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Coronavirus

Torra pide a Sánchez que levante el estado de alarma o devuelva a la Generalitat sus competencias

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El presidente catalán, Quim Torra
El presidente catalán, Quim Torra.

El presidente catalán, Quim Torra, ha anunciado que pedirá este domingo a Pedro Sánchez que levante el estado de alarma o bien devuelva a la Generalitat sus competencias para ser la autoridad competente para llevar a cabo el desconfinamiento de Cataluña, lo que, en su opinión, "no se puede gestionar a 600 kilómetros de distancia". Ha advertido de que, pase lo que pase, el Govern no va a "abdicar" de sus responsabilidades.

Torra exigirá estas cuestiones en la reunión con los presidentes autonómicos de este domingo, donde llevará también su plan para el desconfinamiento progresivo en Cataluña, según ha informado el 'president' en rueda de prensa. También ha explicado que el plan de desescalada catalán está fundado en un informe del epidemiólogo Oriol Mitjà y su equipo de expertos.

El presidente catalán exige que sea la Generalitat la que gestione ese plan y, para ello, planteará a Sánchez tres propuestas: que levante el estado de alarma en toda España, que lo haga solo en las autonomías que quieran gestionar el desconfinamiento o, en caso contrario, modifique el decreto para que el Govern sea la autoridad competente para llevarlo a cabo.

Según Torra, se trata de una propuesta de "sentido común", teniendo en cuenta que la "mayoría" de ciudadanos de Cataluña ha llegado a la conclusión de que la centralización de competencias "no ha funcionado de forma positiva" en la fase de confinamiento.

Pide "lealtad" a la oposición en el Parlament

En ese sentido, ha pedido a la oposición en Cataluña "lealtad" al Govern y se ha mostrado convencido de que, igual que Catalunya en Comú permitió ayer en el Parlament la aprobación de los presupuestos, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, respaldará su propuesta para recuperar "competencia y soberanía" en el desconfinamiento.

Tras defender "poner la salud y la vida de Cataluña por encima de cualquier criterio", Torra ha explicado que salió de la reunión de presidentes del pasado domingo con Sánchez con un "mensaje más optimista", dado que vio al presidente del Gobierno "más receptivo y abierto al diálogo".

"Si se nos dice que están abiertos a atender a los territorios, tienen que acabar aprobando seguro una de esas opciones", ha insistido Quim Torra, quien ha anunciado que, pase lo que pase, la Generalitat no va a "abdicar" de sus responsabilidades, porque "como cualquier país del mundo", tiene derecho a tener un plan propio de desconfinamiento y a luchar por él.

Según Torra, en la primera reunión con Sánchez se quedó "bastante solo" oponiéndose a la recentralización de competencias, pero "tras la cuarta o la quinta", hay otros presidentes que han aplaudido la propuesta de Cataluña, por lo que estará "encantado" de trabajar con ellos para defender un desconfinamiento gestionado por las autonomías.

Retira el "pasaporte de inmunidad" del plan

Respecto a su plan de desescalada, el Govern ha dejado en suspenso la posible implantación del pasaporte o certificado inmunitario -propuesto por el epidemiólogo Oriol Mitjà y que ha generado discrepancias entre los dos socios de gobierno, JxCat y ERC- hasta que "se resuelva internacionalmente" sobre la materia.

Precisamente, la Organización Mundial de la Salud ha advertido este sábado de que las personas pueden volver a contagiarse de coronavirus aunque lo hayan superado previamente.

Aún así, el informe aprobado por la Generalitat apuesta por el desconfinamiento gradual, con medidas "escalonadas y correctivas si es necesario", cuando las UCI de los centros sanitarios catalanes se sitúen al 20% de su capacidad: actualmente, ha detallado Torra, hay ocupadas 1.200 camas de cuidados intensivos, el doble que en una situación normal.

En una primera etapa, podrían dejar el confinamiento personas sanas que trabajen en sectores no esenciales, después se permitirían salidas controladas de algunos sectores, como los mayores de 65 años, siempre estableciendo franjas exclusivas y obligando a guardar el distanciamiento social.

El plan -que a día de hoy el Govern carece de competencias para implantar- prevé una siguiente etapa en la que se permitiría la apertura gradual de comercios no esenciales, primero los de menor aforo, y posteriormente bares y restaurantes, con restricciones en cuanto a actividad, distancias y medidas de protección.

Seguirían las escuelas y los equipamientos culturales y deportivos de uso individual -con aforos limitados a 30 personas- y, por último, se autorizarían los eventos musicales, deportivos y culturales masivos siempre que el riesgo de contagio sea "muy bajo".