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Coronavirus

El coronavirus agrava la difícil situación de los refugiados

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Reparto de mascarillas en el campo de refugiados de Moria en la isla de Lesbos (Grecia) para detener la propagación del coronavirus
Reparto de mascarillas en el campo de refugiados de Moria en la isla de Lesbos (Grecia) para detener la propagación del coronavirus

La pandemia del coronavirus "ha aumentado dramáticamente la pobreza y el confinamiento no permite a muchos desplazados encontrar fuentes de ingresos". Así lo señala el jefe de ACNUR, Filippo Grandi, que recuerda, con ocasión del día Mundial del Refugiado, que casi 80 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a dejar su hogar por la violencia y la persecución. Son exactamente 79, 5 millones según el último informe de la ONU, lo que representa más del 1% de la humanidad, una cifra récord.

Hace una década, el número de desplazados era de 40 millones y según Grandi "esta cifra se ha doblado y no vemos indicios de que la tendencia se ralentice. Según el informe de la ONU, 45,7 millones de personas han huido a otras regiones de su país y 26 millones lo han hecho fuera de sus fronteras.

La problemática sobrevenida de la pandemia

Desde la Comisión Europea y la UE han advertido también de la situación a nivel mundial de los refugiados durante la pandemia y han reclamado a las autoridades de todo el mundo que no dejen atrás a este colectivo. La Unión Europea avisa de que la pandemia global de coronavirus amenaza en mayor medida a personas refugiadas y desplazadas, puesto que cuentan con un acceso limitado a los servicios sanitarios y los mecanismos de protección.

"Nadie puede quedarse atrás. Las poblaciones vulnerables, incluyendo los refugiados, están en el corazón de la respuesta de la UE durante el coronavirus. La Unión reafirma su inquebrantable solidaridad con los millones de personas que han tenido que abandonar su país porque sus casas no son un lugar seguro", ha señalado el comunicado conjunto.

Los refugiados, un catalizador de cambio

La Comisión Europea y la UE recuerdan que los refugiados pueden ser un catalizador de cambio. "Hoy rendimos tributo a los muchos refugiados trabajando en la primera línea contra el coronavirus en Europa. En muchos casos poniendo su propia vida en riesgo para salvar a otros", asegura.

El informe pide que, durante la pandemia, se continúen respetando los derechos fundamentales para que aquellos que lo necesiten puedan tener acceso a procesos de petición de asilo y protección internacional.

Bruselas y los Veintisiete recuerdan que una de cada 97 personas en el mundo ha tenido que desplazarse por causa de persecución o conflicto bélico. A finales de 2019, 80 millones de personas eran desplazados forzosos, incluyendo 26 millones de refugiados. Recuerda que en el caso de Venezuela, 3,6 millones se encuentran en terceros países por la crisis que vive el país.

No usar la pandemia como excusa

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha reclamado a las autoridades europeas y españolas que no utilicen la pandemia de la COVID-19 como "excusa" para no respetar el derecho de asilo. Así, les ha pedido que garanticen el acceso a este derecho a los miles de personas bloqueadas en países no seguros como consecuencia al cierre de fronteras y para aplicar políticas más restrictivas de control migratorio.

CEAR advierte que la emergencia sanitaria causada por el virus plantea "numerosos retos en materia de acceso al derecho de asilo". Los confinamientos, el cierre de fronteras generalizado, precarias condiciones higiénicas en los campos de refugiados, problemas económicos que agravan sus condiciones de vida, son algunos de los retos que destaca la entidad.

"Es necesario que los Estados no pongan en cuarentena sus obligaciones con las personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares", ha declarado la directora de CEAR, Estrella Galán y que el Covid-19 "no puede utilizarse como excusa para aplicar políticas de control migratorio más restrictivas". "Los derechos humanos no pueden ponerse en cuarentena", ha sentenciado.

Solicitantes de asilo en España, entre el coronavirus y el incierto futuro

La crisis del coronavirus ha dejado estancadas vidas de personas que llegaron a España en busca de protección internacional, que estos meses han vivido con miedo al contagio pero también con incertidumbre por su futuro. En el Día Mundial de las Personas Refugiadas, 140.000 solicitudes de asilo pendientes hasta el 31 de mayo en toda España.

Desde que se decretó el estado de alarma, no se han podido formalizar solicitudes de protección internacional ya que es necesario hacerlo de forma presencial. Con la nueva normalidad, a partir del domingo, podrán comenzar los trámites correspondientes.

"Llegamos a España el 25 de febrero. Salimos de Venezuela porque, bueno, la situación allí es mundialmente conocida, y queremos avanzar y estar a salvo. No queremos estar parados sin hacer nada ni depender de nadie", cuenta Amelia quien, además, ha padecido la covid.

Para la asesora jurídica de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, Elena Muñoz, el futuro es "poco halagüeño" para las personas solicitantes de asilo. Con la nueva normalidad, dice, se abrirán las fronteras, lo que dará la posibilidad de huir no sólo del coronavirus sino también de "los virus del hambre, la pobreza y la violencia" que se habrán visto más embravecidos si cabe por las consecuencias de la pandemia.

Ayuda española al refugiado

La Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través de la Oficina de Acción Humanitaria, aportó en 2019 ayudas para mejorar las condiciones de vida de las personas refugiadas, migrantes o desplazadas por valor de 12.271.073 euros, de un total de 44.61 millones de euros destinados a Acción Humanitaria.

La AECID ha explicado que estas ayudas estuvieron destinadas principalmente a las poblaciones refugiadas en Líbano y Siria, los países del entorno de Venezuela, en los campamentos de población refugiada saharaui en Tinduf, Centroamérica, Níger, Bangladesh o Etiopía.

El grueso de la ayuda humanitaria se canalizó a través de organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) --que tuvo una financiación por parte de la AECID de 3,52 millones de euros--, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o el Programa Mundial de Alimentos (PMA), entre otras, además de ONGD, especialmente aquellas con las que mantiene convenios de emergencia.

Por un sistema europeo único de reubicación de migrantes

Una veintena de personas ha pedido el sábado 20 de junio en Barcelona, frente a la delegación del Gobierno, la articulación en Europa de un sistema de reubicación de los inmigrantes y de los solicitantes de asilo que sea solidario y coordinado entre todos los países miembros.

En una acción sorpresa convocada por la plataforma Stop Mare Mortum, han delimitado el espacio con cinta elástica negra para mostrar el hacinamiento en el que malviven miles de personas en los campos de refugiados, una situación agravada los últimos meses debido a la irrupción de la COVID-19.

Para conmemorar el Día Mundial de las Personas Refugiadas, los activistas han reclamado que se garantice una acogida digna a los refugiados y que se respeten los derechos fundamentales de todos los solicitantes de asilo, que se han visto aún más mermados debido a la pandemia.

"La situación generada por la COVID-19 y las condiciones de los campos de refugiados y de los CIES han hecho que miles de personas migrantes y refugiadas se enfrenten a una situación de mayor riesgo y vulnerabilidad. Solo en Moria (Grecia) malviven cerca de 20.000 personas en un espacio pensado para acoger a 3.000", ha explicado la plataforma en un comunicado.