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El FMI avisa de que la política de tipos bajos de los bancos centrales pone en riesgo el crecimiento a medio plazo

  • El organismo alerta de que la baja rentabilidad anima a asumir más riesgos y "crea mayores vulnerabilidades financieras"
  • Aunque admite que la política monetaria sostiene el crecimiento, alerta en especial de la elevada deuda de las empresas

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El FMI alerta sobre los riesgos de la política monetaria expansiva sobre las finanzas mundiales
El FMI alerta sobre los riesgos de la política monetaria expansiva sobre las finanzas mundiales

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado este miércoles de que la política monetaria expansiva de los bancos centrales, basada en tipos de interés bajos y compras de activos, ha permitido sostener el crecimiento ante las turbulencias creadas por las tensiones comerciales y las incertidumbres geopolíticas, pero amenaza con crear nuevas burbujas en el mercado financiero que podrían poner en riesgo la economía mundial a medio plazo.

"La política monetaria acomodaticia está sosteniendo a la economía en el corto plazo, pero las fáciles condiciones de financiación están animando a asumir riesgos financieros y están alimentando una mayor creación de vulnerabilidades en algunos sectores y países", señala el Fondo en el informe sobre Estabilidad Financiera Global publicado con motivo de la su asamblea anual en Washington.

Su análisis apunta, además, a que los tipos de interés permanecerán bajos "durante mucho más [tiempo] de lo que se preveía a principios de año", por lo que insta a los dirigentes políticos a poner en marcha herramientas que mitiguen los riesgos financieros, como reservas de capital para afrontar las deudas.

Los principales bancos centrales del mundo han vuelto a hacer anuncios que no se oían desde los años en los que la crisis golpeaba de lleno. Ahora, la Reserva Federal, el BCE y otros se preparan para un temporal distinto marcado por la desaceleración económica, la incertidumbre por la guerra comercial y una inflación baja. Por delante quedan meses clave para saber si los tiempos de tipos de interés mínimos y negativos continúan, ya que estos fenómenos apuntan a una bajada que supodría todo un viraje en la travesía. EE.UU. ha subido los tipos hasta en cuatro ocasiones en el último año y el BCE -ahora en el 0%, su mínimo histórico- se disponía a ello.

Menos rentabilidad, más riesgos

El Fondo reconoce, en cualquier caso, que el cambio generalizado en las políticas de los principales bancos centrales está permitiendo aliviar las tensiones comerciales y geopolíticas, que son las principales causantes de la ralentización del crecimiento global hasta el 3 %, su tasa más baja desde la crisis financiera.

"El giro hacia una política monetaria más pesimista en todo el mundo, que ha venido acompañado de un pronunciado descenso de las rentabilidades a largo plazo, ha ayudado a mitigar esas preocupaciones”, explica en su informe, en el que, sin embargo, recuerda que hay alrededor de 15 billones de dólares (unos 13,6 billones de euros) en deuda pendiente de pago con tipos de interés negativos.

"La búsqueda de rentabilidad en un entorno de bajos tipos de interés durante un período prolongado ha llevado a valoraciones forzadas de activos financieros de riesgo por todo el planeta, elevando la posibilidad de un acusado, brusco ajuste de las condiciones financieras", advierte.

El informe señala varios sectores comprometidos por esta evolución del mercado financiero global. Por un lado, la escasa rentabilidad de la renta fija ha llevado a "compañías de seguros, fondos de pensiones y otros inversores institucionales", que deben asegurar unas rentabilidades mínimas, a "invertir en activos menos líquidos y más arriesgados".

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Elevada deuda empresarial

Asimismo, las empresas acumulan una considerable carga financiera a lomos de esos bajos tipos de interés, lo que, a juicio del FMI, introduce vulnerabilidades elevadas en economías de las que depende todo en entramado financiero global. En concreto, el director del Departamento de Mercados de Capital, Tobias Adrian, señala que en ocho economías analizadas (Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) "las empresas están asumiendo más deuda y su capacidad para pagarla se está debilitando".

"En un escenario de desaceleración, la mitad de severo que la crisis financiera global [de 2008], la deuda empresarial en riesgo (aquella en manos de compañías que no pueden cubrir sus gastos en intereses con sus ingresos) podría elevarse a 19 billones de dólares [más de 17,2 billones de euros], es decir, cerca del 40 % de la deuda empresarial en las principales economías", estima.

Para mitigar esos riesgo, el FMI señala que la "coordinación de las políticas globales sigue siendo crítica" e insta a arbitrar medidas de precaución, como reforzar la supervisión de los créditos bancarios o desincentivar la asunción de riesgos por parte de los inversores institucionales.