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Cuba

Miguel Díaz-Canel, nuevo presidente de Cuba: "El mandato del pueblo es dar continuidad a la Revolución"

  • El Parlamento le ha ratificado de forma casi unánime, con 603 votos, el 99,83 %
  • En su primer discurso, ha alabado a la generación histórica, que cede el poder
  • Raúl Castro "encabezará las decisiones de mayor trascendencia", ha enfatizado
  • Si bien abre la puerta a modernizar la economía, descarta cambios políticos

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Raul Castro entrega el liderazgo de Cuba a Miguel Díaz-Canel

Sin sorpresas, con la certidumbre que implica una sucesión largamente preparada, Miguel Díaz-Canel ha sido elegido como presidente de Cuba y sucesor de Raúl Castro al frente de la isla, con la voluntad declarada de prolongar el proyecto revolucionario encarnado por los Castro: "El mandato dado por el pueblo para esta legislatura es dar continuidad a la Revolución Cubana en un momento histórico y crucial" marcado por los "avances en la actualización del modelo económico y social", ha remarcado el nuevo mandatario en su primer discurso.

Díaz-Canel, el primer civil que accede al cargo, así como el primero nacido tras el triunfo revolucionario en 1959, ha pronunciado ese discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento unicameral cubano, poco después de que se hicieran públicos los resultados de la votación efectuada este miércoles, en la que él era el único candidato a presidir el Consejo de Estado, el máximo órgano de Gobierno del país.

Así, Díaz-Canel ha obtenido un 99,83 % de los votos, esto es, le han respaldado 603 de los 604 diputados que tomaron posesión de su escaño. También han sido ratificados el resto de los miembros del Consejo de Estado, con el veterano Salvador Valdés Mesa como primer vicepresidente y Homero Acosta como secretario.

Los resultados han sido recibidos con un sonoro aplauso por parte de los parlamentarios, que ya brindaron una larga ovación al hasta ahora primer vicepresidente este miércoles, cuando fue designado como único candidato al cargo. El propio Raúl Castro le ha felicitado con un apretón de manos y un abrazo, según se ha visto en la televisión estatal.

Tras la proclamación de los resultados, el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, ha invitado al presidente entrante a subir a la tribuna, desde donde Díaz-Canel ha brindado a Raúl Castro un saludo militar y otro abrazo. Después, Castro ha levantado el brazo de su sucesor en un clásico gesto de la iconografía revolucionaria.

Por primera vez en 60 años, Cuba tendrá un presidente ajeno a la familia Castro tras la despedida de Raúl Castro. El actual vicepresidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, toma las riendas del país con aires de relevo generacional que, según los analistas, no se traducirá necesariamente en un cambio inmediato en la isla caribeña.

Reconocimiento a la generación histórica y a los Castro

Su discurso ha comenzado con palabras de homenaje y reconocimiento a la generación histórica, los comandantes de la lucha armada de 1959: "Seremos fieles al legado de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución y también al ejemplo, valor y enseñanzas de Raúl Castro, líder actual del proceso revolucionario", ha asegurado.

Raúl Castro encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación

Castro, que ha regido los destinos de la isla durante doce años, seguirá siendo primer secretario del Partido Comunista de Cuba -el único legal en el país- hasta 2021, aunque ya no formará parte del Consejo de Estado. Sin embargo, Díaz-Canel ha dejado claro que "encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación".

De pie y con una amplia sonrisa, Raúl Castro ha recibido en ese momento la ovación de los diputados, mientras su sucesor proclamaba: "Cuba lo necesita".

"Con firmeza, sin apego a los cargos, con serenidad, madurez, confianza y firmeza revolucionaria, se mantiene por legitimidad y mérito propio al frente de la vanguardia política", ha apostillado Díaz-Canel, quien en todo momento ha dejado clara la ascendencia de su mentor y el peso que tendrá en la toma de decisiones. "Es el mejor discípulo de Fidel, pero también ha aportado valores a la labor revolucionaria, al partido y al perfeccionamiento del gobierno", ha aseverado.

De la misma forma, ha tenido palabras de agradecimiento para otro histórico de la Revolución, José Ramón Machado Ventura, de 87 años, quien también se retira de la cúpula ejecutiva de la isla tras décadas en cargos de máxima responsabilidad.

