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Los dos sospechosos de envenenar al exagente ruso Skripal dicen que fueron de turistas a Salisbury

  • Dicen que sus amigos les "aconsejaron visitar esa ciudad", y admiten ser los que aparecen en las imágenes policiales
  • Los dos se declaran inocentes y reclaman una "disculpa" por parte de los verdaderos culpables

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Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, acusados formalmente de asesinar al exagente ruso Sergei Skripal
Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, acusados formalmente de asesinar al exagente ruso Sergei Skripal

Alexander Petrov y Ruslán Boshirov, los dos hombres señalados por el Reino Unido como sospechosos del envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y de su hija Yulia en marzo pasado, han asegurado este jueves no son agentes de la inteligencia militar rusa y que fueron a Salisbury "como turistas" y que no llevaban "ningún veneno".

Petrov y Boshirov han explicado que decidieron ir a Londres "para desmadrarse", y quisieron aprovechar su breve visita a Reino Unido para visitar Salisbury. Según la Policía Metropolitana, ambos llegaron al aeropuerto de Gatwick procedentes de Moscú el 2 de marzo y regresaron a Rusia el día 4 por la tarde. "Los amigos nos habían aconsejado hace mucho visitar esa maravillosa ciudad", señalaron en una entrevista exclusiva concedida a Margarita Simonián, la directora de la cadena de televisión internacional rusa RT.

De este modo, una semana después de que sus nombres y fotos hayan copado las portadas de todo el mundo, los dos hombres, de aspecto fuerte y unos 35 años de edad, han aparecido en la televisión rusa para contar que tienen miedo y que su vida se ha convertido en "una pesadilla". Eso sí, lo hicieron después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, les invitara el miércoles a dirigirse a los medios de comunicación para contar cómo acabaron en Salisbury el mismo día en que los Skripal fueron envenenados, supuestamente con un agente tóxico fabricado en Rusia y conocido como "Novichok".

Alexander Petrov y Ruslán Boshirov, los dos hombres señalados por el Reino Unido como sospechosos del envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y de su hija Yulia

Alexander Petrov y Ruslán Boshirov, los dos hombres señalados por el Reino Unido como sospechosos del envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y de su hija Yulia Policía Metropolitana

Una "fatal e increíble coincidencia"

Durante casi media hora, Petrov y Boshirov se sometieron a preguntas de la entrevistadora, que afrontó la conversación en un tono jocoso y que llegó a insinuar que son pareja. Según su versión de la "fatal e increíble coincidencia" que les llevó a estar cerca de la escena del crimen, el mal tiempo inglés tuvo la culpa de que en un viaje de poco más de 48 horas viajaran hasta dos veces desde Londres a Salisbury, a una hora y media en tren de la capital británica.

"El día 3 fuimos a la ciudad, pero estaba colapsada por la nieve. Era imposible pasear. Nos empapamos hasta las rodillas", ha rememorado Boshiron. Luego, Petrov ha aclarado que no tuvieron más remedo que volver enseguida a Londres, pero al día siguiente, cuando fueron envenenados los Skripal, "hacía buen tiempo", y lo intentaron de nuevo, "con la determinación de ver la catedral y el Old Sarum". Sólo lograron ver la catedral, "porque a la hora de comer empezó a llover y a nevar, y nos tuvimos que volver antes de lo previsto", agregó.

Según la Policía británica, los dos sospechosos fueron captados por las cámaras de seguridad cerca de la casa de los Skripal, luego volvieron a Londres en tren y esa misma tarde regresaron en un avión a Moscú. "Puede que nos hayamos acercado" a la casa de los Skripal, "pero no sabemos dónde está", señaló Boshirov al respecto. Los dos hombres aseguraron que también debe de haber muchas fotografías suyas al lado de la catedral, y acusaron a los medios británicos de no publicar esas imágenes.

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Un frasco de perfume de Nina Ricci

Según la Policía británica, el veneno se encontró en frasco de perfume de mujer de la casa Nina Ricci, pero preguntado al respecto, Boshirov dijo que "sería una tontería que dos hombres normales lleven perfume de mujer en el equipaje".

El Gobierno británico ha insistido este jueves en que se trata de agentes del servicio de inteligencia militar de Rusia, el GRU, pero ellos lo han negado en la entrevista y han afirmado que son empresarios dedicados a la industria del fitness, en particular a los suplementos deportivos.

"Estuvimos sentados en un parque, entramos en una cafetería para tomar un café. Estuvimos paseando y disfrutando de la arquitectura gótica inglesa", dijo Boshirov sobre cómo pasaron los tres días en Londres y Salisbury. Los dos amigos explicaron que viajan a menudo juntos, tanto por negocios como en viajes de placer, y que se alojan en la misma habitación "para ahorrar dinero y porque es más divertido".

La prensa británica reveló que los supuestos espías compartieron una habitación con cama de matrimonio, y aunque Simonián dijo durante la entrevista que "no tienen porque justificarse", sí se extrañó que de que siempre están juntos y les preguntó por los "vínculos que les unen". No vamos a entrar en el terreno de lo personal. Esto parece un interrogatorio y estamos empezando a profundizar. Hemos venido aquí a buscar protección", respondió Boshirov.

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Londres: "Es un insulto a la inteligencia del público"

Serguéi Skripal, antiguo agente del GRU, y su hija se contaminaron con Novichok presuntamente al tocar la manilla de la puerta de su domicilio en Salisbury y, tras varias semanas hospitalizados, ambos se recuperaron.

Posteriormente, el 30 de junio, Charlie Rowley y Dawn Sturgess, una pareja británica, se intoxicaron también accidentalmente, en la cercana población de Amesbury, con la misma sustancia, contenida en un frasco de perfume hallado en un contenedor, lo que resultó en la muerte de Sturgess el 8 de julio.

Tanto Scotland Yard como la primera ministra británica, Theresa May, han facilitado detalles sobre los movimientos de los dos hombres tras su llegada al Reino Unido y su partida hacia Moscú la misma jornada del envenenamiento.

En el ataque, el policía británico Nick Bailey resultó también afectado, pero, al igual que los Skripal, consiguió recuperarse. Además, una pareja se contaminó accidentalmente al hallar un frasco con residuos y la mujer, Dawn Sturgess, falleció por complicaciones el 8 de julio.

El Gobierno Británico ha calificado las declaraciones de los inculpados como "un insulto a la inteligencia del público",  y como "invenciones flagrantes, profundamente ofensivas para las víctimas de este ataque y sus allegados", ha afirmado este jueves un portavoz de Downing Street a la prensa londinense.