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Elecciones en Zimbabue

La oposición de Zimbabue se niega a aceptar la victoria de Mnangagwa en las elecciones presidenciales

  • El líder opositor, Nelson Chamisa, ha asegurado que recurrirá a "todos los medios necesarios, legales y constitucionales"
  • El presidente interino ha obtenido el 50,8 % de los votos, según el recuento oficial, y requerirá una segunda vuelta

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Agentes antidisturbios entran en el hotel donde el líder de la oposición de Zimbabue, Nelson Chamisa, ha dado su rueda de prensa tras los resultados de las elecciones presidenciales
Agentes antidisturbios entran en el hotel donde el líder de la oposición de Zimbabue, Nelson Chamisa, ha dado su rueda de prensa tras los resultados de las elecciones presidenciales.

El líder de la oposición de Zimbabue, Nelson Chamisa, ha asegurado este viernes que su partido usará "todos los medios necesarios, legales y constitucionales", para recurrir los resultados de las elecciones presidenciales, en lo que parece una renuncia a llevar a las calles su rechazo del recuento oficial, que ha otorgado la victoria, sin necesidad de una segunda vuelta, al presidente Emmerson Mnangagwa.

En concreto, la Comisión Electoral de Zimbabue ha informado este mismo viernes de que Mnangagwa, un antiguo colaborador de Robert Mugabe, de 75 años, que asumió el poder de forma interina tras la dimisión forzada del líder histórico, ha obtenido 2,46 millones de votos, el 50,8 % del total, frente a los 2,15 millones de Chamisa, que suponen el 44,3 %.

Desde la votación del lunes, Chamisa, de 40 años, ha reiterado que el recuento realizado por su partido, el Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), le daba ganador de las presidenciales y que Mnangagwa estaba manipulando el escrutinio para hacerse con la elección.

Un argumento que se ha visto reforzado por la tardanza de la Comisión Electoral en publicar los resultados, así como por la intimidación de las fuerzas del orden contra la oposición: este mismo viernes, la rueda de prensa de Chamisa se ha retrasado porque la policía ha desalojado a los periodistas del hotel en el que ha acabado celebrándose, aunque horas después.

El propio presidente Mnangagwa ha salido a criticar a las fuerzas de seguridad, asegurando que esa interrupción "no tiene lugar en nuestra sociedad", en la que "la libertad de expresión es parte indispensable", por lo que ha prometido una investigación. En cualquier caso, el presidente interino, que aspiraba a legitimar su mandato en las urnas, ha reiterado que su triunfo electoral, que bebe del dominio de su partido en las zonas rurales, es "libre y justo, no hay nada que ocultar o temer".

Emmerson Mnangagwa gana las elecciones presidenciales de Zimbabue

La oposición habla de resultados "falsos"

La ZANU-PF ha entrado en pánico y ha usado la violencia porque ha sido derrotado

Chamisa, sin embargo, ha denunciado que los comicios tienen "serios problemas de credibilidad y legitimidad", llegando a calificar al elección de Mnangagwa de "fraudulenta, ilegal e ilegítima". Por eso, a su juicio, se ha obstaculizado su rueda de prensa: "La Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF, el partido de Mnangagwa) ha entrado en pánico y ha usado la violencia porque ha sido derrotado. Es inaceptable e innecesario", ha dicho.

El líder opositor ha reiterado que los resultados son "falsos" y, aunque no ha divulgado las pruebas que afirma poseer, ha asegurado que el recuento alternativo de su partido demostraría su victoria con 2,3 millones de votos. "Hemos ganado estas elecciones y estamos preparados para formar el próximo Gobierno. No mostraremos respeto por algo inválido y nulo como la declaración que hizo la Comisión Electoral", ha señalado.

El plazo para impugnar los resultados termina en siete días y, aunque Chamisa ha esquivado confirmar si acudirá a la Justicia, ha remarcado que buscará "la anulación de esos resultados" y tomará "todas las medidas posibles", en las que ya trabaja su "equipo legal".

"Incluso si vamos a los tribunales, tenemos muchas pruebas de cómo se amañaron estas elecciones. Daremos las pruebas en el momento oportuno", ha recalcado Chamisa, quien ha mencionado razones "legales y políticas" para no entregar unos informes que supuestamente probarían que Mnangagwa no habría alcanzado los dos millones de votos.

Chamisa ha reclamado a Mnangagwa, "si es un demócrata", que "honre su promesa de unas elecciones libres y justas", asegurando que el presidente interino es consciente de su derrota: "Conoce el resultado, sabe que ha perdido, tiene que ser honesto y sincero. No debe aceptar resultados presidenciales corruptos", ha añadido. Y le comparado con su antecesor: "Es un amaño mal hecho. Mugabe al menos era sofisticado".

Los resultados de las elecciones de Zimbabue desencadenan las protestas de la oposición

El sucesor de Mugabe

Mucho más calmado se ha mostrado Mnangagwa, quien ha comparecido ante los medios en el palacio presidencial para defender la integridad del proceso electoral y prometer que será "el presidente de los que me votaron y también de los que no". "Prometo ser un presidente que escuche, que se merezca vuestra confianza. Todos queremos lo mismo: ser más fuertes como país. Por eso, pido a todos que mantengan la calma y la paz, porque todos somos hermanos", ha asegurado el presidente electo.

En respuesta a las acusaciones de Chamisa, ha señalado que su principal rival electoral "tiene un papel crucial que desempeñar en el país" y ha recordado que "cualquier partido político puede impugnar los resultados de las elecciones ante los tribunales". Antes, a través de Twitter, ya había apelado a la unidad del país, en un intento de sofocar nuevas protestas: "Aunque hayamos estado divididos en las elecciones, estamos unidos en nuestros sueños. Eeste es un nuevo comienzo".

Las elecciones presidenciales, legislativas y municipales celebradas el pasado lunes son las primeras desde la independencia de Zimbabue, en 1980, sin el que había sido desde entonces su único presidente, Robert Mugabe, forzado a dimitir a finales del año pasado.

Aunque la jornada electoral transcurrió en calma, la frustración de la oposición, que daba por hecho que habría un vuelco en el poder tras casi cuatro décadas de dominio del ZANU-PF, fue patente el pasado miércoles, cuando cientos de simpatizantes del MDC salieron a las calles de las principales ciudades después de que la Comisión Electoral adelantará la publicación de los resultados de las elecciones legislativas, que dban una amplia mayoría -más de dos tercios del Parlamento- al partido del Gobierno.

En Harare, la capital de Zimbabue, las fuerzas del orden y el Ejército disolvieron las protestas por la fuerza, llegando incluso a recurrir a fuego real para dispersar a los manifestantes; seis personas murieron y otras 14 resultaron heridas, según el último balance de la policía. AL respecto, Mnangagwa ha anunciado este viernes una "investigación independiente".