de 135 euros, pero en caso de reincidir tres o más veces durante un mismo mes pasan a 3.750 euros.

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El titular de Interior ha insistido en que los franceses "deben respetar el toque de queda",  algo que va unido a "un deber de ejemplaridad". Además, ha subrayado que estas medidas no son para molestar a los ciudadanos, sino para evitar un nuevo confinamiento.