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Coronavirus

Las recomendaciones para la conservación del patrimonio cultural: evitar fumigaciones o usar alfombras desinfectantes

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Imagen de las Cuevas del Drach en Mallorca
Imagen de las Cuevas del Drach en Mallorca

El Ministerio de Cultura y Deporte ha publicado este lunes 1 de junio el documento técnico Pautas para la gestión, conservación y disfrute público del patrimonio cultural en la desescalada de la crisis sanitaria, en el que recomienda aspectos como evitar fumigaciones, el uso de alfombras desinfectantes o de calzas desechables en el caso de las cuevas.

Esta guía, elaborada por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) con la aprobación del Ministerio de Sanidad, ofrece recomendaciones detalladas para la adecuada conservación de bienes culturales y para su uso en las condiciones óptimas de seguridad y salud, y ha sido distribuido a las comunidades autónomas y a instituciones culturales para su uso durante la desescalada.

Extremar el cuidado en la renovación del aire

Además de las pautas de carácter general, la guía detalla otras específicas que afectan a la protección de bienes muebles e inmuebles, a las celebraciones y visitas en lugares de culto, monumentos, yacimientos arqueológicos, cuevas y abrigos rupestres, espacios museísticos, archivos y bibliotecas y manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial.

La guía aconseja, entre otras medidas, mantener abiertas las puertas que carezcan de accionamiento automático, para evitar el contacto con manillares; la desactivación de elementos táctiles; extremar el cuidado de la renovación de aire; evitar fumigaciones y paños con soluciones desinfectantes; cambiar el uso de muebles patrimoniales de acceso común como mesas, sillas o bancos, por otros sin valor patrimonial resistentes al lavado; y la colocación de alfombras desinfectantes en los accesos.

Además, propone la prohibición de acceder a aquellos lugares de reducido tamaño o que requieran el paso a través de pasillos estrechos de doble dirección, galerías o escaleras angostas, como torres, campanarios, cubiertas, triforios, criptas, que tampoco podrán ser computadas para establecer el aforo máximo de las visitas, y pide también a los gestores evitar el paso por elementos históricos presentes en el suelo, como enterramientos o losas con inscripciones, sobre los que "nunca deberán aplicarse soluciones desinfectantes", según recomienda.

Se desaconseja el uso de orfebrería religiosa de carácter histórico

Entre las medidas específicas sobre espacios religiosos, se desaconseja el uso de orfebrería religiosa de carácter histórico y se propone su sustitución por objetos litúrgicos modernos que puedan lavarse con jabón neutro, algo que extiende a elementos textiles, que se reemplazarían por piezas modernas.

También se pide extremar también la precaución con los ritos y costumbres que no garanticen las condiciones de seguridad, autoprotección y distanciamiento social, incluyendo los que requieran del contacto directo con la superficie de bienes culturales, como besapiés o abrazos a imágenes.

Según aclara el texto, el empleo en estos casos de paños humedecidos con soluciones desinfectantes no es una alternativa, por suponer un "grave peligro para la conservación de los bienes culturales".

En cuanto a la visita de los sitios arqueológicos, se aconseja establecer un recorrido de visita debidamente señalizado y con un solo sentido, así como controlar los cuellos de botella en pasarelas, tasando el tiempo de visita permitido en miradores y puntos estratégicos del recorrido que requiera una parada necesaria para la comprensión del lugar.

Abrigos rupestres y cuevas

En el caso de abrigos rupestres y cuevas, los sitios tendrán que estar provistos de calzas desechables para cada visitante, así como de un contenedor para su desecho a la salida y, debido a la localización "particular" de este tipo de bienes culturales, se optará solo por las acciones preventivas, evitando desinfecciones o fumigaciones, porque considera que "la propia naturaleza" habrá "eliminado la carga vírica" durante el confinamiento.

Sobre los trabajos arqueológicos, la guía recomienda que el espacio de excavación se divida en cuadrantes de al menos dos metros cuadrados y se asigne a cada uno de ellos una persona o equipo.

En el caso de excavaciones en espacios reducidos, como cuevas y abrigos rupestres, se insta a mantener el trabajo individual, una sola persona por cuadrante, durante toda la cadena del trabajo (excavación, limpieza, cribado y flotación).

El texto dedica atención a la incidencia de la Covid-19 en el patrimonio cultural inmaterial y recuerda la reciente supresión de gran número de expresiones culturales inmateriales como la Semana Santa o las Fallas, así como multitud de fiestas patronales.