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"La Sardà", la actriz a la que siempre recordaremos con una sonrisa

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Rosa María Sardá en una imagen de archivo
Rosa María Sardá en una imagen de archivo

Siempre recordaremos a Rosa María Sardà con una sonrisa. Por sus inolvidables sketches de humor de Ahí te quiero ver, por ser la mejor (y más divertida) de todos los presentadores que han pasado por la Gala de los Goya, y por sus grandes papeles cinematográficos.

Una mujer que destacó en todo lo que hizo y que, aunque también nos hizo llorar con sus actuaciones en el cine y en el teatro, sobre todo nos hizo reír. Por eso para nosotros siempre será mucho más que una actriz; será "La Sarda", como siempre la denominamos cariñosamente, como si fuera una más de la familia.

"Haber vivido dignamente un oficio que elegí y tener el aprecio de mis compañeros es el éxito más grande que se puede esperar", aseguraba Sardà al recibir la Medalla de oro de la Academia de Cine en 2010.

Sardà ha fallecido a los 78 años en Barcelona, pero nos deja programas de televisión inolvidables como Ahí te quiero ver o la serie Abuela de verano, que podéis ver gratis en la web de Televisión Española. Y un montón de papeles inolvidables en el cine y el teatro.

'Honorato, pon la tele un rato'

De formación autodidacta, empezó en el teatro de aficionados (mientras trabajaba vendiendo enciclopedias). La genética influyó, porque su bisabuelo y su abuela eran actores, y era hermana del periodista y presentador televisivo Xavier Sardà. Además, se casó con Josep Maria Mainat, uno de los miembros de La Trinca, y trabajó con su hijo, el actor Pol Mainat, en las serie Abuela de verano.

En 1962 se hizo profesional de la escena, incorporándose a la compañía de Dora Santacreu y Carlos Lucena, con la obra Cena de matrimonios, de Alfonso Paso, también trabajaría en las compañías de Alejandro Ulloa y Pau Garsaball.

Pero su gran popularidad le llegó en la televisión, donde comenzó a trabajar en 1969, en Hora Once, que se emitía en La 2 de TVE. Desde entonces compaginó la tele con el teatro, tanto en Madrid como en Barcelona, y siempre con éxito.Igual que en el cine, donde debutó en 1980.

Entrevista a Rosa María Sardá

Su programa Ahí te quiero ver (1984-1987) es uno de los grandes clásicos del humor televisivo y fue uno de los primeros espacios que combinaba las entrevistas con las actuaciones musicales y los Sketches de humor. Todos recordamos la pareja que formaba con el actor Enric Pous, que interpretaba a Honorato, un hombre que se limitaba a ver la televisión totalmente anulado por su esposa (la Sardà) que no paraba de despotricar contra todo el mundo. Con solo decir "Honorato, pon la tele un rato", ya nos hacía reír. Sardà no solo presentaba y dirigía sino que también escribía muchos de los guiones. El espacio le valió el premio TP de Oro a la mejor presentadora de Televisión de 1984.

Rosa María Sardà en TVE

Para televisión Española Rosa María Sardà también protagonizaría Abuela de verano (2005) en la que interpretaba a una mujer separada, madura y moderna que se enfrenta a las no siempre sencillas relaciones con sus cinco hijos y doce nietos, a los que acogía durante los meses de verano en su caso de campo del Ampurdán.

La mejor presentadora de los Goya

Rosa María Sardà también es recordada como la mejor presentadora de los Prmeios Goya. No solo tiene el récord de presentar 3 Galas en solitario (1993, 1998 y 2001) sino que también reapareció como presentadora estrella al final de las Galas de 2009 y 2010.

En 2010, cuando fue distinguida con la Medalla de Oro de la Academia del Cine, en reconocimiento a toda su trayectoria profesional, el entonces presidente de la entidad, Álex de la Iglesia, dijo de ella que era "una alquimista capaz de convertir en oro todo lo negro, lo dadaísta en normal y lo trágico en cómico". "Ella es la acotación en el teatro, el 'off' en el cine y la verdad en la televisión", resumió De la Iglesia.

Una de las secundarias de lujo del cine español

Aunque no hizo muchos papeles protagonistas, Sardà siempre será recordada como una de las mejores secundarias del cine español. Y ganó dos Goyas como mejor actriz de reparto, por Sin vergüenza y ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Su larga carrera en el cine comenzó a mediados de los 80 y la llevó a trabajar a las órdenes de Fernando Trueba, Fernando Colomo, Ventura Pons, Luis García Berlanga, José Luis García Sánchez o Pedro Almodóvar.

"Era una actriz que daba mucha verdad, rápidamente sintetizaba lo importante de cada escena y tenía esa rara capacidad para dominar igual el drama y la comedia", aseguraba este jueves Fernando Colomo.

Moros y cristianos, Alegre ma non troppo, Airbag, La niña de tus ojos, Todo sobre mi madre, Sin vergüenza y Ocho apellidos catalanes, son algunos de los trabajos más destacados de la intérprete barcelonesa.

Fallece Rosa María Sardá a los 78 años

Una gran dama del teatro

Como mencionábamos, Sardà debutó con 24 años, en el teatro profesional, con la obra Cena de matrimonios, de Alfonso Paso, y cuatro años después fue la protagonista de El Knack (1969), dirigida por Ventura Pons, una obra que la consagró en la escena teatral.

Desde entonces, su presencia fue habitual en los teatros de Barcelona y Madrid, interpretando obras como Esperando a Godot, de Samuel Beckett; Madre Coraje y sus hijos, de Bertolt Brecht; Wit, de Margaret Edson, o La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, junto a Núria Espert.

A lo largo de su carrera teatral trabajó con autores y directores como Terenci Moix, Josep Maria Benet i Jornet, Lluís Pasqual, Adolfo Marsillach, Josep Maria de Sagarra y Mario Gas, entre muchos otros.

En 1989 debutó como directora teatral con la obra Ai, carai, de Josep Maria Benet i Jornet en el Teatre Lliure de Barcelona.

Precisamente en el Lliure protagonizó algunos de sus últimos papeles teatrales, dirigida por Lluís Pasqual, como en El caballero de Olmedo (2014) y en CrecEnUnSolDéu (2015), monólogo en el que interpretó a tres mujeres distintas que reflexionaban sobre el conflicto de Gaza.

Personajes con los que hizo reír y llorar a su público, que siempre la tendrá presente en sus películas o en las muchas grabaciones que quedan de sus actuaciones teatrales.