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Madrid Fashion Week

Otras formas de desfilar, otras formas de hacer moda

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Moisés Nieto crea un espectáculo de reciclaje y moda

Los desfiles que se hacen fuera de Ifema cobran protagonismo y permiten que los diseñadores ofrezcan una experiencia diferente a sus invitados. Algunos apuestan por la música, como Christian Simmon, y otros, como Maison Mesa, optan por el teatro y la danza. Moisés Nieto ha encontrado un filón en el armario de su madre. Lo abre rebusca entre sus tesoros y encuentra inspiración e incluso material. Ahora ha cogido mantelerías, servilletas y sábanas bordadas con iniciales o flores para hacer su nueva colección. Un ajuar que se hizo sin pensar que llegaría a una pasarela. “He pensado en qué es para mí el lujo y el lujo para mí es una sobremesa con amigos o una siesta, esas cosas que no solemos hacer”. Para hacer la colección ha utilizado cuatro manteles de lino y una sobremesa. La ropa, tendida en la pasarela, ha ido ‘transformándose’ en moda de la mano del modisto

Propuesta de Moisés Nieto.

Las formas de las servilletas marcan el patrón de las prendas. “Todo es cuadrado o rectangular, con siluetas muy rectas y ligeras, es una colección muy sutil, no va pegada al cuerpo. Lo que hago con la colección es recrear una tarde de verano”. Por eso los colores. Blanco, por supuesto, conviven con grises y verdes lavados y con el marino. Y todo en algodón, lino y seda que se aplican al cuerpo formando un patchwork tridimensional. Y los estampados, bucólicos, son un reflejo de esos bordados en punto de cruz.

El desfile de Moisés Nieto.

Las piezas son exclusivas, ya que muchos tejidos son únicos, lo que hace de esta colección un trabajo casi de alta costura pero también un ejemplo de reciclaje y sostenibilidad, filosofía que Nieto abrazó hace tiempo. “Hay que abrir los ojos de la gente”, dice. Por eso tiene pensado ofrecer un servicio muy interesante. “Si una chica tiene un vestido de su madre y lo quiere actualizar pues yo se lo hago. E incluso si tiene una mantelería preciosa y quiere convertirla en una camisa, pues también”. Un proyecto que todavía está tomando forma pero que es un paso más en su férrea batalla contra el consumo excesivo.

Propuestas de Lexdeux. Pablo Paniagua.

Juanma Capón, de Lexdeux, se inspira en la película Mon Oncle que protagonizó Jacques Tati, sobre todo en la casa de la familia Arpel, símbolo de lo artificial. Por eso Capón apuesta por prendas de corte geométrico, antepone los colores tamizados y suaves como el camel e impregna la colección de un aire deportivo, estilo que se acentúa con las viseras y las sandalias.

Blanco y negro son la introducción al desfile, siempre con el algodón como base. El diseñador desarrolla prendas sencillas, fáciles de llevar y vender. Fondo de armario que en pasarela queda eclipsado por las piezas más especiales, como el vestido de malla con pequeñas placas de acetato de colores que forman un paisaje.

Desfile de la firma Lexdeux Pablo Paniagua

La camisería se desprende de su masculinidad noventera y se adentra en un feminismo contenido, ajustándose al cuerpo y luciendo fruncidos en los codos. Destaca un blusón con silueta años 60 que compite en protagonismo con vestidos asimétricos con bandas tricolor y otros que llevan la falda más corta por delante. Se aprecia un aroma afrancesado, un revival de la costura de los 50, femenina y coqueta, aunque tamizado todo por el sello de la casa. “Me ha gustado mucho trabajar esa feminidad, anteponerla y llevarla al estilo deportivo”, señala.

Lexdeux introduce fuertes estampados en su trabajo. Pablo Paniagua

Pinceladas de celeste, rojo, rosa y eucalipto alegran el discurso narrativo en que destaca un estampado, en este caso floral. Vemos vestidos tan minimalistas que se evaporan en pasarela y otros más potentes, con brocados y lúrex que forman generosos jardines florales, tema que se repite en un ajustado vestido drapeado. Las rayas son el contrapunto a la feminidad, tan contenida, de la propuesta en la que llaman la atención las chaquetas con microvolúmenes en las mangas o la cintura, “un guiño a Balenciaga”, dice.

Todos los bolsillos van escondidos, muy bien escondidos, y las chaquetas, dice, son las prendas más trabajadas. Capón ha hecho un esfuerzo por reciclar retales de colecciones anteriores, plásticos de acreditaciones y decorados de pasarela para hacer las invitaciones al desfile.

La modelo María Muñoz desfila para Pilar Dalbat. EFE

'Fieras' es el título de la colección de Pilar Dalbat, porque la ha presentado en los Jardines de Paco Cecilio, en el parque de El Retiro, donde antes estuvo la Casa de las Fieras. “He imaginado a las modelos como fieras en un jardín dentro de otro jardín”, dice en un espacio de cristal que permite que la naturaleza lo invada todo. Hasta los pavos reales entraban para codearse con sus vistosas plumas entre las modelos. “Este parque es el pulmón de la capital y ofrece su verdor, su sombra, su agua a los madrileños”.

Un pulmón que ofrece sus verdes a la colección, Dalbat utiliza tantos tonos de verde como texturas. Los tonos naturales contrastan con los brillos del hilo metalizado que ese el hilo conductor. Brillo vemos entre las flores de papiroflexia hechas mano, pura artesanía, y en las lentejuelas que decoran todo tipo de prendas. Las superposiciones de tejidos suman y el resultado es una nueva textura y un nuevo color.

