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Debate de investidura

Sánchez, el político resiliente al que se le resisten las investiduras

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Sánchez, el político resiliente al que se le resisten las investiduras

En el Manual de Resistencia de Pedro Sánchez falta un capítulo, el que dé con la clave para que el secretario general del PSOE, conocido por renacer de todas las batallas en las que había sido dado por políticamente muerto, salga vencedor de un debate de investidura. Dos veces lo ha intentado y las dos veces ha sido tumbado, en ambas con el voto contrario de Unidas Podemos, que de ser "socio preferente" se ha convertido en escollo principal [Especial del Debate de Investidura de Pedro Sánchez en RTVE.es].

En su peculiar currículo político, a partir de este 25 de julio Sánchez añade un nuevo hito en la historia de la democracia y del socialismo español: ser el primer candidato a la investidura que ha fracasado por partida doble. En ambas ocasiones, no tuvo las mismas bazas, pero las dos han tenido el mismo resultado: solo han servido para poner en marcha el reloj electoral que llevará a una nueva investidura que como muy tarde debería cerrarse el 23 de septiembre o bien a la disolución de las Cortes y una nueva convocatoria electoral el 10 de noviembre.

Es llamativo decir que alguien que es presidente del Gobierno no haya logrado superar nunca el examen parlamentario de sus predecesores, ya que Sánchez se instaló en la Moncloa por un camino sin precedentes en España, el de una moción de censura que llevó al frente del Ejecutivo en junio de 2018 a alguien que ni siquiera era diputado.

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Un año después, tras ganar las elecciones generales del 28 de abril y ser el candidato a la Presidencia del Gobierno por derecho propio -y no por la renuncia del ganador, como pasó en 2016 con Mariano Rajoy-, no ha logrado forjar los apoyos para su investidura, encallado en un gobierno de coalición que se intentó cerrar con demasiadas prisas y poca convicción por parte del líder PSOE.

El hecho es que las investiduras se le resisten. Le pasó en marzo de 2016, cuando Sánchez se estrenó en un debate de investidura tras haber llegado a un acuerdo con Ciudadanos, pero no logró la confianza de la Cámara ni en la primera ni en la segunda votación. Era la primera vez que esto pasaba en casi cuatro décadas de democracia.

Los mejores momentos del debate de investidura

Más síes en la investidura de 2016 que ahora

Los 130 síes -de PSOE, Ciudadanos y Nueva Canarias- quedaron muy lejos de los 219 'noes' del resto del hemiciclo y la abstención de Coalición Canaria. En la segunda vuelta, dos días después, Sánchez sólo sumó un apoyo más, el de CC, que se pasó al voto a favor. En los meros números, obtuvo un mejor resultado hace tres años que ahora, cuando el objetivo fundamental del líder socialista era sacar a la política española de la parálisis y poner en marcha el reloj para una repetición de elecciones que llegaría en junio.

Después de los nuevos comicios, en octubre, y ante su negativa a abstenerse ante la investidura de Mariano Rajoy, Sánchez fue forzado a abandonar como secretario general del PSOE, primero, y terminó dejando su escaño en el Congreso, después. Logró erigirse de nuevo como líder del PSOE al ganar las primarias socialistas a Susana Díaz y Patxi López y al final acabó desalojando a Rajoy de la Moncloa vía moción de censura.

Precisamente Rajoy es también el único otro candidato que se sometió a un debate de investidura y no lo sacó adelante, a finales de agosto de 2016, aunque se rehizo y con el apoyo de Ciudadanos y la polémica abstención del PSOE salió investido en octubre.

Con su periplo, el autor de Manual de Resistencia, protagonista de un relato casi mitológico de caídas y ascensos, se hizo presidente con la representación parlamentaria que nunca ha sustentado a un partido en el Gobierno, 85 diputados, aunque solo pudo mantener a flote el Ejecutivo hasta febrero de 2019, cuando el Congreso tumbó los Presupuestos que había pactado con Unidas Podemos.

Ganar todas las elecciones celebradas desde entonces -al Congreso, el Senado, las europeas, las municipales y la mayoría de las autonómicas- solo ha servido a Pedro Sánchez para ponerse en la pole position, pero después de casi tres meses y un acelerado esprín de una semana, únicamente ha sido capaz de sumar el voto del diputado del Partido Regionalista de Cantabria, José María Mazón.

El pasado martes, en la primera votación tras doce horas de debate, Sánchez sumó 124 insuficientes síes -los del PSOE y el del PRC-, y 170 noes de PP, Ciudadanos, Vox, ERC, JxCat, Coalición Canaria, Navarra Suma e Irene Montero, portavoz de Unidas Podemos, que emitió su voto antes del Pleno de forma telemática sin coordinarlo con la decisión final de su formación. Las 52 abstenciones fueron del resto de Unidas Podemos, el PNV, Compromís y EH Bildu.

Este jueves, en la segunda votación, el único partido que ha cambiado su voto ha sido ERC, que ha pasado del 'no' a la abstención. En su segundo intento Sánchez no ha logrado sumar más votos a favor que en contra, como requería para ser investido. En total han sido 124 síes frente a 155 noes y 67 abstenciones. Tiene dos meses para intentarlo de nuevo.

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