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La defensa del acusado de asesinar a otro hombre que llevaba tirantes con la bandera española alega que "temió por su vida"

  • La Audiencia Provincial de Zaragoza ha abierto el juicio con jurado contra Lanza como presunto autor del asesinato de odio
  • Laínez falleció en un hospital cuatro días después ser agredido presuntamente por llevar unos tirantes con la bandera de España

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Juicio en la Audiencia de Zaragoza a Rodrigo Lanza como presunto responsable del asesinato de Víctor Laínez
Juicio en la Audiencia de Zaragoza a Rodrigo Lanza como presunto responsable del asesinato de Víctor Laínez.

El abogado de Rodrigo Lanza, acusado del asesinato de Víctor Laínez, presuntamente por llevar unos tirantes con la bandera española, asegura que su cliente actuó por pánico y en defensa "ante lo que creía que era un ataque hacia su vida", y por tanto debe ser absuelto.

En una breve declaración a los medios en la Audiencia Provincial de Zaragoza, donde este lunes ha comenzado el juicio con jurado contra Lanza, su abogado, Endika Zulueta, ha insistido en que la muerte de Laínez es irreparable, pero aún se puede reparar la entrada en prisión "injustamente" de su cliente.

"Nunca pudo pensar que el golpear a una persona con las manos pudiera causar su muerte", ha argumentado el abogado de Lanza, quien confía en que el jurado entienda que su representado actuó en legítima defensa y en una situación de pánico. "Solamente defendió su vida", ha concluido.

La Fiscalía pide 25 años de cárcel para el acusado

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha abierto este lunes el juicio con jurado contra Lanza como presunto autor del asesinato por odio de Víctor Laínez, de 54 años, quien falleció en un hospital cuatro días después de sufrir una agresión en un bar la madrugada del 8 de diciembre de 2017, presuntamente por llevar unos tirantes con la bandera de España.

La Fiscalía pide una condena de 25 años de prisión para el acusado por el presunto asesinato de Laínez por odio, con alevosía y ensañamiento, así como el pago de una indemnización de 150.000 euros a la familia de la víctima y de 5.600 a Salud, presente en la causa como actor civil, por los gastos generados, mientras que la defensa pide la absolución.

Esta petición es la misma que plantea el representante legal de la acusación particular en nombre de la familia de la víctima, y la acusación popular, ejercida por Vox, mientras que la defensa de Lanza pide la absolución al asegurar que éste actuó por temor a perder la vida, sin motivación ideológica, en estado de pánico y afectado por el consumo de alcohol.

Subsidiariamente, en el caso de que se le considere autor de algún delito, alega la aplicación de eximentes de trastorno mental transitorio, legítima defensa, miedo insuperable y que estaba bajo los efectos de alcohol.

La familia de Laínez espera que "pague por lo que ha hecho"

La familia de Víctor Laínez ha pedido que el acusado "pague por lo que ha hecho" y ha sostenido que fue un crimen ideológico. En declaraciones a los medios antes del inicio del juicio, el hermano de la víctima, Javier Laínez, ha asegurado que la familia solo espera que se haga justicia "y que esta alimaña pague por lo que ha hecho", porque -ha dicho- ya salió casi impune de lo ocurrido en Barcelona.

Según Javier Laínez, su hermano estaba en el bar tomando una caña "muy tranquilamente" y no era ni falangista ni nazi, pero el acusado le increpó y le golpeó en la nuca y en el suelo "lo machacó de una manera bestial".

"Ojalá hubiera llevado la navaja -como alega la defensa del acusado- y le hubiera dado 70 puñaladas, porque yo iría a ver a mi hermano a la cárcel" y la familia de Lanza iría adonde él va a ver a su hermano, "a un agujero del que nunca saldrá", ha aseverado.

Javier Laínez ha sostenido que fue un crimen ideológico, porque su hermano no se metía con nadie, era una buena persona y si hubiera sido nazi o falangista habría tenido antecedentes y habría estado fichado por la policía, y no era así.

Vinculado al movimiento antisistema y okupa, Lanza Huidobro nació en Viña del Mar (Chile), aunque tiene la nacionalidad italiana, es nieto del almirante golpista chileno Sergio Huidobro, un colaborador del general Augusto Pinochet, y ya cumplió una pena de cinco años de cárcel tras agredir en 2006 a un agente de la Policía local de Barcelona al que dejó tetrapléjico.