Pilar Dalbat decora con flores de papiroflexia EFE

La bandera de tejidos salta de los materiales más nobles, como la lana, a los de nueva generación, como el neopreno. Hay, al menos aparentemente, una sensualidad contenida que se aprecia en las formas, algunas tan femeninas como las corolas de las flores. Vemos largos midi, escotes palabras de honor, pantalones palazzo, vestidos en punto, abrigos de hilo. “Esta colección es tan femenina como yo”, dice. Y presume de ella. “Está muy pensada. No hay nada de relleno. Las prendas de imagen están pensadas para la prensa. La mujer quiere ir empoderada, sí, pero favorecida también”.

Pilar Dalbat hace una fuerte apuesta por el verde. EFE

Lo dice con seguridad. Tiene nueva tienda, ahora con el taller incluido, y conoce los gustos y hábitos de la clienta. “La venta online no es mi batalla, mi batalla es ir al consumidor directamente”. Por eso, tras el desfile, ha sacado todas las prendas en percheros para que la gente pudiera verlas, tocarlas e incluso encargarlas. “Llegarán a tienda en enero de 2020 pero si alguien las quiere antes se las hago”.

Propuestas de Christian Simmon.

Luego fue el turno de Christian Simmon. Es un rara avis de la moda española. Compone una canción a partir de ella desarrolla la colección que luego presenta mientras canta en directo. Ahora nos cita en el Palacio de las Alhajas, en pleno centro de un Madrid abarrotado por las celebraciones del Orgullo Gay. Dentro un oasis de silencio y penumbra tan solo roto por la voz del diseñador.

Él se introduce en una piscina con agua oscura para tocar el piano y a su lado hay una cubeta con tinta negra. El blanco tiñe toda la colección y todos los modelos entran en el agua y en la cubeta para teñir de negro sus pies o el bajo de las prendas. La colección se llama 'Devenir' y es un paso más de la anterior, 'Renaissance'. “Mis colecciones se conectan con un estado emocional. Ahora hablo de crecimiento personal y profesional, de la evolución, de cómo nos dejamos intoxicar e influenciar por el exterior. La tinta negra indica eso”.

Así es Devenir, la colección de Christian Simmon.

El vestido medusa de la colección anterior se convierte ahora en una pieza importante y se hace en distintas versiones, e incluso se convierte en un pantalón. Las transparencias, marca de la casa, son más recatadas y se hacen en materiales más ‘serios’. Hay una clara intención de vender y es preciso hacer un ejercicio de contención. Se aprecian guiños a los años 20, tanto en la silueta, que tiende a la verticalidad, como en las aplicaciones de flecos y en aquella moderna androginia de las rebeldes flappers. Simmon hace guiños a los descubrimientos arqueológios de Egipto que tanto marcó aquella década, tanto en moda como en decoración, y coloca bolsillos en muchas prendas, a veces en lugares insospechados, para hacer referencias a las maletas, a los viajes, a los exploradores.

Vestido de tul de Christian Simmon.

Hay una masculinidad (masculinidad clásica) latente en muchas prendas. Los códigos de la tradicional chaqueta de traje se transfieren a todo tipo de vestidos. Hay patrones sencillos y otros más atrevidos, con asimetrías y deconstrucciones. El género fluye, como el agua, porque para él la moda no tiene etiquetas. A medida que avanza el desfile se agrandan los volúmenes. Un vestido con 120 metros del tul y organza parece flotar sobre el agua.

Corsé de Maya Hansen. EFE

Maya Hansen cambia las agujas por los pinceles. Al menos eso es lo que vemos en el fashion film que se emite constantemente antes y durante su desfile. Un trabajo de tintes surrealistas en el que las pinturas saltan de la paleta al lienzo y de estuche de maquillaje al rostro de las modelos, entre ellas, María, ganadora de la primera edición de Maestros de la Costura.

Sobre la pasarela vemos que la diseñadora vuelve a retomar lo que mejor sabe hacer, lo que la hizo famosa, lo que le abrió las puertas de la moda: los corsés. “Es por lo que la gente me conoce y quería retomarlo pero con un estilo distinto. Es una colección de corsés muy libres, muy ecléctica, con guiños a la cultura mexicana, a la nórdica, con lanas vírgenes, látex, plástico… ¡Es una colección muy libre!”.

Desfile de Maya Hansen. Efe

Cada corsé cuenta una historia y conecta con uno de los mundos de Maya, familiar o profesional, por eso la colección se llama 'Globetrotter' (Trotamundos). Y ese eclecticismo se potencia con las colaboraciones que ha hecho con once artistas, entre ellos Marcelo Vilá e Idoia Cuesta que firma una de las piezas más especiales, realizada con mimbre. En el desfile se pone el acento en las tradiciones y la artesanía pero también en el reciclaje y la ecología. “Hay muchas piezas únicas, irrepetibles para potenciar un mensaje de antimoda: un no al consumo masivo y un sí al slow fashion y lo artesano.

El resultado es una colección de corsés de fuerte carga estética que no pretende vender. No es comercial, aunque sí hay prendas camufladas que sí se venden. Ocho looks del desfile se expondrán durante toda la Madrid es Moda. No todo son desfiles en la mdoa. Por suerte. El formato fashion film y exposición también lo han adoptado, y adaptado, Paloma y Juanjo, directores creativos de Malne. Los diseñadores exponen algunos de sus diseños y bocetos de su colección primavera-verano 2020, titulada Latin Couture, y han estrenado su nuevo fashion film en un acto abierto al público. Otras formas de contar y mostrar la moda.