Miguel Díaz-Canel, único candidato para suceder a Raúl Castro como presidente de Cuba

Continuismo político

En cuanto a su propio desempeño al frente del país, ha garantizado entrega: "Vengo a trabajar, no vengo a prometer", ha recalcado. El nuevo mandatario ha puesto el acento en la necesidad de reformas económicas, al recordar que Raúl Castro "asumió la dirección de Cuba en una difícil coyuntura económica y social y como estadista ha encabezado, impulsado y estimulado profundos cambios estructurales y conceptuales" dentro del proceso de actualización del modelo socialista de la isla.

Por otro lado, ha descartado cambios políticos de relevancia, con el argumento de que la isla no "negociará sus principios". Así, ha remarcado que "la política exterior cubana se mantendrá inalterable y reiteramos que nadie logrará el propósito de debilitar a la Revolución ni doblegar al pueblo cubano, porque Cuba no hace concesiones contra su soberanía e independencia".

Los cambios que sean necesarios, los decidirá soberanamente el pueblo cubano

Aunque no ha mencionado explícitamente a Estados Unidos, con quien Cuba vive un momento de renovada tensión política tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y el fracaso del deshielo diplomático impulsado por Barack Obama, Díaz-Canel ha insistido en que la isla "jamás cederá ante presión o amenazas". Y ha advertido: "Los cambios que sean necesarios, los decidirá soberanamente el pueblo cubano".

Según la Constitución cubana, el presidente del Consejo de Estado es a la vez el jefe del Estado y el jefe del Gobierno; así, Díaz-Canel debe ahora proponer a los miembros de su Consejo de Ministros, que serán designados por la Asamblea Nacional.

La composición de su gabinete ofrecerá nuevas pistas sobre el rumbo que pretende imprimir a su mandato, aunque este jueves ya ha anunciado en el Parlamento que los nuevos ministros no serán elegidos hasta el próximo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional, que está previsto para julio.

Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel, durante la sesión parlamentaria que ha ratificado su relevo al frente de Cuba

Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel, durante la sesión parlamentaria que ha ratificado su relevo al frente de Cuba. AFP / CUBADEBATE

Una sucesión perfectamente planificada

Raúl Castro se ha reservado el cierre de la histórica sesión parlamentaria que ha certificado el relevo más significativo en la cúpula de Cuba en seis décadas. En su discurso, ha insistido en que la sucesión ha sido perfectamente preparada y ha anunciado que Dïaz-Canel también le sustituirá al frente del Partido Comunista de Cuba en 2021, cuando se celebrará el VIII Congreso de la formación: "Se ha planificado así", ha señalado.

Por el momento, ha confiado en el "éxito absoluto" de su sucesor como responsable del Gobierno, por las "virtudes, experiencia y dedicación al trabajo" que ha mostrado. "No es un improvisado" y "su ascenso no ha sido fruto del azar ni del apresuramiento", ha recalcado el líder saliente, quien ha destacado la "solidez ideológica, sensibilidad política, compromiso y fidelidad hacia la Revolución" del nuevo presidente.

En este sentido, ha explicado que, "a diferencia de lo sucedido en el pasado en otros casos de jóvenes dirigentes, no cometimos el error de acelerar el proceso", en alusión a nombres como Roberto Robaina o Carlos Lage, antiguos dirigentes luego defenestrados. Con Díaz-Canel se ha buscado, ha dicho Castro, "el nivel de preparación integral que unido a sus cualidades personales le permitirán asumir con éxito la presidencia y, más tarde, la máxima responsabilidad en el Partido".

Por lo demás, Castro ha reconocido que no ha sido capaz de progresar tanto como hubiera deseado en sus reformas económicas: "Pensábamos que a estas alturas habríamos avanzado más, que ya tendríamos, si no resueltos los problemas, bien organizado todo, bien planificado y en proceso de ejecución, con diferentes grados de desarrollo", ha indicado. En este sentido, ha señalado la dualidad monetaria y cambiaria como uno de los retos cuya terminación "continúa dando serios dolores de cabeza" al Gobierno.

Con todo, ha manifestado la intención de continuar impulsando el sector privado y, en concreto, el trabajo por cuenta propia que, "lejos de significar un proceso de privatización neoliberal de la propiedad social, permitirá al Estado desprenderse de la administración de actividades no estratégicas". Y, aunque ha admitido "errores", ha recalcado que perseverarán en el modernización de las estrcuturas económicas: "Nunca nos hicimos ilusiones que sería un camino corto y fácil. Sabíamos que iniciábamos un proceso de enorme complejidad".